Área de identidad
Código de referencia
Título
Fecha(s)
- Siglos XVI-XXI (Creation)
Nivel de descripción
Volumen y soporte
8,758 unidades de instalación (libros o legajos).
Área de contexto
Historia archivística
El 19 de junio de 1540, el emperador Carlos V anunciaba a fray Jerónimo de Loaysa su elección para dirigir el obispado de la ciudad de Los Reyes, ateniéndose a los límites de la jurisdicción geográfica que señalaría el gobernador Cristóbal Vaca de Castro. El 14 de mayo de 1541, el papa Paulo III erigía a la misma ciudad en sede episcopal, desmembrándola del Cusco y sujetándola, al igual que ésta, a la iglesia metropolitana de Sevilla.
El primer obispo de Lima hacía su entrada en esta ciudad el 25 de julio de 1543, es decir, tres años después de emitida la real cédula que lo nombraba, constituyéndose en el primer obispo de la diócesis, en momentos muy difíciles y violentos, coincidiendo entonces cuando la vida institucional de la diócesis de la ciudad de los Reyes se inicia y a su vez el movimiento de génesis documental que daría contenido al actual Archivo Arzobispal de Lima (con excepción de algunos libros parroquiales anteriores a esa fecha y el primer libro que contiene las copias originales de las cédulas reales emitidas desde el siglo XV).
La diócesis cusqueña, a cargo del obispo fray Vicente de Valverde (dominico que pasó al Perú con Francisco Pizarro y sus huestes) había tenido como jurisdicción un extenso e ingobernable territorio que incluía la Nueva Granada (exceptuando el Darién), Nueva Toledo, Chile, Tucumán, Río de la Plata y el desconocido territorio oriental de los Andes. Los términos asignados a Loaysa correspondieron más acertadamente a la realidad administrativa de las colonias americanas, especialmente al instalarse la sede metropolitana de Lima, desmembrándola de la de Sevilla, y recibiendo por sufragáneos los obispados del Cusco, Quito, Castilla del Oro (Panamá), León de Nicaragua y Popayán. Esta determinación imperial, sancionada con una bula papal fechada el 31 de enero de 1546, convertía a la iglesia de Lima en Primada del Perú y de toda la América Meridional, reflejándose la amplitud territorial en los actuales fondos del Archivo Arzobispal de Lima.