Autos de apelación que sigue el capitán Juan Morán y Cabrera, regidor perpetuo de la ciudad de Ica, contra los autos proveídos por el licenciado Cristóbal Rodríguez Muris, cura y vicario interinario de la dicha ciudad, el cual a solicitud de don Martín de Mendoza mandó que pagase el diezmo que se supone debe de la hacienda de viña que quedó por muerte de Alonso de Urjiles, que pertenece a sus herederos.
Autos de apelación en segunda instancia presentados por el bachiller Alonso de Morales Farfán, en la causa apelada y de acreedores a los bienes del maestro Alonso Farfán, contra el maestro de campo don Diego de Teves Manrique de Lara, patrón de la capellanía que instituyó y fundó doña Catalina Manrique sobre la paga de los censos, quien le debe cantidad de pesos de los corridos de un censo perteneciente a la buena memoria de doña Catalina, su tía, difunta, de la que es patrón. Apela contra la sentencia.
Autos de apelación interpuestos por Carlos Gregorio, en nombre de doña Petronila Guerrero, viuda del capitán Juan Pérez Merchán, contra lo proveído por el vicario del puerto de Pisco, para que pague la capellanía que fundó el licenciado Juan de Salazar.
Traslado de la causa seguida por Francisco Ortiz de Porras, canónigo de la santa iglesia de Quito, contra Francisco Ortiz, beneficiado de Puerto Viejo, quien recibió una paga de bienes de Juan Falcón de Mora, que no le correspondía.
Autos de apelación que presenta doña Mariana de la Torre e Isásiga, viuda y albacea del capitán Juan Porcel, vecina de Huamanga, contra un auto definitivo pronunciado por el provisor y vicario general del arzobispado de Lima, quien la obliga a pagar la limosna de 150 misas de tres legados que el difunto dejó, pues los bienes que quedaron no alcanzan para tal pago.
Solicitud presentada por José de Altuves, en nombre del doctor don José Tello de Mansilla, cura propio de la doctrina de San Juan de Tambo, con el deán y cabildo de la iglesia de Huamanga, a fin de que se le admita a la oposición de cura de la parroquia de San Antonio de la villa de Huancavelica, por haber sido revocado el auto del deán que lo excluía de dicha oposición.
Autos de apelación que presenta José Núñez de Herrera, en nombre del maestro don Luis de Lozada Quiñones, presbítero y confesor opositor al curato de la villa de Ibarra, en el obispado de Quito, contra los autos proveídos por el obispo de dicha diócesis, en que admitió por opositores de dicho curato a los doctores don José de Ávila y don Pedro de Bustillos, sin estar calificados para ello.
Solicitud que presenta Cristóbal de Llanos en nombre de los clérigos patrimoniales de Quito, en los autos con el doctor don Agustín de Castro sobre la oposición que hace al curato de Cayambe. Pide que éste no salga de la ciudad para que no se dilate la causa.
Provisión emitida por el Príncipe de Santo Buono, virrey del Perú, por la cual se admite que el doctor don Agustín de Castro sea admitido a la oposición del curato de Cayambe y a los demás que estuvieren vacos en el obispado de Quito.
Traslado de los autos seguidos por los clérigos patrimoniales del obispado de Quito contra el doctor don Agustín de Castro sobre la oposición al curato de Cayambe.
Autos de oposición al beneficio curado del puerto de Valparaíso. Opositores: el doctor don Juan Velásquez de Cobarrubias, clérigo presbítero, don Manuel Antonio Gómez de Silva, el doctor don Joaquín de Morales Negrete, cura ínter del puerto de Valparaíso, y don Nicolás de Iparraguirre.
Segundo cuaderno de los autos seguidos por Antonio Carrillo, presbítero, y don Domingo Arosemena sobre la nulidad opuesta por el dean y cabildo y el licenciado don Roque Martínez Carrillo, sobre la venta que ejecutó Juan Antonio Carrillo a don Domingo y don Francisco de Arosemena de la hacienda Malambo, situada en los términos del pueblo de Chepo.
Autos referentes a la causa seguida por Juan Antonio Carrillo.
Autos que sigue Antonio Domínguez de Balcázar, vecino de la ciudad de Quito, en nombre de Juan Ortuño Sáenz de La Rea, clérigo presbítero, vecino de dicha ciudad, apelando contra un auto definitivo del licenciado don Tomás de Cevallos, provisor del mismo obispado, en que declaró no haber lugar la nulidad de la venta de la estancia y tierras de Añaquito, que dejó instituida el capitán Juan de La Rea, bisabuelo de Sáenz.
Prosiguen los autos anteriores sobre la nulidad de la venta de la casa.
Autos seguidos por el maestro de campo don Jerónimo de Contreras, como marido y conjunta persona de doña Andrea Calderón, contra los albaceas y herederos del licenciado don Diego Calderón, pidiendo la nulidad de su testamento y codicilo que se supone otorgó y solicitando en fuerza de dicha nulidad se adjudiquen los bienes a doña Andrea como heredera abintestato, por haber muerto don Diego demente.
Autos de apelación presentados por Francisco Machado en nombre de José del Espinal, marido y conjunta persona de Isabel Rodríguez, contra el auto emitido por el provisor y vicario general de Quito sobre la causa seguida contra el licenciado Juan Gómez de Rivera sobre la nulidad del último testamento de Ana Rodríguez, pidiendo la validación del primero.
Autos de apelación que presenta el doctor don Ignacio de la Escalera, tesorero de la catedral de Quito, contra los autos sobre la nulidad de una sumaria que le fulminó el Obispo de Quito, en que se declaró no haber lugar dicha nulidad.
Autos de apelación que presenta Francisco Gómez de Ortiz, en nombre de José González de Ortega, vecino de la ciudad de Cuenca y residente en Quito, contra un auto proveído por el Obispo de Quito, en el cual declaró no haber lugar a la revocación pedida por el apelante en la causa seguida para que se declare por nulos los remates hechos de unas haciendas y bienes pertenecientes a sus hermanos.
Autos de apelación que presenta el padre Fernando María Conosciuti, procurador de la Compañía de Jesús de la provincia de Quito, en nombre del padre Andrés Suárez, de la misma orden, prefecto de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, fundada en la iglesia del Colegio de la Compañía de San Miguel de Ibarra, en la causa con el maestro don Rafael González, presbítero, acerca del concurso de acreedores que se siguió contra la hacienda nombrada Lulunqui. Habiéndose rematado dicha hacienda a favor del mencionado colegio, piden que se declare por nula la apelación de don Antonio Suárez para que se anule dicho remate, por haber pasado más de dos años.
Autos de apelación que presenta Salvador Jerónimo de Portalanza, en nombre del licenciado don Sebastián Tadeo de la Cueva, presbítero, vecino de la ciudad de Huamanga, en la causa con Antonio Núñez de Sanabria sobre la nulidad del remate de la hacienda del Cocal, casa y huerta, en la provincia de Huanta. Apela contra los agravios por la omisión con que procedió el Obispo de Huamanga.
Autos de apelación que presenta el licenciado Santiago Cristóbal de la Cueva, presbítero, vecino de Huamanga, en la causa seguida contra Antonio Núñez sobre la nulidad del remate de la hacienda cocal de Guayrarenga, casa y huerta, en el pueblo de Huanta, perteneciente a Pablo Ramírez. Cueva es albacea y heredero de doña Petrona Lozano Romero de Alcocer, difunta. Apela contra todo lo hecho y actuado por el Obispo de Huamanga.
Autos seguidos contra doña María Gómez Maldonado sobre la inducción de testigos falsos para obtener sentencia en la causa que siguió contra el monasterio de Santa Clara de Santiago de Chile, sobre la nulidad de profesión de religiosa de dicho monasterio y los votos que hizo.
Autos de apelación que presenta el doctor don Diego Montero del Águila, catedrático de Prima de Leyes en la Real Universidad de San Marcos de Lima, abogado de la real audiencia, fisco y presos de la Santa Inquisición, en nombre del padre Agustín Ramírez, jesuita, contra la sentencia pronunciada por el provisor de la diócesis de la Concepción y por el padre Tomás de Gamboa, jesuita, rector de la Casa y Colegio de la Compañía de Jesús de dicha ciudad, en los autos de nulidad de profesión seguidos por su parte.
Autos de apelación que presenta Pedro Jorge de Acuña, en nombre del padre lector fray Francisco de Zavala, licenciado en Sagrada Teología en la real universidad de San Marcos, en la causa con el convento grande de Nuestra Señora de la Merced de Lima y su procurador general, sobre la nulidad de profesión que hizo. Apela contra el auto que le ordena volver a su convento, donde ingresó con amenazas.
Autos seguidos por Francisco Pérez, en nombre del padre lector fray Diego de la Barrera, religioso de la orden de las Mercedes, en los que hace presentación de una mejora de apelación que siguió en el pleito sobre la nulidad de su profesión, contra la sentencia del provisor de Quito y el comendador del convento de La Merced de dicha ciudad, que dio por nulo su pedido de nulidad de profesión.
Autos de apelación que presenta José Núñez de Prado, en nombre del convento de San José de la Recolección de San Agustín de la ciudad de Panamá, contra la sentencia de la causa que siguió el padre fray Juan de San Nicolás sobre la nulidad de su profesión, pronunciada por el provisor de dicha diócesis, en la que declaró nula dicha profesión.
Autos de apelación que presenta don Francisco de Trujillo y Godoy en nombre de doña Ana María Rico de Estrada, contra el auto definitivo pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Quito en la causa de nulidad de matrimonio y en subsidio de divorcio que ha seguido con don Tomás Cordero, su marido, por el cual se mando no haber lugar dicha nulidad y que haga vida maridable.
Autos de apelación que presenta Antonio Cerdán de los Ríos, en nombre de don Salvador Pizarro, vecino de Huamanga, en la causa de demanda que contra él sigue doña María Ana de Ibar, su mujer legítima, sobre nulidad y divorcio de su matrimonio. Apela contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en que declaró por válido y legítimo matrimonio y haber lugar al divorcio y separación
Autos de apelación que presenta Juan Lorenzo de Cela, en nombre de Ana María de Lumbreras, vecina de Huamanga, en la causa de nulidad de matrimonio y divorcio contra Eugenio Serrano. Apela contra la sentencia emitida por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga que declaró no haber lugar la nulidad y sí el divorcio, mas sólo por cuatro años. Incluye autos y sentencia.
Autos de apelación que presenta el capitán Martín de Ossa y Sarsola, en nombre de Juana Corral, vecina de la ciudad de Santiago de Chile, contra la sentencia proveída por el obispo de dicha diócesis en la causa que sigue contra Marcos de Escobar, su marido, sobre la nulidad de matrimonio, por la cual declaró no haber lugar la dicha nulidad.
Solicitud que presenta Miguel de Medina, en nombre de doña Sebastiana de Arce y Gamboa, pidiendo que se le otorgue testimonio de la sentencia que a su favor se emitió en la causa de nulidad de matrimonio contra don Salvador Rivera, quien no la ha cumplido.
Autos de nulidad de matrimonio que sigue don Juan Delgadillo, vecino de Huamanga, contra doña Francisca de Heredia y Salvatierra.
Autos de apelación en segunda instancia que presenta don Ignacio de Segura contra la sentencia emitida en primera instancia, en la causa de nulidad de matrimonio con doña Francisca Márquez de Guzmán, por decir que a él le faltaba un mes para los catorce años cuando contrajo matrimonio.
Autos de apelación presentados por el doctor don Manuel Olano, en nombre de doña Jacoba del Real, sobre la nulidad de matrimonio contraído con don José Manuel Salas. Apela contra la sentencia que no admite la nulidad.
Autos de apelación seguidos por José Núñez de Prado en nombre de doña Ana María Martel, contra la sentencia del provisor en la causa que sigue contra Francisco de Medina sobre la nulidad de su matrimonio, por la cual declara no haber lugar dicha nulidad.
Autos de apelación presentados por doña Antonia Henríquez contra la sentencia de la causa nulidad de matrimonio seguida por ella contra Blas de Avellaneda, quien la forzó a casarse con él, sin haber previa licencia ni consentimiento de su parte. La sentencia la conmina a hacer vida maridable con Avellaneda y entregarle sus bienes depositados.
Autos de apelación que presenta Pedro de Quevedo, en nombre de Isabel Alexia, vecina del asiento de Latacunga, provincia de Quito, en la causa de nulidad de matrimonio con Francisco Artos de Quirós, su marido, contra la sentencia que declara por firme, legítimo y válido su matrimonio.
Autos de apelación que presenta el maestro Manuel de Ortega contra una sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa de nulidad de matrimonio seguida contra Francisca Josefa, por la cual se declaró no haber lugar dicha nulidad y mandó hacer vida maridable a ambos.
Autos que sigue doña María Ignacia Mesinas, mujer de Rafael Cubillas, sobre la nulidad de su matrimonio.
Autos de apelación que presenta don Juan Manuel de Apelo y Novoa, contra la sentencia de la causa de nulidad de matrimonio seguida contra doña Bernarda Huerta, su mujer.
Autos de apelación que presenta don José Jarava, en la causa de nulidad de matrimonio seguida por su mujer doña Jerónima de Arango y Soto. Apela contra la sentencia proveída por el juez eclesiástico del obispado de Huamanga.
Autos de apelación que presenta el doctor don Martín José de Mujica, como apoderado del teniente de fragata de la Real Armada don José Miguel de Muros, contra la sentencia pronunicada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, que declara nulo su aparente matrimonio con doña Paula Palazuelos. Se adjunta los autos de nulidad de matrimonio.
Autos de nulidad de matrimonio seguidos por doña Nicolasa del Pozo y Silva contra Andrés Márquez de Estrada.
Autos de apelación que presenta el capitán Juan Francisco de Urízar, en nombre de doña María de Huerta, contra el agravio que le ha hecho el juez eclesiástico de Santiago en la causa que siguió contra Lorenzo de Torres, su marido, sobre la nulidad de su matrimonio, proveyendo sentencia contraria a ella.
Autos de apelación que presenta el gobernador don Matías Vásquez de Acuña, en nombre de doña Melchora Hidalgo, vecina de la ciudad de Santiago, contra la sentencia emitida por el provisor de dicha diócesis en los autos que sigue con Juan de Alday, su marido, sobre la nulidad de su matrimonio, en la que declaró que éste era válido.
Autos de apelación que presenta el bachiller Gabriel de Alvarado, fiscal eclesiástico del arzobispado de Lima, contra la sentencia que pronunció el doctor don Antonio de Loaiza, chantre, provisor y vicario general del obispado de Huamanga, contra la sentencia que emitió en el pleito de nulidad de matrimonio seguido por doña Sebastiana de Arce y Gamboa contra don Salvador de Rivera, su marido, en que declaró por nulo dicho matrimonio.
Autos de apelación que presenta doña María de Osnayo contra la sentencia definitiva emitida por el provisor y vicario general de Huamanga, en que declaró no haber lugar a la nulidad de su matrimonio con don Diego de Osorno Castro y Morales, haciendo solamente divorcio del mismo.
Autos de apelación que presenta Francisco Gómez Ortiz, en nombre de don Salvador Pizarro, vecino de la ciudad de Huamanga, en la causa de nulidad de matrimonio seguida por doña Mariana de Ibarra. Apela contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicho obispado, en que le ordenó exhibir los bienes que tenía en su poder.
Autos de apelación presentados por José Núñez de Padró en nombre del alférez Juan de Luque, en la causa seguida por doña Catalina de Valverde, su mujer, sobre la nulidad de su matrimonio. Apela contra la sentencia que anula dicho matrimonio y que otorga licencia a doña Catalina para disponer de su persona.
Autos de apelación que presenta Lorenzo Merino Varona en nombre de doña Ana de Vera, contra la sentencia de la causa de nulidad de matrimonio seguida con don Pedro de Cepeda, su marido.
Autos de apelación que presenta Antonio de Escobar Quintanilla, en nombre de Alonso de la Vega Crespillo, contra la sentencia pronunciada por don Tomás de Cevallos, provisor y vicario general de Quito, en la causa de nulidad de matrimonio que sigue con doña Mariana del Villar, su mujer, por la cual declaró no haber lugar la nulidad intentada por él y les mandó hacer vida maridable.
Autos de nulidad de matrimonio entre el maestro de campo don Antonio Calero y doña Luisa Illanes de Quiroga. Car.
Fragmento de los autos de nulidad de matrimonio interpuestos por doña Melchora de Vergara contra Juan de Alday.
Autos de apelación que presenta el gobernador don Matías Vásquez de Acuña, en nombre de doña Melchora Hidalgo, vecina de la ciudad de Santiago de Chile, contra la sentencia pronunciada por el provisor de dicha diócesis contra ella, en los autos que sigue Juan de Alday, su marido, sobre la nulidad de su matrimonio.
Autos de apelación que presenta Nicolás de Esplana, en nombre de don Luis Barbarán Lazcano y Carbajal, vecino de la ciudad de Huamanga, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de la misma diócesis, en la causa de nulidad de matrimonio que ha seguido con doña Sebastiana de Castañeda y Oré, por el cual mandó debajo de censuras que no saliese de la ciudad, siendo así que ya está nulo el matrimonio por estar sentenciada ya la causa.
Autos de apelación que presenta Miguel de Medina, en nombre de doña María de Mendoza Ladrón de Guevara, mujer legítima de don Luis Antonio de Sotomayor Pimentel, contra una sentencia emitida por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en que declaró por nulo su matrimonio.
Fragmento del traslado de los autos de nulidad de matrimonio seguidos por doña María de Godoy Carbajal contra Nicolás de Urrutia, su marido. Ella apela contra la sentencia del fiscal, pues fue obligada por su madre a casarse sin su voluntad, por ser menor de 15 años.
Fragmento de los autos de apelación en segunda instancia que presenta don Gabriel de la Barrera, en la causa de nulidad de matrimonio seguida por doña María Zegarra. Apela sobre la restitución de diferentes bienes apreciados que ella llevó en dote. Es una apelación que viene del tribunal de Trujillo.
Autos de apelación que presenta Diego Esteban Berrocal, en nombre de doña Francisca de la Breña, en la causa de nulidad de su matrimonio con don Antonio de la Rocha Lobo, su marido, contra la sentencia definitiva pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en que declaró no haber lugar a dicha nulidad.
Autos de apelación que presenta don Pedro Sánchez Maldonado, vecino de la ciudad de Quito, en nombre del doctor don Cecilio Soqueba, presbítero, defensor de matrimonios de dicho obispado, contra una sentencia pronunciada por el provisor juez de causas matrimoniales de la misma diócesis sobre la nulidad del matrimonio contraído por Pedro Vizcaíno y María Vizcaíno, en que declaró nulo dicho contrato.
Autos de apelación que presenta doña Jerónima de Yrrarazábal y Andía contra la nulidad de las elecciones realizadas en el monasterio de la Concepción de Santiago de Chile, en los que fue electa abadesa.
Autos de apelación seguidos por el contador don Jerónimo Ordóñez de Pineda, en nombre de doña María de Ortega, mujer de don Juan de Salcedo, vecinos de Quito, contra la sentencia pronunciada por don Tomás de Cevallos, provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa que sigue con su marido sobre divorcio, en que se declaró no haber lugar para ello.
Autos de apelación que presenta fray Gonzalo de Herrera, procurador jubilado y general de corte de las provincias del Perú de la orden de San Francisco, en nombre del padre procurador de corte de la ciudad de Quito, a fin de que se declare por nulas las declaratorias puestas por el provisor del obispado de Quito contra algunos religiosos de su orden. Incluye la causa seguida sobre los límites de la doctrina de la Asunción y San Antonio de Carangui.
Autos de apelación presentados por don Pedro Contreras, conjunta persona de doña María Pedraza, en la causa seguida contra el monasterio de la Santísima Trinidad de Lima, sobre la nulidad de un censo perpetuo sobre unas casas de dicho monasterio. Apela contra la sentencia.
Autos de apelación que presenta el doctor don Sebastián López de Aguilar, racionero de la santa iglesia, en nombre del deán y cabildo de Quito, contra la sentencia del provisor de dicha ciudad, en la cual da por nula la imposición de las capellanías que dejó fundadas el Ilustrísimo señor don Agustín de Ugarte y Saravia, obispo que fue de Quito, aplicando los 24,000 pesos del principal de ellas al monasterio de monjas de Santa Teresa, que él mismo fundó. El Obispo había legado 100,000 pesos para la fundación del convento. Incluye las cláusulas de fundación del monasterio del Carmen de Lima, las de las dos capellanías y la cabeza del testamento del doctor Agustín de Ugarte Saravia, natural de Burgos, obispo de Quito.
Autos que sigue Cristóbal de Llano en nombre del bachiller don Agustín de Sepúlveda, presbítero, promotor fiscal del obispado de Quito, pidiendo se le entregue testimonio de la causa de nulidad de los votos del bienio que intentó el hermano Silvestre de la Rúa, de la Compañía de Jesús.
Autos de apelación presentados por fray Feliciano de San Bartolomé en la causa de nulidad de su profesión seguida contra la religión betlemítica. Apela contra los agravios hechos por el auto proveído por el juez de apelaciones del obispado de Huamanga que declara válida su profesión.
Traslado de los autos de apelación interpuestos por fray Bernardo de Silveira, religioso de la orden de Predicadores, en la demanda de nulidad de su profesión que él interpuso al convento de Nuestra Señora del Rosario, por haber sido amenazado por su padre con azotarlo, obligándolo a profesar contra su voluntad. Apela contra la sentencia.
Autos de apelación que presenta el castellano don José Zenzano y Chávarri, en nombre del licenciado don Diego Pacheco y Aguilar, cura y vicario de la doctrina de Anco, en el obispado de Huamanga, en la causa seguida por el doctor don Julián Galindo Muñoz, presbítero, sobre la nulidad de la permuta que hicieron ambos. Apela contra la sentencia otorgada por el juez eclesiástico del obispado de Huamanga, en que declaró por nula dicha permuta, otorgándole unas capellanías de 500 pesos de réditos cada año por el curato de Anco.
Autos de apelación que presenta Juan Beltrán de Balcázar, en nombre de doña Catalina Pinto Rabelo, vecina de la ciudad de la Concepción de Chile, contra la sentencia pronunciada por el maestro don Pedro de Camus, arcediano de la catedral de Concepción y gobernador del arzobispado, en la causa de nulidad de matrimonio que siguió la apelante contra el capitán Agustín de La Rea, su marido, por la cual declaró no haber lugar la nulidad.
Autos de apelación presentados por Águeda de Moya en la causa de nulidad de matrimonio seguida contra Luis González Navarrete, su marido, el cual alega ser pobre y no tener medios para enfrentar los gastos de esta causa y solicita que no se le cobre los derechos. Águeda de Moya apeló al auto del obispo por el cual dio por bueno el matrimonio.
Autos de apelación que presenta don Francisco de Zárate y Mendoza, marido de doña María Maldonado, en la causa que contra la susodicha ha seguido sobre la nulidad de matrimonio y que se declare por religiosa del convento de Santa Clara de Santiago. Apela de los autos sacados sin provisión compulsoria, y de la sentencia del provisor y el padre fray Juan de Buenaventura, comisario provincial de aquella provincia, quienes declararon por nulo el matrimonio.
Autos de apelación en segunda instancia que presenta don Tomás Corbacho y Luz en la causa de nulidad de matrimonio que le sigue doña Sebastiana de Medrano y Bustamante, a fin de que le devuelva a la demandante la dote y arras. Incluye carta de dote.
Autos seguidos por uno de los canónigos magistrales de Ayacucho, pidiendo la nulidad de la elección de vicario capitular que se hizo en la persona del señor arcediano doctor don Pedro Lucas Cueto.
Autos de apelación que presentan Juan de Castro y doña María de Osorio, marido y mujer legítimos, quienes se casaron en el pueblo de Chinchero, provincia de Andahuaylas y dicen haber sido obligados por la madre de ella a presentar petición de nulidad o divorcio en la ciudad de Huamanga, y habiéndola depositado a ella en la casa de doña Isabel Carrillo. Piden que se continúe su matrimonio. Apelan contra las censuras en que fueron declarados por haber ella salido del depósito, censuras que pidió su madre María Osorio.
Autos seguidos por el capitán don Simón Ruiz Díaz, en nombre del licenciado don Pedro de la Fuente, presbítero, sacristán mayor de la villa de los Santos, jurisdicción del obispado de Panamá, contra el licenciado don Alonso Fernández Tolosano sobre la nulidad de la colación de una capellanía.
Autos de apelación presentados por Francisco Machado en nombre del doctor don Francisco del Molino Saldívar, canónigo magistral de la catedral de Panamá, contra el nombramiento de provisor hecho en sede vacante en el doctor don Alejandro Alfonso Fagundo y sobre la preferencia del asiento.
Autos de apelación seguidos por el licenciado Luis Sánchez Palomares, cura de la parroquial de la villa imperial de Potosí, contra el deán del obispado de la Plata, quien quiere nombrar un tercer cura para su doctrina.
Autos de apelación que presenta José Geminiano de Arenas, procurador del número de la Real Audiencia, en nombre del capitán don José de Mena Chacón, vecino de la ciudad de Santiago de Chile, contra una sentencia que contra él proveyó el chantre de dicha catedral, doctor don Jerónimo Hurtado de Mendoza y Saravia, provisor y vicario general de dicho obispado, por la cual le condenó mandando que el doctor don Pedro de la Barrera, maestrescuela de dicha santa iglesia, sirva la capellanía que mandó fundar doña Melchora de Mena, difunta, declarándole por capellán de ella hasta que los hijos del capitán Mena tengan edad para ordenarse.
Autos de apelación que presenta Hernando Palomino, vecino de Huamanga, patrón de la capellanía que dejó doña Isabel de Solier, su madre, difunta, viuda en segundas nupcias de Garci Díez de San Miguel, fundada en la iglesia mayor de dicha ciudad. Apela contra el nombramiento de capellán hecho en el licenciado Francisco Matienzo de Córdova, clérigo presbítero, comisario del Santo Oficio de Huamanga; siendo que como patrón él ya había nombrado a su nieto don Fernando Palomino, sacerdote.
Autos de apelación que presenta Manuel de Mendizábal en nombre del doctor don Juan Baltasar de Carbajal y Grimaldo, tesorero de la catedral de Panamá, contra la sentencia pronunciada por el Obispo de dicha diócesis, en la que cesa el nombramiento de capellán en Carbajal, otorgándoselo a don Manuel Ordóñez, por ser el pariente más inmediato de la fundadora, doña Isabel de Ulloa.
Autos de apelación interpuestos por el licenciado Juan Arévalo Sedeño, cura beneficiado de la ciudad de Ica, contra una sentencia que dio contra él el licenciado Pedro Lorenzo Azañero, vicario y juez eclesiástico de dicha ciudad, declarándolo por público excomulgado por no haber celebrado la misa de las Ánimas el lunes sino el martes, y por haber celebrado en otra fecha la misa de la cofradía de los Remedios de los morenos.
Autos de apelación que presenta Manuel Suárez, en nombre del doctor don José Pérez, cura rector de la parroquia del Sagrario de la catedral de Huamanga, en la causa de oficio seguida por el deán y cabildo de dicha iglesia contra él sobre el cumplimiento de su ministerio parroquial.
Autos de apelación seguidos por Miguel de Betancurt, vecino de Ica, contra los autos proveídos por el vicario y juez eclesiástico de dicha ciudad, por los cuales le manda no sacar de ella a una negra, su esclava, nombrada Catarina Biafra, que compró en remate público de los bienes del licenciado Domingo Martín Franco, por ejecución que se hizo en ella por doña Juana Palomeque, quien adujo estar la esclava casada con Francisco Terranovo, esclava del dicho Martín Franco, y que debía hacer vida maridable con él.
Autos seguidos acerca del matrimonio contraído clandestinamente por don Pedro Aramburo con doña Isabel Rodríguez de Rivadeneyra.
Autos de apelación que presenta Juan Lorenzo de Cela, en nombre de doña Jerónima de Céspedes, vecina de la ciudad de San Miguel de Ibarra, jurisdicción de la ciudad de Quito, contra la sentencia en la que el provisor dijo ser firme, legítimo y válido el matrimonio contraído con Juan Jiménez Paladino, su marido.
Autos seguidos por doña Catalina Monte de Sotomayor contra el capitán don Domingo de Erazo, solicitando se impida a éste casarse por haberle dado palabra a su hija doña Juana Monte.
“Autos en raçón de buscar las máscaras del tiempo antiguo, los tamborillos, cusmas y demas ynstrumentos del bayle guacon.”
Autos de apelación que presenta Pablo de Velasco, curador ad litem de Ignacia, Isabel, Teresa, Antonio y José de Jaramillo, negros, contra una sentencia del provisor de la diócesis de Santiago, en la causa que sigue por la libertad de dichos menores contra el monasterio de Santa Clara de dicha ciudad, por la cual se declaró no haber lugar la dicha libertad.
Autos de apelación que presenta Pedro Rendón de Robles, en nombre del doctor don Juan Eusebio de Guzmán, presbítero, vecino de Santiago de Chile, contra los autos emitidos por el provisor de dicho obispado, en la causa seguida por Micaela Jofré, mulata, sobre su libertad, declarando no haber lugar lo pedido por Guzmán.
Autos de apelación que presenta el padre José María Adame, de la Compañía de Jesús, procurador general de la Provincia de Chile, por lo que toca al colegio de Santiago, en la causa que contra este colegio han seguido Juana y Josefa de La Torre sobre su libertad. Apela contra la sentencia que las declaró libres.
Autos de apelación que presenta doña Jerónima Ureta Ordóñez, religiosa profesa de velo negro en el monasterio de la Concepción de Santiago de Chile, contra la sentencia pronunciada por el obispo de Santiago de Chile, Ilustrísimo señor doctor don Francisco González de la Puebla, y contra un auto proveído por el señor doctor don Jerónimo Hurtado de Mendoza, canónigo de la catedral de Santiago y provisor de su obispado, suspendiéndola de la abadía y de voz activa y pasiva por la mala administración de los bienes de dicho monasterio
Testimonio de los autos de apelación presentados por doña Catalina de Amasa, viuda del general don Antonio Jara, en la causa seguida contra el monasterio de Santa Clara de la Victoria por los salarios del maestro don Francisco Jara, su hijo, capellán que fue del dicho monasterio. Doña Catalina apela contra la sentencia del provisor del obispado de Santiago, en la que absolvió de la demanda al monasterio.
Autos seguidos por Miguel Pérez de Caicedo, clérigo de menores órdenes, contra el capitán don Gaspar del Águila, alcalde ordinario de Santiago de Chile, acerca de los privilegios del fuero eclesiástico que debe gozar.
Autos de apelación que presenta doña Andrea Román de Aulestia, viuda del general don Ignacio Vásquez de Acuña, quien fue corregidor de Huamanga, y su albacea, tutora y curadora de sus menores hijos, en la causa que sigue con don José Delgadillo como fiador mancomunado de don José Barbarán por cantidad de pesos de los diezmos de la provincia de Andahuaylas. Apela contra los autos proveídos por el doctor don Ignacio Ventura Romaní, juez ordinario de diezmos, y contra los autos proveídos por el Obispo de Huamanga.
Autos seguidos por don Antonio Cruzado contra don Blas de Baltierra sobre una cuenta de compañía que hubo entre éste y don Tomás Costa en el navío "San Francisco Javier", alias "La Perla", por la tercera parte de las ganancias.
Autos de apelación que presenta el capitán Antonio de Arbizúa, en nombre del capitán Bartolomé de Marigorta, contra la sentencia dada por el provisor del obispado de Santiago de Chile, en que declaró no haber lugar la licencia que pidió para vender un esclavo casado fuera del reino de Chile.
Autos seguidos por el capitán y sargento mayor Francisco Silvestre Guerrero, vecino del asiento de Latacunga y escribano mayor de visitas del distrito de la real audiencia de Quito, a fin de que se le otorgue licencia para fundar los tambos que a su costa ha fabricado en el sitio de Cunchibamba, paraje que está en medio de los asientos de Ambato y Latacunga, convenientes por las huertas de alfalfares, agua, seguridad y buen avío de los pasajeros que continuamente trajinan ese camino de comercio. Incluye información.
Autos seguidos por el bachiller Diego Jiménez Cañas, presbítero, para que se le otorgue licencia a fin de poder celebrar misa, pues está suspenso a raíz de una causa criminal que se le siguió en Chuquisaca, a la que apeló y que ha quedado suspensa más de un año, encontrándose pobre y necesitado.