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Autos de apelación que presenta el licenciado don Ignacio de Morales, colegial del real de San Martín y abogado de la real audiencia, en nombre de doña Leonor de Morales, vecina de Santiago de Chile, viuda de don Juan de Mieses, contra la sentencia pronunciada por el provisor de dicha diócesis, en que declaró no haber lugar la denunciación de obra nueva ni la prohibición de que el agua caiga a la casa de la dicha Leonor, en los autos que ha seguido contra don Juan José Vilches, presbítero.

Autos de apelación que presenta Alonso Gómez de la Montaña, en nombre del bachiller Juan Guerrero de Vargas, cura y beneficiado de la iglesia de la ciudad de San Marcos de Arica, contra un auto y mandamiento del obispado de Arequipa por el cual se condenó al vicario de Arica, Ignacio Hernández, en cincuenta pesos de a ocho reales y otros tantos, por acusarlo de no haber querido casar a Antonio Rodríguez Corte Real y Catalina de Vargas, teniendo licencia del Obispo

Autos de concurso y oposición al beneficio curado rectoral de la catedral de Santiago de Chile, que servía el padre Francisco Millán Patiño, difunto. Opositores: don Ambrosio de Zavala Lasao, don Jerónimo Hurtado, el bachiller Diego López de Castro, el padre Juan López Modón, cura rector de la ciudad de Mendoza, el padre don Francisco de Escobar, clérigo presbítero, cura y vicario de los pueblos de Curimón y Aconcagua, don Diego de Garay, clérigo presbítero, cura de los pueblos de Lampa y Colima. Incluye la genealogía de los dos primeros.

Autos de apelación presentados por Santiago Cristóbal de la Cueva en nombre del marqués de Feria, contra la sentencia de preferidos pronunciada por el Obispo de Huamanga, en la causa de concurso de acreedores formada de los bienes del licenciado don Juan José Guillén de Mendoza, cura y vicario que fue de la doctrina de Arma, en la provincia de Castrovirreyna.

Autos que sigue el contador Juan Pérez de Arozqueta, en nombre del maestro de campo don Silverio de Beingolea, en la causa de acreedores contra los bienes del licenciado don Alonso Ibáñez Dávila, cura que fue de Caylloma, a fin de que se apremie a que se cumpla la sentencia que salió a su favor.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Jacinto Villacreces contra la sentencia de la causa seguida por el doctor don Felipe Salcedo, cura de la parroquia de Santa Ana de la ciudad de Huamanga, sobre el concubinato con doña Ignacia Salcedo, hija natural de don Felipe, y substracción de sus bienes.

Autos de apelación que presenta Antonio de Escobar Quintanilla, en nombre del licenciado Matías de Aldas, presbítero, cura beneficiado del pueblo de Pillaro, patrón de la capellanía que fundó Benito Cid, apela de un auto pronunciado por el licenciado don Tomás de Cevallos, provisor y vicario general de Quito, en la causa que siguió el doctor don Marcos Tello, presbítero, con el obispo de dicha ciudad, a fin de que se le otorgue colación y canónica institución de dicha capellanía, por el cual auto excluyó al apelante aduciendo no tener derecho al patronazgo de la misma.

Autos de apelación que presenta el doctor Pedro González Refolio, canónigo de la catedral de Arequipa, contra un auto proveído por su Obispo, en que declaró no deberle dar la colación y canóniga institución de la canongía de dicha iglesia, teniendo el apelante real cédula de su Magestad para dicha posesión.

Fragmento de los autos seguidos por don Antonio Rodríguez Guillén, marido de Francisca Villaverde, y Matea y Leonardo Villaverde, menores de edad, hijos naturales y herederos de don Francisco de Villaverde, difunto; a fin de que se les depache censuras generales para que los declaren ignorar que don Juan Fuerte de Torres, difunto, como albacea y tenedor de bienes que fue de don Francisco de Villaverde, cobró la cantidad de doce mil y más pesos de los inquilinos del susodicho; y de la compra que hizo de las casas que quedaron por bienes de don Francisco.

Autos de apelación que presenta Juan de Cárdenas, en nombre de don Sebastián Ruiz de Sosa, vecino de Arequipa, contra los autos del juez eclesiástico por los que se le cobra los réditos de una capellanía en el juicio seguido por don Nicolás Rodríguez de Cabrera sobre la capellanía que mandó fundar doña Petronila de Miranda de diez mil pesos de principal sobre la viña que posee en el valle del Vítor el dicho Ruiz de Sosa.

Autos de apelaciones que presenta el capitán don Gabriel de Zuleta Reales y Córdova, de la orden de Santiago, contra un auto emitido por el Obispo de Quito, en que se ordenó que don Juan del Corro, cura propio del pueblo de Yascual, jurisdicción de Pasto, cobre la mitad de los réditos de una capellanía. Zuleta aduce que los dichos réditos se los cedieron íntegramente.

Autos seguidos por el dean y cabildo de la iglesia de Arequipa, representado por el chantre de la catedral, el licenciado don Juan de Aguilar del Río, contra el maestro Lorenzo Pérez de Vivero, respecto al cobro de unos diezmos pertenecientes a dicho cabildo. Contiene el testamento del maestro Pérez de Vivero

Autos seguidos por don José de Viana Iturbide a fin de que se recojan los decretos proveídos por el gobierno a favor de Pedro Álvarez, vecino de Quito, arrendatario de la encomienda de las monjas del monasterio de la Concepción de la ciudad de Cuenca, en los que se le concedió la facultad de cobrar los tributos de indios pertenecientes a la mencionada encomienda.

Fragmento de los autos de apelación que presenta Diego Esteban Berrocal, en nombre de Felipe de Monterrey, marido de doña Magdalena de Oré, y como padres legítimos de Bernardina y Catalina Teresa de Monterrey, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en que mandó entregar al monasterio de carmelitas de dicha ciudad unos cuadros que por cláusula de testamento otorgó el licenciado don Rodrigo de Eslava y Sayas, presbítero, difunto, de quien es albacea Monterrey, y a quien le siguió causa el doctor don Juan de Contreras Tello y Sayas, presbítero, hermano del difunto

Traslado de la demanda que interpone Jacinto Jerónimo de Prado, marido y conjunta persona de Francisca Sisa, natural de Huamanga, contra los mayordomos de la cofradía de San Antonio, fundada en el convento de San Francisco de Huamanga, y contra Juan Manco Hanampa y Juan Curas, por un pedazo de tierras de seis almudes de sembradura, que dicen haber comprado de Juan Caruasana, hijo de Pedro Carualluya, tío de la apelante, en el valle de Viñaca, en el asiento de Oco, que es uno de los cuatro pedazos de tierra que mandó y donó Pedro Carualluya por cláusula de testamento a la apelante. Incluye el testamento de Pedro Carualluyac, natural de Huamanguilla, de la encomienda de Diego Gavilanes, ayllo Chinchaysuyos.

Solicitud que presenta don Manuel Navarrete de Vera pidiendo que cese el notario menor de Quito Alejo Montes de Oca.

Solicitud que presenta el doctor don Juan Bautista de León y Andrade, cura y vicario de la doctrina de Corculla, en el obispado de Huamanga, para que se le otorgue un certificado de salud, a fin de evitar la prisión que se ordena por auto arzobispal.

Autos de apelación presentados por el licenciado Juan Ruiz y Revilla, abogado de la real audiencia, en nombre de don Francisco Barba, preso en la real cárcel de Quito, vecino y feudatario de la ciudad de Jaén de Bracamoros, contra unos autos proveídos por el doctor don Juan de Valencia, deán de la santa iglesia catedral de Quito y provisor de aquel obispado, y contra el canónigo Juan de Quiroz, asimismo provisor, y su asesor el licenciado Diego García de Valverde, por unas censuras que le pusieron.

Autos de apelación que sigue Melchora de los Reyes, como madre de doña Luciana de la Cruz, residente en el pueblo de Chincha, contra las censuras impuestas a su hija por el vicario de dicho pueblo por decir que no exhibe una moza nombrada Isabel, que ha criado en su casa, para que sea puesta en libertad a solicitud de un vecino del dicho pueblo, que pretende casarse con ella, sin que haya precedido información ni otra diligencia.

Autos de apelación presentados por don Álvaro de Villarreal y Leyva, en nombre del gobernador don Melchor de Peñaloza, vecino de la ciudad de Quito, contra un auto emitido por el provisor y vicario general de Quito, en razón de ciertas censuras que mandó dar contra su parte.

Autos de apelación presentados por Juan de Ceballos Velasco, en nombre de Gabriel Hurtado y Juan de Montesdoca, vecinos de la villa de Zaruma, albaceas y herederos de Alonso Ortiz de Montes de Oca, contra un auto del Obispo de Quito por el cual mandó correr las censuras despachadas a solicitud de Agustín de Carrión, como acreedor de los bienes de Alonso Ortiz.

Fragmento de los autos de apelación que presenta don Juan Alvarez de Sotomayor, relator de la real audiencia, en nombre del doctor don Antonio González de Vega, su tío, dean de la santa iglesia de Quito y comisario del Santo Oficio, contra todo lo actuado por el doctor don Alonso de la Peña Montenegro, obispo de aquella diócesis, en la causa que contra él ha seguido por censuras y poniéndole en la tablilla.

Autos de apelación que presenta el bachiller don Nicolás Carreño de Torres, en nombre de don Diego Hurtado Melgarejo, vecino de Arica, contra el auto que proveyó el Obispo de Arequipa en el que suspendió las censuras que a su pedimento tenía concedidas, acerca del arrendamiento del tambo de la comunidad de Tacna.

Autos seguidos por don José Guerrero, clérigo presbítero y domiciliario de la diócesis de Quito, a fin de que se le conceda licencia para poder celebrar misa.

Autos de apelación que presenta Francisco Gómez Ortiz, en nombre del doctor don Juan González de Ortega, presbítero, cura beneficiado de los Azogues, jurisdicción de la ciudad de Quito, contra una sentencia pronunciada por el obispo de dicha diócesis, en que le condenó a que perpetuamente se abstuviera de celebrar misa, además de otras penas.

Autos de apelación presentados por el cabildo de la ciudad de Panamá, contra el auto proveído por el Obispo de dicha diócesis en que mandó guardar como día de fiesta el de Santo Tomás de Villanueva, por haberlo librado de una grave enfermedad, el día 18 de setiembre, sólo por el año de 1705.

Autos de apelación que presenta José de Altuves, en nombre de los capitanes don José García de la Vega, alguacil mayor de la villa de Huancavelica, y de don Álvaro Montero de Solalinde, mineros y azogueros en aquel asiento, contra un auto proveído por el deán y cabildo de la iglesia de Huamanga, en que ordenaron que los apelantes como mayordomos de la cofradía del Carmen, fundada en la iglesia del hospital de dicha villa, hiciesen la fiesta del año sin excusa alguna, nombrando predicador a satisfacción del cura de la parroquia y con licencia suya y no de otra suerte; hecho que iba contra la costumbre, por ser ellos los que siempre tuvieron la prerrogativa de nombrar predicador y no el cura.

Autos que presenta Hernán González Santiago, en nombre de Juan Cabeza Donayre, apelando contra la sentencia dada por el provisor y vicario general de Quito en la causa matrimonial que siguió con doña Marta de Bohórquez, su mujer, el uno pidiendo el divorcio y la otra la nulidad de su matrimonio.

Autos de apelación que presenta el contador don Francisco de Peralta Barnuebo, en nombre del doctor Juan González de Ortega, cura de la doctrina de los Azogues del obispado de Quito, contra un auto del provisor y vicario general del obispado de Quito en la causa de capítulos que siguieron don Juan Mundumbay, don Andrés Tenemasa y don Pedro Bustan, caciques y principales de dicho pueblo. Por dicha sentencia lo condenaron en todas las costas y salarios de la causa.

Autos de apelación que presenta don Felipe Veles Cachupín, en nombre del doctor Gabriel de Villafuerte, cura beneficiado de Mollepongo, en el obispado de Quito, contra un auto del provisor y vicario general de dicha diócesis, en la causa de capítulos seguida contra él por don Gonzalo Razo y otros indios de dicho curato, por el cual mandó despachar juez y notario con salarios para la averiguación de dichos capítulos.

Autos de apelación que sigue Diego Rodríguez de Guzmán, en nombre de Diego Martín de Salazar, albacea y tenedor de bienes del licenciado Juan de Salazar, que lo fue del licenciado Rodrigo Hernández Príncipe, de todos los autos hechos por el licenciado don José Laureano de Mena, cura y vicario de la doctrina de San Luis de Huari, provincia de Conchucos, en la causa que pretende seguir Luis Bartolomé de Tarazona sobre los alimentos que pide de los bienes de Hernández Príncipe.

Carta de poder otorgada por el licenciado don Diego de Velasco, presbítero, cura beneficiado del pueblo de naturales de Santo Domingo de Parita, al Reverendo Padre Maestro fray Cipriano de Medina, de la orden de Predicadores, para que lo represente en todos los grados e instancias en una causa criminal en que le han puesto ciertos capítulos.

Autos de apelación que presenta don Alejandro Crespo, clérigo presbítero domiciliario del obispado de Cuenca, contra el auto que niega su habilitación en las funciones sacerdotales para poder celebrar y confesar, que le fueron suspendidas por causa criminal seguida por el Obispo de Cuenca contra él.

Autos que sigue el doctor don Pedro Jiménez de Veles, presbítero, contra el licenciado don Domingo de Asebos, provisor de Quito, ejerciendo el dicho oficio, sin más causa ni ocasión que la de haber solicitado que una sobrina suya huérfana tomase estado, por ser interés de una persona poderosa amiga del dicho provisor, lo mandó meter en un calabozo de prisión tan rigurosa que en ella arriesgaba su vida, haciéndole muchas injurias y vejaciones en público como en secreto, poniéndole enemiga tanto a él como al párroco que hizo el casamiento, el licenciado don Lorenzo de Mesa, cura de dicha catedral.

Autos de apelación presentados por Juan de la Rocha, en nombre del doctor Jerónimo de Herriega y Alarcón, cura de la catedral de Arequipa, contra los autos proveídos contra su parte por el Obispo y el provisor de Arequipa, en que mandaron se pagase el 3% del seminario de los aniversarios de legos que tiene sin colación ni canónica institución de Francisco de Castro y Francisco de Chaves, siendo estos autos contra derecho.

Autos de apelación que presenta el doctor Pedro Blanco de Atienza, presbítero, contra los autos de la causa seguida con el doctor José Flores de Bastidas, presbítero, sobre la capellanía de doña Mariana de Riano, por haber sido nombrado por patrón legítimo de ella.

Autos de apelación presentados por el capitán don Bartolomé de Azaña, caballero del hábito de Santiago y alcalde de la Santa Hermandad, en nombre del licenciado Juan Gómez de Ribera, en la causa que por una capellanía sigue con el licenciado Pedro de Rojas, contra un auto que mandó repeler el interrogatorio presentado por el apelante.

Autos de apelación que presenta el maestro Diego de Morales Armero, clérigo presbítero, vecino de la villa de San Miguel de Ibarra, en la jurisdicción de Quito, en la causa seguida contra Juan de Meneses y don Felipe de Landázuri, su procurador, sobre la capellanía fundada por el capitán Rodrigo Baca de Salazar y doña Bárbara Tello de Meneses, su mujer, sobre sus haciendas en el valle de Puchimbuela. Apela de la sentencia definitiva pronunciada por don Luis Matheu y Sanz, provisor y vicario general del obispado de Quito.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Fermín Tapia, presbítero, a nombre del doctor don José de Ojeda y Valdivieso, cura y vicario del pueblo de San Antonio de Adjuncañar, jurisdicción de Cuenca, en la causa con don Juan José Guerrero y Matheu, clérigo de menores órdenes, sobre el derecho y posesión de dos capellanías colativas. Apela contra los autos que conceden las capellanías a Guerrero.

Autos de apelación interpuestos por José de Cobos, en nombre del bachiller Pedro Hernández de Sifuentes, contra los autos proveídos por el vicario eclesiástico de la ciudad de Ica, en la causa ejecutiva que sigue el apelante contra los bienes y herederos de doña Catalina de Herrera y Pero Fernández de Córdova, su marido, y contra Mateo de Arce, administrador de dichos bienes, por 843 pesos y seis reales que le deben de una capellanía.

Autos de apelación presentados por el maestro Diego del Carpio, presbítero, contra un auto del provisor de Quito, por el cual declaró no debía servir la capellanía de misas del licenciado Juan Muñoz Galán, difunto, por decir ser llamado a ella el bachiller Pedro Hurtado, presbítero.

Autos de apelación que presenta el maestro fray Juan de Benavente, procurador general de corte de la provincia de Lima, de la orden de Nuestra Señora de las Mercedes, por lo que toca al convento de Quito, en los autos seguidos contra el convento por José y Juan Gómez, por una capellanía de mil pesos de principal impuestos en una hacienda del pueblo de Corocollao, que posee don José Suárez. Apela contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicha diócesis en que mandó secuestrar el principal y corridos de la capellanía.

Autos de apelación que presenta Pedro Angulo Portocarrero, en nombre del doctor don Casimiro Astudillo y Herrera, domiciliario del obispado de la ciudad de Cuenca, contra el auto definitivo pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Quito en la causa seguida por el apelante con don José Vallejo sobre la propiedad de una capellanía.

Autos de apelación presentados por doña Magdalena Beltrán, hermana y heredera del doctor don Vicente Beltrán, presbítero, en la causa seguida contra el padre don Joaquín Beltrán, del oratorio de San Felipe Neri, apoderado de don José Beltrán y Sánchez, clérigo de menores órdenes. Apela contra el auto pronunciado por el doctor don José Carrión, obispo de Cuenca, en que declaró que la vacante de la capellanía colativa fundada por don Lorenzo Beltrán, de dos mil pesos de principal, de que es capellán don José Beltrán y Sánchez, debe entenderse desde el día de la muerte de éste y no desde la de don Vicente.

Autos seguidos por doña Juliana de Biedma, viuda de Diego de Valverde de Aguilar, vecina de Quito, pidiendo que se le entregue los autos seguidos sobre la capellanía que otorgaron y fundaron Lorenzo Calvache e Inés de Santa Cruz.

Autos de apelación seguidos por el capitán y sargento mayor Francisco Lucero, marido de doña Inés Jiménez de Monte, patronos de la capellanía de misas que instituyó el padre Domingo de Agurto, difunto, y el licenciado José Martínez de Vargas, presbítero, capellán de ella, contra un auto proveído por el doctor don Agustín de Ugarte, obispo de Quito, por el cual declaró pertenecer el dicho patronazgo al regidor Sebastián Cabrera Barba y a Juan López de Heredia, como maridos de doña María y doña Agustina de Carbajal, hijas y herederas de Antonio Jiménez de Monte; y por capellán propietario a don José de Torres Hinojosa, presbítero.

Autos de apelación presentados por el licenciado Pedro Ortuño de Larrea contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito en la causa que sigue con el doctor Manuel de Cáceres sobre la capellanía del licenciado Andrés López Albarrán, canónigo que fue de dicha ciudad.

Sentencia de la causa de apelación en segunda instancia seguida por el licenciado Francisco de Amaya, presbítero, contra el doctor Francisco Marcillo de Quirós, cura beneficiado del pueblo de Pimampiro, sobre la capellanía que dejó fundada el doctor don Juan de Quirós, chantre que fue de la catedral de Quito.

Autos de apelación que presenta José de Altubes en nombre del capitán don Lorenzo Bravo, vecino de Quito, contra un auto emitido por el provisor y vicario general del obispado de Quito en la causa que contra él sigue don Jacinto del Barco, clérigo de primera tonsura, a fin de que se le adjudique una capellanía que dejó fundada José Pérez de Zúñiga de mil pesos de principal y otra de dos mil pesos que instituyó Ángela de la Vega.

Autos de apelación presentados por don Miguel Pereyra de Rivas, en nombre del maestro don Tomás de Grijalva, presbítero, vecino de la ciudad de Quito, contra una sentencia del provisor y vicario general de dicha diócesis, en que declaró por capellán al doctor don Vicente de Oñate, cura del pueblo de Amanguaña, de las capellanías que mandaron fundar el maestro Miguel de Oñate y el bachiller Antonio Jiménez.

Autos de apelación que presenta don Manuel de Salazar y Piedra, en nombre del maestro don Felipe Beltrán y Sánchez, clérigo presbítero vecino de la ciudad de Cuenca, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, sobre una capellanía de 2,000 pesos fundada por don Lorenzo Beltrán, y adjudicada en dicha sentencia a don José Mariano Beltrán de los Ríos.

Traslado de los autos de apelación presentados por don José Joaquín Corella, clérigo de menores órdenes, domiciliario del obispado de Quito, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de dicha diócesis en la causa seguida con don Javier de Leiva Quintero Príncipe, clérigo de menores órdenes, sobre la
capellanía que mandó fundar el Ilustrísimo señor doctor don Alonso de la Peña Montenegro, quien fue obispo de Quito, con un principal de 4,000 pesos.

Autos de apelación que presenta el doctor don Pedro de la Carrera, capellán del monasterio de Carmelitas Descalzas de Quito, en los autos con el doctor don Juan Fausto Gámez, cura propio del pueblo de San Pedro de Amaguaña sobre 1,059 pesos que pide. Apela contra el auto proveído por el Obispo de Quito, en el que ordena se consigne dicha cantidad.

Traslado de los autos de apelación presentados por Ramón Jaramillo, procurador, a nombre del doctor don José de Ojeda y Valdivieso, cura del pueblo de Cañar, de la jurisdicción del obispado de la ciudad de Cuenca, en la causa seguida con don Juan José Guerrero y Mateu sobre el principal de 3,000 pesos de capellanías. Apela contra el auto que declara no haber lugar la nulidad solicitada por Jaramillo, condenándole en las costas procesales.

Primer cuaderno. Traslado de los autos seguidos por don José Mariano Beltrán y Sánchez, clérigo tonsurado domiciliario en el obispado de Cuenca, sobre la posesión de una capellanía de principal de dos mil pesos, fundada por don Lorenzo Beltrán.

Primer cuaderno. “Autos demostrados por los herederos de don Fulgencio de Losa en la causa que contra éstos y las casas que poseen ha seguido don José Eustaquio Flores sobre la existencia de una capellanía que en el principal de mil quinientos pesos fundó don Manuel Flores”, sobre unas casas en el barrio de la Merced

“Segundo Cuaderno. Autos seguidos por don José Eustaquio Flores, clérigo presbítero, contra los herederos de don Fulgencio de Losa sobre la exsistencia de la capellanía que en el principal de mil quinientos pesos fundó don Andrés Flores, imponiéndolos en las casas que al presente poseen dichos herederos.”.

Autos de apelación en tercera instancia (antes seguidos en Huamanga) entre el doctor don Pedro Gómez de Andrade y el licenciado don Martín de Cevallos sobre el derecho a la capellanía colativa que dejó en su testamento Manuel Álvarez de Garnica, vecino de Riobamba, provincia de Quito, natural de la villa de Olivencia, reino de Portugal, cuyo principal es de 1,335 pesos situados en una casa que poseían Juan Martínez de Andrade y su mujer doña Luisa de Valladolid, en la calle que va del convento de La Merced al hospital de San Diego, en la ciudad de Lima. Apela Cevallos contra la sentencia dada en Huamanga, la misma que a su vez confirmaba la pronunciada en Trujillo en primera instancia, que concede la capellanía colativa al doctor don Pedro Gómez.

Autos seguidos por el monasterio de Santa Clara contra el doctor don Manuel Silvestre Alvarez de Ron, capellán propietario de la capellanía que fundó Illán Suárez de Carbajal.

Autos de apelación presentados por Bernardo de Quintero, vecino de Quito, como marido de Juana de la Parra, contra la sentencia de la causa seguida con Hernando Flores de la Bastida sobre las capellanías que pretende.

Autos de apelación que presenta don Mariano González, presbítero, vecino de Quito, en la causa seguida contra los bienes de doña María González, su tía, difunta, vecina de dicha ciudad, quien le cedió una estancia nombrada Guzug; y en su testamento no hace mención de tal donación, habiendo fundado una capellanía en el valor de la estancia, nombrándolo capellán de ella. Pide se declare por válida la donación y apela contra un auto definitivo pronunciado por el Obispo de Quito, en que declaró no haber lugar dicha donación.

Autos de apelación que presenta don Francisco Javier Gómez, del orden seráfico de San Francisco, procurador general de corte, a nombre del convento de San Pablo de Quito, en la causa seguida sobre la pertenencia y servicio propietario de la capellanía de 4,000 pesos de principal que mandó fundar el doctor don Bernardino Valverde. Apela contra la sentencia que favorece al licenciado don Francisco Javier Ormaza, clérigo presbítero y ahijado de Valverde.

Solicitud que presenta Francisco Flores, en nombre de don Juan José Guerrero y Matheu, corregidor y justicia mayor del asiento de San Luis de Otavalo, en la jurisdicción de Quito, pidiendo se le entregue los autos seguidos contra el doctor don José de Ojeda sobre el derecho de propiedad a las capellanías colativas fundadas por don Francisco Mogollón de Obando y don Pedro Flores de Hinojosa. Los pide dada la apelación presentada por Ojeda.

Autos seguidos por el doctor don José de Ojeda y Valdivieso, cura y vicario del pueblo de San Antonio de Adjuncañar, jurisdicción de Cuenca, contra don Juan José Guerrero y Mateu, clérigo de menores órdenes, sobre el derecho a dos capellanías colativas, una de 2,000 pesos de principal fundada sobre la hacienda de Huachala por don Francisco Mogollón; y la otra fundada con el principal de mil pesos por don Pedro Flores de Hinojosa. Apela en segunda instancia contra el auto pronunciado por el cura de la parroquia del Cercado, que declara por válida la colación conferida a Guerrero, en atención a que desde 1758 se halla en posesión de las dos capellanías.

Autos de apelación que presenta José de Llano y Valdés, en nombre del doctor don José Abad y Carrillo, cura propio de la parroquia de San Sebastián de la ciudad de cuenca, en el obispado de Quito, contra la sentencia pronunciada por el Obispo de dicha diócesis en la causa que sigue contra él el licenciado don Francisco Abad, su padre legítimo, acerca de cierto dinero y alhajas que puso en su poder con la confianza de ser su padre.

Autos de apelación que presenta el licenciado Marcos de Valencia, presbítero, en la causa con María de Valencia sobre los alimentos que le pide aduciendo que es su hija natural. Apela contra la sentencia pronunciada por el licenciado don Tomás de Cevallos, provisor y vicario general de Quito, en que condenó al apelante a dar 50 pesos de alimentos por año a María Valencia.

Autos de apelación presentados por Juan de Uribe, en nombre de Francisco de Ochandiano, canónigo de la catedral de Santiago de Chile, contra los autos proveídos por don fray Juan Pérez de Espinosa, obispo de dicha diócesis, acusándolo de deber dos mil pesos de la fábrica de dicha iglesia.

Autos de apelación presentados por Pedro Sánchez Arroyo, presbítero, en nombre del maestro don Tomás Pérez de Santiago, maestrescuela de la catedral de Santiago de Chile y tesorero de ella, comisario de la Santa Cruzada y del Santo Oficio de dicho obispado, contra la sentencia pronunciada por el provisor de aquella diócesis en la causa seguida por el padre Cristóbal de Zamudio para que le pague cien patacones.

Autos seguidos por el general don Pedro de Prado y Lorca contra el visitador don Pedro Martínez de la Puebla, presbítero, de quien fue deudor, "por siertos exessos de yntereses" en el comercio de harina y trigo en el valle de Aconcagua. Incluye cuentas (freno, acero, paño, jerga, cecina, grasa, seda, ropa de la tierra, bayeta, tabaco, pañete, miel, carneros, cordobanes, trigo, cueros de suelta y harina).

Autos de apelación presentados por Francisco Rengifo, en nombre de doña Juana Salinas, vecina de Santiago, en la causa seguida contra el doctor don José de Ugarte y Albaria, clérigo presbítero domiciliario en Santiago y capellán de la capellanía que mandó fundar doña Úrsula de Zavala, sobre la paga de unos corridos de ella. Apela contra una sentencia del juez metropolitano de Lima.

Autos de apelación que presenta fray Jerónimo de Ariza, presentado de la real y militar orden de Nuestra Señora de las Mercedes y procurador general de ella, en nombre del licenciado don Silvestre Vizcardo, presbítero, y de doña Micaela de Zea, viuda de don Gaspar Vizcardo, contra la sentencia definitiva del provisor y vicario general del obispado de Arequipa, en la causa que siguió contra sus partes don Ambrosio Corzo Negrón, condenándolos en 3,316 pesos más el resto de 341 pesos. Incluye el testamento y codicilos de don Félix Vizcardo de Guzmán, vecino del valle de Majes.

Autos seguidos por don Alberto de Zela y Neyra, en nombre del doctor don Juan Manuel de Moscoso y Peralta, tesorero y maestrescuela de la catedral de Arequipa, a quien le debe Pascual Márquez, mercader de dicha ciudad, novecientos pesos de azúcar que le vendió de su hacienda, el cual ha presentado una escritura falsa que lo convierte en acreedor, y además lo ha agredido e insultado en la sacristía de la mencionada catedral.

Traslado de la demanda interpuesta por Miguel de Medina, en nombre de doña Elvira de Aguilar, viuda de Bartolomé González, su albacea y tenedora de bienes y heredera, contra el doctor don Pablo de Paredes por 17,280 pesos.

Autos de apelación que presenta Pedro de Llaguno Gómez, en nombre del capitán Esteban de Vílchez, albacea del licenciado don Juan de Enciso Navarrete, en la causa que contra sus bienes sigue el capitán Simón de Barañano por 1,270 pesos de principal y sus réditos. Apela contra un auto emitido por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga.

Autos de apelación presentados por Antonio Pérez, en nombre del licenciado Antonio Fernández de Quiroz, chantre de la catedral de Quito, contra un auto proveído por el Ilustrísimo señor don fray Pedro, su obispo, en el pleito que ha seguido con el deán y cabildo de ella sobre los pesos que tiene pedidos por su prebenda, del tiempo que estuvo preso.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina en nombre del doctor don Antonio González de Vega, racionero más antiguo de la santa iglesia catedral de Quito y comisario del Santo Oficio, en la causa que contra él sigue Andrea Maldonado por 50 pesos que le pide. Apela contra una sentencia dada por el provisor de dicha diócesis en que condenó al apelante a que pagase a la contraria los dichos 50 pesos, siendo así que se los tiene pagados como lo prueba el recibo presentado.

Autos de apelación presentados por el capitán don Juan de Amaya Bernardo de Quirós, en nombre del bachiller José Marsillo, presbítero, vecino de Quito, contra una sentencia pronunciada por el licenciado don Tomás de Cevallos, provisor y vicario general del obispado de Quito, por la cual le condenó en cantidad de pesos en la causa de demanda que le siguió Diego Requejo, presbítero.

Autos de apelación que presenta Juan Pérez de Llanos en nombre del comisario don José de Ortega y Soto, vecino del asiento de Latacunga, en la causa seguida por el maestro Francisco Martínez Perraso, presbítero, contra el apelante. Apela contra un auto en el que se ordena le embarguen 1,122 pesos de los corridos de un censo de principal de 8,900 impuestos sobre las haciendas y molinos de Huigua.

Autos de apelación interpuestos por Cristóbal Vásquez Albán, mercader y vecino de la ciudad de Quito, en los autos seguidos contra los bienes, albaceas y herederos de doña Jerónima Sánchez de Segura, mujer legítima que fue de Matías Vásquez Albán, su hermano, sobre cierta cantidad de pesos. Apela contra la sentencia definitiva pronunciada por el provisor y vicario general de Quito, en que absolvió a dichos bienes de la demanda puesta por la apelante.

Autos de apelación que presenta Juan Díaz Álvarez, en nombre del maestro Diego Moreno de la Carrera, presbítero, vecino de Quito, contra la sentencia pronunciada por el doctor don José Fausto de la Cueva, deán de la catedral de Quito y gobernador de dicho obispado, en que le condenó a pagar 300 pesos de a ocho reales a doña Luciana Duque de Estrada.

Autos seguidos por doña Úrsula de Angulo y Montesinos, vecina de Loja, mujer legítima del capitán don Pedro Chamorro, pobre de solemnidad, sobre 90 marcos de plata y dos joyas de oro y diamantes que su marido empeñó por 500 pesos al maestro Manuel Naranjo, clérigo presbítero.

Autos de apelación presentados por el licenciado don Vicente Lúcar y Cabueñas, teniente de los curas rectores de la parroquia de Santa Ana de Lima, en nombre del doctor don Mariano de Cuesta y Gijón, presbítero domiciliario del obispado de Quito, contra el auto del provisor y vicario general de dicha diócesis, por el cual declaró por libre a doña Teresa Sierra y a su hacienda de Cachuqui de los réditos de de 2,000 pesos de principal desde la muerte de don Pablo Gijón hasta la de don Pedro, su hermano.

Autos de apelación que sigue Félix Cotán, en nombre de Nuño de Balboa, vecino de la ciudad de La Paz, contra la sentencia dada por el licenciado Diego Ruiz de la Torre, provisor y vicario general del obispado de la Plata, en la que revoca la sentencia de remate dada por el vicario de la ciudad de La Paz en el pleito ejecutivo que el apelante siguió contra el licenciado Villarroel sobre noventa pesos.

Autos de apelación seguidos por Alonso Gómez de la Montaña, en nombre del capitán Pedro Guerra de Contreras, contra un auto proveído por el vicario del puerto de la Magdalena de Pisco, en el pleito que siguió el apelante contra el licenciado Juan de Robles Gallegos sobre más de setecientos pesos que éste cobró en su nombre.

Autos de apelación seguidos por el licenciado don Francisco Ángel de Noblega, cura ínter que fue de la doctrina del valle de Pativilca, contra el auto proveído por el licenciado don Nicolás Fernández de Andrade, cura propietario de dicha doctrina, por el cual lo declara excomulgado, a raíz de un pago de ciento noventa y un pesos hecho de su salario al maestro platero que hizo unos blandones de plata para la fábrica de la iglesia.

Autos de apelación que sigue don Juan de Córdova en nombre del maestro de campo don José de Ames, albacea y tenedor de bienes del comisario don Antonio Guerra, del proceso seguido en el obispado de Huamanga con Pedro Ordóñez Flores y legatarios del licenciado don Juan Ordóñez Flores por cantidad de pesos.

Autos de apelación que presenta el capitán Juan Pérez de Arozqueta, en nombre del capitán Martín de Urquiza, vecino de la ciudad de Santiago de Chile, albacea y tenedor de bienes de doña Catalina de los Ríos, viuda del maestro de campo don Alonso de Carbajal y Campofrío, difunta, contra la sentencia pronunciada por el doctor don Cristóbal Sánchez de Abarca, provisor del obispado de Chile, en la causa que doña Margarita Beas sigue contra los bienes de la dicha difunta por el legado de tres mil pesos que pretende haberle hecho don Alonso de Carbajal, marido de la difunta.

Autos seguidos por don Toribio de la Cueva, en nombre de los herederos abintestato de don Manuel Fernández Hidalgo, contra el doctor don Juan Terán sobre el débito de pesos que tiene a la testamentaría de Fernández Hidalgo.

Autos de apelaciones que presenta Juan Antonio Dávila Saavedra, en nombre del licenciado don Andrés Velásquez Dávila, presbítero, vecino de la villa de Moquegua y domiciliario del obispado de Arequipa, contra el agravio que ha hecho el juez eclesiástico ordinario de Arequipa en la causa que siguió contra él Luis Vélez de Córdoba, vecino de la dicha villa, sobre pretender le pague cantidad de pesos que entraron en poder del alférez Fernán Velásquez Dávila, su padre.

Autos seguidos por don Isidoro Quesada contra el doctor don Manuel Teodoro Leyva, dignidad de maestrescuela de la catedral de Arequipa, sobre cantidad de pesos.

Autos de información que presenta Antonio de Torres de la Fresneda, protector general de los naturales del reino del Perú, hecha por los caciques del repartimiento de Colla, de la encomienda de don Pedro de Córdoba Mejía, por donde consta que los cien pesos que don Carlos Valpa Tinco traía eran de ellos y no de don Carlos, y por muerte de éste el padre Andrés Terrazas, cura del Chorrillo, tomó de ellos cincuenta patacones para hacer bien por el alma de don Carlos.

Autos de apelación que presenta Alonso Gómez de la Montaña, en nombre de Diego López Samaniego, como albacea y heredero del beneficiado Pedro Samaniego, su tío, contra una sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en un pleito seguido contra don Pedro de Cárdenas, deán de la catedral de dicha ciudad, por cierta cantidad de pesos que le pidió y habiendo sido condenado en 1,047 pesos de a ocho reales, pidió se le descuente 700 pesos.

Autos de apelación que presenta don Pedro de Cárdenas, deán de la catedral de Huamanga, contra una sentencia emitida por el provisor y vicario general de dicha diócesis, que pronunció contra él en la causa que siguió Diego López Samaniego, heredero y tenedor de bienes que dijo ser de Pedro Samaniego, difunto, en que le condenó en 1,047 pesos de a ocho reales.

Autos de apelación que presenta el doctor Antonio Díez de San Miguel Solier, en nombre de doña Mariana Tello de Chaves, mujer legítima de don Melchor Palomino, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en que la excomulgó y puso en la tablilla porque no sabía de unas casas que fueron de Diego Gavilán el Viejo, en las cuales está impuesto un censo que se le debe como a heredera de Fernando Palomino, que monta más de 4,000 pesos que le deben.

Autos de apelación que presenta don Diego Gallegos contra lo refolio suelto por el Obispo de Huamanga, en la causa ejecutiva con José de Llano y Valdés, en nombre de don José de Cáceres, contra los bienes del licenciado don Andrés Pacheco por cantidad de pesos.

Autos de apelación que presenta Pedro Medina Vicentelo, en nombre de don Juan José de Ylizarbe, vecino de Huamanga, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en que declaró no haber lugar a un mandamiento que solicitó el apelante en la causa que sigue con el licenciado don Miguel de Anaya por cantidad de pesos.

Autos de apelación que presenta fray Carlos Lizárraga, procurador general de la provincia de la orden de San Francisco, en nombre del convento de San Francisco de Huamanga, contra una sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en la causa seguida por el hospital de San Juan de Dios por cantidad de pesos.

Sentencia del pleito seguido entre Andrés de Sevilla, escribano mayor de los naturales del distrito de la real audiencia de Quito, y el licenciado Diego de la Varga Villoslada, clérigo presbítero, para que éste devuelva 10,393 pesos y siete reales a Sevilla por el empleo que hizo Pedro de Sevilla según el contrato que entre ellos se celebró.

Autos de apelación presentados por Miguel de Medina, en nombre del maestro Cristóbal de Chaves San Martín, en la causa que contra él sigue Diego Rodríguez sobre 500 pesos que le prestó. Apela de un auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en que le condenó a pagar los 500 pesos referidos y el apelante aduce no deber cantidad alguna.

Autos de apelación presentados por el gobernador don Pedro de Loma Portocarrero contra un auto del provisor y vicario general de Quito en la causa ejecutiva que sigue contra los conventos de San Agustín de la ciudad de Quito y de Riobamba, sobre 4,000 pesos de principal y 700 de réditos de una capellanía; por el cual da por libres de dicha cantidad a los referidos conventos.