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Autos de apelación que presenta don José Camacho, comerciante, en nombre del reverendo padre maestro fray Matías de Molina, de la orden de La Merced, en la causa seguida por doña Juana de Plazaerte por cantidad de pesos que resultan de la venta de unas cintas. Apela contra la sentencia que le obliga a pagar la deuda.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Francisco Lazo de la Vega, cura y vicario del pueblo de Salamanca, provincia de Condesuyos, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Arequipa en la causa que contra él sigue Juan Briceño de Arévalo sobre quinientos pesos, que es la mitad del sínodo del tiempo que sirvió dicho beneficio.

Autos seguidos por doña Margarita Velásquez y Camargo, mujer legítima del capitán José Ruiz Villarreal, contra el licenciado don Francisco de Quesada y Risco, sobre ocho onzas de perlas, dos mantillas y dos vestidos que le empeñó en quinientos pesos de a ocho reales.

Solicitud que presenta Diego Esteban Berrocal, en nombre de Francisco de Acharte, vecino de Huamanga, pidiendo que el cabildo de Huamanga pague las costas de 92 pesos y un real, en la causa seguida con el deán y cabildo de dicha diócesis, sobre el alcance que hizo en las cuentas que dio del tiempo que fue mayordomo de aquella iglesia.

Autos de apelación que presenta don Manuel de Arayndía, en nombre de Úrsula de San Cayetano, religiosa profesa de velo negro del monasterio de la Concepción de la ciudad de Cuenca, en el obispado de Quito, en el pleito seguido con doña María Arias de León como madre legítima del doctor don Isidoro de Rojas, presbítero, su hijo, a fin de que le pague mil pesos que le quedó debiendo. Apela de la revocación hecha por el Obispo de Quito de la sentencia del provisor que mandaba se le pague de dichos bienes.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Pedro de la Borda, en la causa ejecutiva seguida por el general don Domingo López del Pozo contra él, por cantidad de pesos que debe del arrendamiento de la hacienda de Mosobamba y la hacienda de cañaveral de Ccaruacagua, tierras de Cancaillo y sitio de Quilcata, en la provincia de Andahuaylas. Incluye escritura y relación de bienes arrendados con dicha hacienda.

Autos de apelación que presenta don Juan de la Torre y Ribera, vecino de Arequipa, contra un auto proveído por el Obispo de Arequipa en que le condenó a que exhiba dos mil pesos de a ocho reales que dispuso doña Luciana de Valdivia se le entregue al padre Fernando de Colmenero, jesuita, de lo procedido de la viña de Tacar.

Autos de apelación que presenta Salvador Sarmiento de Valladares en nombre de don Fernando de Avellaneda, alegando agravios por el auto pronunciado por el provisor y vicario general del Arzobispado de Lima, en la causa seguida entre el bachiller Pedro de Otaola, cura y vicario del pueblo de San Juan de Ica, contra Rodrigo Arias de Alarcón, a fin de que se le pague el salario del tiempo que sirvió la capellanía que en dicho pueblo instituyó doña Magdalena Mococa.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina, en nombre de Diego Felipe de Illescas, residente en la ciudad de Huamanga, en la causa que contra él sigue Manuel de Castro Araujo sobre la cuenta que le pide de las semillas que recogió en su recua, tocantes a los diezmos y fábrica de la santa iglesia de dicha ciudad, de quien es mayordomo el referido Manuel de Castro. Apela contra los autos pronunciados por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en cuanto por ellos mandó ponerlo por público excomulgado en la tablilla hasta que pague las cantidades de semillas que le pide el referido mayordomo; sin mandarle pagar lo que le debe a su vez éste del flete y acarretos de las semillas, ni ajustar la cuenta conforme a los vales que tiene presentados en dicha iglesia.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina, en nombre de Rodrigo de Medina, vecino de Huamanga, en la causa que contra él sigue el licenciado don Antonio de Aliaga, cura y vicario de Luricocha, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en que manda que el apelante y los demás que tienen chacras de coca en el valle de Viscatan y otros valles de dicha doctrina, paguen las primicias de ellas aunque sean las cosechas dos y tres por año.

Autos de apelación que presenta Alonso de Arcos Valencia, en nombre del bachiller don José de Pastrana, cura y vicario de la doctrina de Sancos y Sacsamarca, en el obispado de Huamanga, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de dicha diócesis en la causa de capítulos puestos contra él por don Felipe Onco Yauri, cacique principal y gobernador del pueblo de la Asunción, por la cual fue condenado a pagar las costas.

Autos de apelación que presenta Juan de Cárdenas, en nombre del sargento mayor don Diego Gallego, en la causa seguida contra los albaceas del doctor don José Santiago Treviño, arcediano que fue de la santa iglesia de Huamanga, a fin de que le paguen cierta cantidad que gastó en el pleito seguido por doña María Palomino.

Autos de apelación en segunda instancia presentada por el convento de San Agustín en la causa seguida por doña Rosa de Cuadros contra fray Miguel Sánchez, a fin de que le devuelva los mil pesos y unas joyas que le dio a guardar para que no se las robasen en su casa por el temblor del 28 de octubre de 1746. Apela contra la sentencia que ordena que el mencionado convento pague la deuda y desempeñe las alhajas.

Autos de apelación que presenta Baltasar de los Reyes, en nombre del doctor don Felipe Salcedo, cura propio y vicario de la doctrina de Santa Ana, en el obispado de Huamanga, en la causa ejecutiva promovida contra él por don Baltasar Timoteo Quiñones sobre cantidad de pesos. Apela contra la sentencia que lo condena en 946 pesos y 6 reales y manda hacer remate de sus bienes para el pago de dicha cantidad.

Autos de apelación interpuestos por Pedro González Bustamante, tutor y curador de la persona y bienes de doña Florencia Barreto, hija del capitán don Lorenzo Barreto, contra el auto o sentencia que el padre Martín Rosillo, cura del valle de Pisco, ha dado contra los bienes de la dicha menor, en la causa que contra ella pretendió seguir el padre fray Tomás de Villavicencio, de la orden de Predicadores, sobre los pesos que le pide.

Autos de apelación interpuestos por el capitán Antonio Gutiérrez Bueno, señor de minas e ingenio en el asiento del Nuevo Potosí, quien es deudor de 200 pesos de a ocho reales al capitán Alonso de Blancas, y éste a su vez lo es de más cantidad a la mesa capitular; contra el auto emitido por el licenciado don Antonio de Cáceres, comisario a cargo de la cobranza de los diezmos, por el cual lo excomulga a raíz de no haber pagado la deuda del capitán Blancas.

Autos de apelación que presenta Juan Francisco López Geri, presbítero, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de Huamanga, por el cual le ordena pagar 200 pesos por acusarle de haber incurrido en la pena de una escritura de convenio que hizo con don Bartolomé Ramírez de Zarauz.

Autos seguidos por don Eusebio Mariano Jayme, cura de Cachi Vinchos, en nombre del doctor don Melchor de Ibarra, cura de Huanta, difunto, contra don Silvestre Jerí, cura de Pampas, por 390 pesos de la venta de un reloj, y que por fallecimiento de éste se sigue contra su hermano don Ignacio Jerí, cura de la parroquia de la Magdalena.

Autos que sigue el capitán Juan Martínez de Palacios, familiar del Santo Oficio de la Inquisición, contra el licenciado Fabián de Chiquillejos, presbítero, quien le debe 822 pesos y medio de a ocho reales que en el puerto del Callao le entregó Juan de Garay Secadura para que se los entregase, lo cual no ha hecho.

Autos de apelación que presenta Francisco de Rojas y Mendoza, en nombre de Francisco de Cárdenas Zapata, vecino de la ciudad de Arequipa, albacea del licenciado don Baltasar de Cárdenas Zapata, su hermano difunto, cura que fue del pueblo de Pampacolca, provincia de Condesuyos de Arequipa, contra el auto proveído por el juez eclesiástico de Arequipa por el cual declaró que debía dar a don Juan Francisco Rosel y Cansino por cabeza de sus hijos y de doña Juana Dávila y Cárdenas, su mujer, difunta, dos mil pesos de a ocho reales por vía de dote de los frutos de la hacienda de viña nombrada Marran, en el valle de Majes, en cuatro cosechas a quinientos pesos cada uno, siendo opuesto este auto a la disposición testamentaria.

Autos de apelación que presenta don Pedro de Saldías, caballero de Santiago, vecino de Lima, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga en la causa seguida por él contra los bienes del licenciado don Antonio Delgadillo, cura de la doctrina de Sancos y Sacsamarca, en la referida diócesis, sobre 7,041 pesos en que se obligó Juan Bautista de la Barra, difunto. En dicha sentencia declaró el provisor no tener que pagarse al apelante la mencionada cantidad.

Traslado de los autos seguidos por el capitán Gabriel de Santiago Argomedo, alcalde ordinario y alguacil mayor del tribunal de la Inquisición en Huamanga, contra el bachiller Juan Claudio Romero y Arroyo, clérigo presbítero, quien le debe 3,500 pesos de a ocho reales.

Fragmento de los autos de apelación que presenta fray Miguel Gutiérrez Solano, del orden de Nuestra Señora de las Mercedes, en nombre del licenciado don Luis Gutiérrez Solano, presbítero, su hermano, cura de la doctrina de Pampas, provincia de Huanta, contra todo lo actuado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, y en especial contra el auto en que ordenó despachar mandamiento de ejecución contra el apelante, en la causa ejecutiva seguida por don Alonso de Chacón Fajardo por cierta cantidad de pesos.

Traslado de los autos seguidos por el licenciado don Juan de Prado, cura y vicario de la doctrina de Luricocha, a fin de que don Pedro Jayo Garay, minero y azoguero en Castrovirreyna, le pague más de mil pesos que le prestó, con los cuales Prado debe cancelar lo que debe al tesorero de la iglesia de Huamanga de las bulas que se repartieron en Castrovirreyna, Arma y San Cristóbal de los Guachos.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Pedro de Prado y Escobar, deán de la santa iglesia de Huamanga, contra una sentencia pronunciada por el Obispo electo y gobernador de Huamanga, en la causa con Juan de la Roca, en que lo condenó en 500 pesos que supuestamente le debía el apelante a Roca.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Francisco Serpa y Padilla, abogado de la real audiencia, en la causa que sigue contra el bachiller Baltasar Rodríguez, presbítero, vecino de Huamanga, quien le debe 500 pesos de a ocho reales del precio en que le vendió los molinos y tierras de Guatata en el año 1643. Apela contra la sentencia de remate pronunciada en la causa.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina, en nombre del licenciado don Diego de Ontiveros, cura de la doctrina de Guancaylla, en el obispado de Huamanga, en la causa que contra él sigue el maestre de campo don Pedro de Castilla Manrique sobre 500 pesos que le pide. Apela contra la sentencia emitida por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en que le condenó a devolver los 500 pesos con algunas rebajas que de ellos le hizo.

Autos de apelación que presenta el maestro don Diego de Velasco y Raya, cura y vicario de Hatun Lucanas, albacea y tenedor de bienes de Juan Núñez de Cantoral, difunto, en la causa que le siguen Francisco Antonio de Escobar y Vargas y Miguel de Susaya, hermanos, residentes en la provincia de Lucanas, a fin de que les pague 2,133 pesos que han gastado como fiadores del difunto para la entrega del fletamento de una partida de ají y algodón a favor del capitán Juan Antonio de Mollinedo. Apela contra la sentencia.

Autos de apelación que presenta don Roque de Otalora y Sotomayor, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en la causa ejecutiva que sigue contra el maestro don Diego Velasco y Raya sobre 7,915 pesos que le debe.

Autos de apelación que presenta José de Altuves, en nombre del licenciado don Juan Bautista Bellido, cura y vicario de la doctrina de Quinua, en el obispado de Huamanga, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en la causa que sigue el convento de Santo Domingo de ella por mil pesos de principal y 400 de réditos, por el cual dicho auto mandó que pagase el apelante dichos corridos y que hiciese reconocimiento del principal.

Autos de apelación que presenta Diego Esteban Berrocal, en nombre de don Diego Guillén de Mendoza, contra los autos pronunciados por el deán provisor y vicario general de Huamanga, en la causa seguida por el licenciado Melchor Martínez de los Reyes, maestro de capilla que fue de dicha catedral, a fin de que se le pague 2,100 pesos que dice le quedó debiendo el licenciado Salvador García Mayo, presbítero, difunto, mayordomo que fue de las rentas de esa iglesia, de quien el apelante es albacea y tenedor de bienes. Los autos ordenan que sea excomulgado y puesto en la tablilla.

Autos de apelación que presenta Clemencia Pradera, natural de Huamanga, contra el auto que le ordena devolver 16 pesos que el presbítero don José Guaraca le dio a cuenta de una mula, cuya muerte la ocasionó en el pueblo de Tambo, y no cubriendo su valor le dio en prenda una hopa vieja de paño de segunda en 14 pesos.

Autos seguidos por fray Eugenio Ibáñez Cuevas, comisario general de San Francisco de las provincias del Perú, contra don Manuel Díaz , don José Basae, Domingo Alacano, Amancio Cárdenas, mayordomo del marqués de Maenza, don Nicolás de Ávalos y Melchor Aliaga, sirviente de dicho marqués, quienes con armas de fuego impidieron en el llano de Tuipullo que el padre fray Bartolomé Alacano fuera enviado fuera de la provincia. La orden franciscana apela contra un auto del provisor y vicario general de Quito, que exoneró de ser incursos en la excomunión de la Bula de la Cena a los inculpados.

Autos de apelación que presenta don Esteban de Lemos, en nombre del bachiller Diego de Obando, clérigo de menores órdenes, contra una sentencia del provisor de Quito en la causa criminal que siguió doña Victoria García, por la cual lo condenó a un año de destierro y a quitarse los hábitos clericales.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina en nombre del licenciado Cristóbal de Chaves San Martín, presbítero, vecino de Quito, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en que le manda salir desterrado en conformidad de otro auto proveído por el deán de dicha iglesia, siendo así que ya le había sido alzado el referido destierro.

Autos de apelación presentados por don José Antonio de Ulloa Tavera, presbítero, vecino de la ciudad de Arica, contra el auto del Obispo de Arequipa, por el cual mandó que saliera desterrado de Arequipa y toda la diócesis, a raíz de un pleito que su hermana viuda tuvo con Sebastián de Mendoza, vecino del Callao, quien hizo información sumaria contra él.

Autos de apelación que presenta Pedro Camino de Lis, alguacil mayor de la ciudad de San Marcos de Arica, contra los autos del vicario general del obispado de Arequipa, por los cuales le despojaron del patronazgo de la capellanía que mandó fundar Pedro de Fonseca, difunto, aduciendo pertenecerle al Obispo; y dieron por nulo en nombramiento hecho en Francisco Camino de Lis, su hijo. Incluye el testamento de Pedro de Fonseca, natural de Braga, vecino de Arica; y de doña Angela de Lara, mujer de Pedro Camino de Lis, natural de Madrid, vecina de Arica, primera mujer de Fonseca.

Autos de apelación que presenta el marqués de Nevares, gobernador y capitán general de la ciudad de Popayán, en los autos seguidos por el Virrey del Perú y Presidente de la real audiencia de Quito, contra el despojo violento que le han hecho de su cargo de gobernador. Incluye una relación de lo cosechado en botijas de vino en la hacienda de Cupina, llamada San Pedro Nolasco, de propiedad del convento de La Merced en Moquegua

Autos de apelación que presenta el contador don Jerónimo Ordóñez de Pineda en nombre del capitán don Alonso Melgarejo, marido y conjunta persona de doña María de Rivadeneyra y Sotomayor, contra los autos seguidos por el licenciado don Tomás de Cevallos, provisor y vicario general de Quito, en la causa que ha seguido el apelante con el maestro Antonio de Vargas Machuca, presbítero, sobre el despojo de unas tierras que tenía en el sitio de Chillogallo, término de la ciudad de Quito.

Autos seguidos por Juan de Salvatierra, vecino de la villa de Huancavelica, contra el capitán don Mateo de Oviedo, quien como mayordomo de la cofradía de la Santísima Trinidad de la parroquia de San Sebastián de Huancavelica, intenta despojarlo de un pedazo de tierras nombrado Caballoaycha, dentro de su asiento de Calqui.

Fragmento de la causa que sigue don Juan de Bolaños contra el convento de San Pablo de Predicadores de Arequipa sobre el despojo que le fue hecho de la viña de Tomaca y nulidad de la venta que le hizo dicho convento de por vidas de sus frutos.

Autos de apelación presentados por fray Jerónimo de Herrera, procurador general de corte de la orden de Predicadores, en nombre del Reverendo Padre Presentado y predicador general fray Diego de Miranda, cura y vicario de la doctrina del Tambillo, contra un auto proveído por el Obispo de Huamanga, por el cual ordenó despojarlo de la posesión natural en que estaba de los Yucays nombrados Viña Chiquita, el Espíritu Santo, el de Guillén y el del Niño Jesús, y los anexos desde Parcaguanca, Cuchicampcha, Andaracay, Soytoco, hasta los altos de don Lázaro de Gálvez nombrados Callapquite y Pichapuquio, pertenecientes a su doctrina, por autos de vista y revista y sentencia a favor de Tapia que ordena se le restituyan a éste los parajes mencionados, más 200 pesos de multa, ornamentos, imágenes y campanas pertenecientes a los Yucays.

Autos de apelación presentados por fray Manuel de Silva, prior del convento y hospital real de la ciudad de Huamanga, en nombre del Reverendo Padre predicador general de corte fray Esteban de Casasola, presbítero, de la orden de San Juan de Dios, contra el auto pronunciado por el provisor y vicario general del arzobispado de Lima, en que declara no haber lugar la declinatoria que interpuso el apelante ante el juez eclesiástico de la villa de Oruro, sobre el litigio seguido con don Manuel de Parrilla, acerca del despojo de la hacienda de Yarvicolla y minas de Corocoro, situadas en dicha villa, que le hizo el Muy Reverendo Padre Comisario General fray Toribio Amésquita, por el arrendamiento que a éste le hizo el padre prior del convento de Oruro.

Autos seguidos por fray Juan de Brizuela, procurador general de corte de la orden de San Francisco de la provincia de Quito, "por la causa pública y utilidad espiritual y temporal" de dicho obispado, pretendiendo despojar del mismo al Ilustrísimo doctor don Sancho de Andrade y Figueroa, obispo de Huamanga e interino de Quito, de su cargo. Incluye correspondencia probatoria.

Carta de poder que otorgan los doctores don Sebastián Pérez de Ubillús y don Ignacio de la Escalera y Velasco, dignidades maestrescuela y tesorero de la santa iglesia de Quito, al general don José de Angulo, caballero de Santiago, y al doctor don Andrés de Angulo, prebendado de la santa iglesia metropolitana de Lima, a fin de que pidan que se entregue los autos del recurso que hizo el doctor Zumárraga, arcediano, sobre el despojo de su cargo.

Autos de apelación que presenta el maestro fray José de Doblas, de la orden de Nuestra Señora de las Mercedes, en nombre del padre maestro fray Alonso de Benavides, comendador general del convento grande de la ciudad de Quito, contra la sentencia definitiva del doctor don Andrés de Munive, provisor y vicario general de dicho obispado, en que le desposeyó de una capellanía que poseía por más de cuatro años con justo título.

Folio folio suelto perteneciente a los autos de apelación presentados por el licenciado Juan de Masasaga, presbítero, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de Quito, por la cual fue despojado de la capellanía que fundaron Margarita de Rivas y Bartolomé Ortiz.

Autos de apelación seguidos por el licenciado Juan Arévalo Cedeño, cura beneficiado de la ciudad de Ica, contra los autos proveídos y proceso formado contra él y excomuniones puestas por el licenciado Diego Fernández de San Agustín, vicario en la dicha ciudad, por haberle desobedecido y no haberle remitido un libro de bautismos a su casa.

Autos de apelación que presenta Nicolás de Esplana, en nombre del bachiller don Antonio Novoa de las Mariñas, cura y vicario del asiento y minas de Castrovirreina, en los autos seguidos contra él sobre oponerle haber desobedecido a sus mandatos y que había faltado el respeto al juez que lo fue a prender. Apela contra todo lo actuado.

Autos seguidos por don Juan Guarda, en nombre del doctor don Antonino Francesqui, canónigo de la santa iglesia de Ayacucho, sobre una denuncia de un desfalco de bienes de aquella catedral. Algunos folios impresos y otros borrados e ilegibles.

Segundo cuaderno de los autos de apelación presentados por el doctor don José Pérez, cura rector del Sagrario de la Catedral de Huamanga, a quien el deán y cabildo le acusan de desatender a su feligresía.

Autos seguidos por el licenciado don José de Acuña y Olivera, visitador del obispado de Huamanga, contra el bachiller don Ignacio de Monroy, cura de la doctrina de Santiago de Viñac, sobre haber desamparado su doctrina sin dejar sacerdote para ir a Lima y a Pisco a negociar gallinas, cecinas, quesos, papas, ovejas y otras cosas.

Autos de apelación seguidos por José Núñez de Prado, en nombre del bachiller Juan de Valverde, cura beneficiado de Piscobamba, contra la sentencia del licenciado Juan Sarmiento, juez de comisión, en que le condenó en más de 1,400 pesos con los salarios y costas más embargo de bienes; sobre la causa criminal que contra él sigue el promotor fiscal sobre oponerle desacatos de una provisión que se despacho a solicitud del bachiller don José Laureano de Mena.

Autos de apelación presentados por el maestro Juan José de Roa, clérigo presbítero, vecino de la villa de Zaruma, obispado de Quito, contra la sentencia pronunciada por el Obispo de dicha diócesis en el pleito seguido contra él por el promotor fiscal de Quito por acusación que le hizo el vicario de la ciudad de Loja de haberle perdido el respeto.

Autos de requisitoria seguidos contra el bachiller Marcos Gutiérrez de Aldana, presbítero, cura y vicario de la doctrina de Chipao, en el obispado de Huamanga, por el desacato que tuvo con el doctor don Antonio de Loaiza, provisor y vicario general de dicha diócesis.

Autos de apelación presentados por el maestro don Miguel de Gamis, presbítero, en nombre del doctor don Pedro de Gamis, su tío, maestrescuela de la santa iglesia catedral de Quito, contra un auto proveído por el doctor don Luis Mateus Sanz, racionero de la catedral de Quito y juez comisario en la causa criminal seguida de oficio contra él acusándole de desacato de palabras con el deán de dicha iglesia, removiéndolo de la prisión que tenía en su casa a la torre de aquella iglesia.

Autos de apelación que presenta Salvador Apelo, en nombre del maestro de campo don José de Buendía, corregidor y justicia mayor de la provincia de Huanta y alguacil mayor del tribunal de la Santa Cruzada del Perú, contra una sentencia proveída por el deán y cabildo de la iglesia de Huamanga, en la causa que ha seguido el apelante contra el doctor don Pedro Gómez de Sanabria, cura y vicario de la dicha provincia, sobre los desacatos que cometió.

Autos de apelación que presenta Cristóbal Gallo, en nombre del convento de San Francisco de Quito, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicho obispado, en la causa que sigue con don Juan de Bustos y Valdés, albacea y heredero del doctor don José de Fuenmayor, sobre la paga de los derechos de su funeral, en que se le limitó dichos derechos a cien pesos en lugar de los 500 que reclama el convento.

Autos de apelación interpuestos por Juan Rodrigo de Heredia, residente en la ciudad de Huánuco, contra el auto proveído por el beneficiado Ambrosio Martel, en el que le declara por excomulgado hasta que pague 38 patacones del entierro de Juan de Heredia, su padre, no teniendo obligación a ello por no ser heredero.

Autos seguidos por don José de Olaeta, presbítero, capellán propietario de un aniversario de la capellanía que instituyó el maestre de campo don Fernando de la Riva-Agüero, difunto, presidente de la Real Audiencia de Panamá, contra el capitán Manuel Noble Canelas, de la orden de Cristo, albacea y tenedor de bienes de Riva-Agüero. Contiene el testamento de éste.

Autos de apelación que presenta el doctor don Francisco Javier de Benavides, cura de la doctrina de Tambo y propiedad de la doctrina de Torata, contra la sentencia del provisor en la causa que sigue con el licenciado don José Cayetano Tejeda, cura propio de la doctrina de Pocsi, sobre el derecho y sucesión de una capellanía de familia.

Autos de apelación que presenta doña María Félix del Sacramento Carreño, abadesa del monasterio de la Pura y Limpia Concepción de Panamá, contra la sentencia pronunciada por el Obispo de dicha diócesis, respecto a la causa seguida contra el licenciado don Juan de Dios Martínez de Salas por el derecho de una casa que vendió el monasterio por menos de su justo precio.

Autos seguidos por el capitán de ejército don Antonio María del Valle, a nombre de don Francisco Rodríguez, a fin de que se declare por desierto el recurso de apelación interpuesto por don Juan de Aguilar, presbítero, de una sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en la causa seguida acerca del derecho a las tierras de Parcoy.

Autos de apelación que presenta Alonso de Torres Romero, procurador general de los naturales del Perú, en nombre de Antonio Huamán Rucana (Bicana o Catayto), indio natural de Aco Oro, de la provincia de Huamanga, contra una sentencia emitida por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en la demanda que el referido indio puso a don Pedro de Cárdenas, deán de la catedral de dicho obispado, pidiendo que se le dé las tierras y alfalfar de Huatata, por ser de don Juan Goalpa, cacique que fue de dicho pueblo de Aco Oro, difunto, su abuelo, en cuyo derecho sucedió. La sentencia declaró que dicho indio no probó sus excepciones, absolviendo al deán y amparándolo en la posesión e imponiendo perpetuo silencio al apelante.

Autos seguidos por don Juan Palomino, de la comunidad del pueblo de Huachocolpa, contra doña Patricia Delgado viuda de Saravia, sobre el derecho a las tierras de Yanantuto, colindantes con las de aquel pueblo.

Autos seguidos por Sebastiana de Berrocal, india natural de la ciudad de Huamanga, contra el doctor don José de Pantoja, albacea y tenedor de bienes del comisario don José Galindo de Berrocal, difunto, cura y vicario que fue de la doctrina de San Juan de Guaytara, sobre el derecho a las haciendas de Cochabamba y Acraybamba, que Galindo le dejó en su testamento. Incluye el testamento de éste.

Autos de apelación que presenta Diego Esteban de Berrocal, en nombre de Francisca de Castro y Victoria Cardosa, vecinas de la ciudad de Huamanga, contra un auto proveído por el deán de dicha diócesis, en que declaró tocar y pertenecer el conocimiento de la causa que se pretende seguir contra las susodichas por el convento de Santo Domingo de esa ciudad, sobre el derecho a unas fincas a dicho deán y cabildo y no a la justicia secular, que era donde pretendían seguir la causa las apelantes.

Solicitud presentada por doña Josefa Salguero, religiosa profesa en el monasterio de Santa Clara, y María Josefa de Larraga, religiosa donada profesa en el mismo monasterio, a cuyo favor ha sido la sentencia del auto sobre el derecho a una celda en la clausura del dicho monasterio y la adjudicación de 50 pesos de renta por muerte de doña María de Larraga. Piden se otorgue una segunda provisión para que Diego Rodríguez de Guzmán, quien ha presentado apelación, devuelva los autos y se inserte la sentencia, pues ya los tiene cuatro meses con ánimo de molestarlas.

Autos de apelación seguidos por Antonio Pérez, en nombre de doña Mariana de Pastrana, viuda del capitán Andrés de Almoguera, contra un auto proveído por el licenciado Marcos Cano, cura y vicario del pueblo de Nazca, en que a solicitud del licenciado Juan Jiménez de Torres, presbítero, acreedor que dice ser a los bienes de doña Constanza de Padilla, difunta, le mandó pagar a dicho cura el funeral y sepultura.

Autos de apelación que presenta Toribio Ramírez de Arellano, en nombre de doña Luisa Vizcarra, mujer legítima de don Martín de Villanueva, vecina de la ciudad de Arequipa, en la causa seguida por don Cristóbal de Villanueva y Vizcarra, su hijo legítimo, menor de veinte años, con don Antonio José de Lastarria, como padre legítimo y administrador de la persona y bienes de don Miguel José de Lastarria y Villanueva, sobre el derecho a una capellanía de cuatro mil pesos de principal que fundaron don Antonio de Villanueva y doña María González de la Fuente, su mujer, sobre una chacara de pansembrar en el valle de Tiabaya.

Autos seguidos por don Francisco de Rivero y Vera contra don Agustín y don Sebastián Hernani, acerca del derecho a la capellanía que fundó don Juan de Cárcamo Valdés sobre unas chacras y tierras.

Autos de apelación que presenta don Pedro de Hermosilla, en nombre del capitán don Bernardino de Adriasola, vecino de la ciudad de Arequipa, contra dos autos proveídos en la causa que contra él sigue el bachiller don Juan Antonio de Aguirre, cura de Llanca, sobre el derecho a una capellanía, en los que se otorga dicha capellanía a Aguirre.

Autos de apelación que presenta Alonso de Arcos Valencia, en nombre del cabildo, justicia y regimiento de la ciudad de Arequipa, en la causa seguida con las monjas del monasterio de Santa Catalina de Sena, sobre el derecho del patronato. Apela contra la sentencia del Obispo de la referida diócesis, por la cual declaró pertenecer el patronato a dicho monasterio.

Autos seguidos por Leonardo Muñoz Calero, en nombre de don José de Mendoza, teniente general de la provincia de los Guambos, contra doña Teresa de Mendoza, quien está pidiendo para su hijo la capellanía de la que es patrón el apelante, que fundaron Domingo López y María Ramírez, padre legítimo y administrador de la persona y bienes de don Juan José de Mendoza, capellán propietario de ella.

Sentencia de la causa seguida en segunda instancia por el doctor don Agustín Ruiz Marino contra el bachiller Luis García Coello sobre el derecho a una capellanía que instituyó y fundó Juan García Rico.

Autos de apelación que presenta don Andrés Morales, en nombre de don Martín de Salazar, contra la sentencia definitiva que contra su parte pronunció el provisor de Arequipa en la causa que siguió como padre legítimo de don Mariano de Salazar con don Cosme Martínez sobre el derecho a una capellanía.

Autos de apelación presentados por José Alejandro de Casasola, en nombre del reverendo padre presentado fray Fernando de Salas y Valdés, vicario provincial y prior del convento de los Hermitaños de San Agustín de la ciudad de Arequipa, contra la sentencia pronunciada por el Obispo de dicha diócesis en los autos que sigue con el doctor don Domingo de Arnao y Arévalo, presbítero, sobre una capellanía de cuatro mil pesos de principal, que le fue adjudicada a don Domingo.

Autos de apelación que presenta don Jorge Hurtado Zapata, a nombre de don Santiago Zapata, padre legítimo de don Manuel Zapata, quien sigue causa con el presbítero don Carlos Diez Canseco sobre una capellanía eclesiástica de cuatro mil pesos de principal, fundada por don José Hurtado Echegoyen. Apela a la resolución en contra de su parte. Incluye el testamento de don Pedro Hurtado Zapata.

Autos de apelación que presenta don José Victoriano Jaramillo, contra la sentencia de la causa seguida por los derechos de una capellanía con el licenciado don Antonio José de la Cueva, prepósito y administrador del oratorio de San Felipe Neri de la ciudad de Panamá. La capellanía es de 6,000 pesos y la fundó don Luis Ponce de León, canónigo de la catedral de Panamá.

Autos seguidos por el maestro Tomás de Grijalva, acerca del derecho a una capellanía fundada por el licenciado Antonio Jiménez de Figueroa, presbítero, en unas tierras nombradas Yascón.

Autos de apelación que presenta don Domingo Granados, en nombre del maestro don Juan Pinto, clérigo presbítero, vecino de la ciudad de Quito, en la causa con el licenciado don Juan Hidalgo Pinto sobre el derecho a unas capellanías fundadas por Bartolomé Fernández Sierra y Diego de Gamboa. Hidalgo Pinto apeló en tercera instancia en el obispado de Trujillo.

Autos de apelación que presenta Pedro Baraona contra un auto definitivo, en la causa que sigue el doctor don Manuel Páez de Trastamara, clérigo presbítero, sobre el derecho a la capellanía fundada por el capitán don Diego Gutiérrez Pinto, su bisabuelo.

Autos de apelación interpuestos por don Juan de Velarde y Toledo,vecino del valle de Ilo, contra la sentencia pronunciada acerca de la capellanía de Ana Trejo, por la cual se declara la mencionada capellanía insubsistente y no se reconoce. Incluye el testamento de doña Ana Trejo de Mazuelo, hacendada en el valle de Ilo, dueña de los olivares de Carrizal, Miraflores, Clusa y Poquera, y de la hacienda de Santo Domingo, viuda de don Pablo Salgado de Araujo y tía de don Juan Velarde y Toledo. Fundó una capellanía colativa de cinco misas rezadas de cuatro mil pesos de principal.

Autos de apelación que presenta don Ignacio Delgado, en nombre del licenciado don Bernabé de Adriazola, cura ínter de la doctrina de Chuquibamba, obispado de Arequipa, en la causa con don Faustino Guillén, como padre y administrador de don Faustino Francisco Guillén, sobre el derecho a una capellanía de cuatro mil pesos.

Autos seguidos por don Carlos Diez Canseco, presbítero, y don Juan Romualdo Moscoso y Llamas, por el derecho a la capellanía que mandó fundar doña María Ibáñez Dávila, de seis mil pesos de principal, en unas estancias de ganado lanar nombradas Ayagachi y Pipigachi, propias del regidor don Francisco de Rivero y Benavente. Incluye cláusula del testamento de Agustín de Quiroz Vozmediano, natural y hacendado en el valle de Majes.

Autos seguidos por don Andrés Delgado, padre legítimo del presbítero don José Mariano Delgado, doña Melchora Cáceres, madre legítima de don Francisco Javier Rivera, y el padre presentado fray Agustín Valencia, sobre el derecho a la capellanía eclesiástica de dos mil pesos de principal (en su origen) y que después fue aumentada a cuatro mil, que mandó fundar don Francisco de la Torre en sus tierras de Socabaya.

Autos de apelación que presenta José Geminiano de Arenas, procurador del número de la real audiencia, en nombre del licenciado don José de Cáceres, presbítero, domiciliario de Huamanga, contra un auto pronunciado por el provisor de dicha diócesis, sobre la causa seguida con el licenciado don José de Loaiza acerca del derecho a una capellanía que mandó fundar el bachiller Agustín Palomino, difunto, cura que fue de la doctrina de Cangallo, capellanía que sirve en la iglesia del monasterio de Santa Teresa de Jesús de esa ciudad.

Autos de apelación que presenta sor María Josefa de San Jerónimo, religiosa del monasterio de la Concepción de Quito, en la causa de demanda que interpone don Carlos María de La Condamine, uno de los tres diputados de la Real Academia de Ciencias de París, de la orden de San Lázaro y albacea testamentario de don Juan de Señergues, cirujano de la Compañía Francesa, ya difunto, sobre un aderezo de herramienta e instrumentos de cirugía en poder de dicha monja. Ella apela contra un auto del provisor y vicario general del obispado de Quito.

Demanda de nulidad de profesión que sigue fray Juan de Cevallos y Velasco, presbítero, hijo legítimo del licenciado don Tomás de Cevallos, difunto, provisor y vicario general que fue del obispado de Quito y abogado de la real audiencia de dicha ciudad, contra el convento de la Merced de Quito.

Autos de demanda de divorcio y separación que interpone doña Máxima Iñíguez contra don Francisco Jiménez de Vega, su marido. Incluye sentencia, la cual no concede el divorcio.

Autos de apelación que presenta don Juan Esteban Álvarez del Corro, vecino de Quito y residente en ella, en nombre del general don Juan Sánchez de Orellana, vecino de Quito, contra el auto proveído por el Obispo de Quito en la causa seguida por don Antonio Pastrana sobre 950 pesos que demanda por el partido de diezmos del pueblo de Machachi, en que declaró por desierta la apelación, sin habérsele concedido ni notificado cosa alguna al respecto.

Autos seguidos por don Diego de Bustíos, presbítero, contra el bachiller don García Hurtado de Mendoza, sobre que haga dejación de la capellanía que fundó doña Luisa Coronado en el valle de Locumba, por ser bisabuela del demandante. Incluye el testamento de doña Luisa.

Autos de apelación presentados por Alonso Gómez de la Montaña, en nombre del bachiller Juan Guerrero de Vargas, presbítero, cura propietario de la ciudad de San Marcos de Arica, contra una sentencia que el licenciado Cristóbal de Arjona, provisor, juez y vicario general de la ciudad de Arequipa, dio contra su parte en la causa de demanda que contra él sigue Francisco del Pilar Zevallos en razón de los daños y gastos por haber casado por segunda vez a María de Quintanilla y Alfaro, su mujer, con Diego Gutiérrez Terán, a que le pague dos mil pesos corrientes de a ocho reales más las costas.

Autos seguidos por fray Juan de Brizuela, procurador general de la orden de San Francisco de Quito, contra el deán y cabildo de dicha diócesis, a fin de que se cumpla el testamento del doctor don Francisco del Pino Argote, quien fue deán, provisor y vicario general del dicho obispado, en el que expresa el deseo de ser enterrado en la iglesia del convento de San Francisco, donde fueron enterrados sus antepasados, hecho que el cabildo pretende estorbar.

Certificación otorgada por el presbítero Francisco Javier de Garaycoa, cura de la iglesia matriz de la ciudad de Guayaquil, acerca del juicio ordinario seguido por el convento de San Agustin a fin de que se cumpla el testamento de doña Isabel Salavarria y Bernal.

Autos de apelación seguidos por Gaspar López de Sequera, morador en el valle de Ica, contra unos autos proveídos por el vicario de la ciudad de Ica en la causa que sigue contra Alonso de Urjules sobre la manda que le hizo su hermano el licenciado Nicolás Díaz Caojado a doña María de Mendieta, mujer del apelante.

Autos de querella criminal seguida por el capitán Juan Moreno de Robles, vecino de la ciudad de Loja, contra Mateo Pinto de Sotomayor, clérigo presbítero y juez que fue en la causa de cuentas y cobranzas de Piura y Quito que dio el demandante al convento de monjas de dicha ciudad; y contra don Melchor Suárez de Poago, cura y vicario de ella.

Autos seguidos por Alonso Gómez de la Montaña, en nombre del dean y cabildo de la iglesia de Arequipa contra su Obispo, quien no quiere entregar las cuentas de los diezmos.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Pedro de Alcántara Álvarez contra la sentencia en la causa seguida por don Francisco López de la Flor, cura y vicario y juez eclesiástico del pueblo de Palenque, en la jurisdicción de Guayaquil, para ser restituido en su beneficio y sobre las cuentas exorbitantes presentadas por el licenciado Álvarez, quien fue excusador del beneficio de Palenque.

2° cuaderno de los autos de apelación presentados por don Bernabé Enríquez de Guzmán contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, que le negó el crédito a la capellanía legada por el doctor don Toribio de Larrea.