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Autos de apelación que presenta José de Altubes, en nombre de don Francisco de Borja Espeleta, contra una sentencia emitida por el provisor y vicario general de Quito en la causa ejecutiva seguida por él contra los herederos del maestro de campo Juan Suárez Pacheco por más de 600 pesos, por la cual absolvió y dio por libres a los mencionados herederos.

Autos de apelación que presenta el bachiller don Adriano Martínez, cura beneficiado del pueblo de Buysaco, albacea testamentario y tenedor de bienes de María Martínez, difunta, contra la sentencia del provisor y vicario general del obispado de Quito en la causa seguida por el padre procurador general de corte de la orden de Nuestra Señora de la Merced, sobre suponer que la cantidad de 800 pesos pertenece a su religión por expolios de fray Juan de Alarcón Tofiño, religioso de la misma orden.

Autos de apelación que interpone Carlos de Sebamanos, en nombre del doctor don Agustín López Calero, cura beneficiado del pueblo de Santa María Magdalena del obispado de Quito, en la causa seguida pro el sargento Francisco López Calero sobre ser declarado por hijo natural de don Agustín. Apela contra el auto emitido por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en que negó la apelación de otro auto en que se ordenó que el alférez José de Acurio exhiba cierta cantidad de pesos a que se obligó como fiador del apelante.

Autos de apelación que presenta el procurador del colegio de la Compañía de Jesús de Quito, en la causa ejecutiva seguida contra los herederos del capitán Juan Flores por cantidad de pesos. Apela contra el auto definitivo pronunciado por el provisor y vicario general de Quito, en el que declaró no haber lugar el recurso presentado por el apelante.

Autos de apelación seguidos por Miguel de Medina, en nombre del licenciado Bartolomé de Herrera y Ostia, presbítero, vecino del puerto de Pisco, contra un auto proveído por el vicario de dicho puerto en que le ordena desocupar unas casas de don Alonso de Lugares y le impone una pena de cincuenta pesos de a ocho reales.

Autos seguidos por Cristóbal de La Paz, maestro bordador, contra Juan de Robles, mayordomo de la fábrica de la catedral de Santiago de Chile, sobre el terno de cazulla y planetas y capa bordada que acabó para el viernes santo y no haberle pagado, estando debiéndole de resto 575 pesos y dos reales.

Autos que sigue el licenciado Cristóbal de Escobar y Mendoza, cura beneficiado de Nuñoa y su distrito, contra doña María de Ordóñez, quien le debe 68 patacones más dos años de lo que le toca de comida. Adjunta relación de pagos y de indios tributarios que tiene a su cargo doña María.

Autos de apelación que presenta Francisco López de Ayala, en nombre de Andrés Martín Palomino, mercader, vecino de Santiago, contra una sentencia pronunciada por el provisor de dicha diócesis contra su parte, en la causa que sigue contra el doctor don Juan de Camargo Esquivel sobre cantidad de pesos.

Autos de apelación presentados por el general don Pedro de Prado, en nombre del monasterio de Santa Clara de la ciudad de Santiago de Chile, contra la sentencia pronunciada por el provisor de dicha diócesis en los autos seguidos por los herederos de doña Bernardina de Tovar contra dicho monasterio a restituir ciertas cantidades.

Autos de apelación que presenta don Mateo de la Sota, en nombre del síndico general del monasterio de monjas de la Limpia Concepción de Santiago de Chile, contra la sentencia pronunciada por el provisor de dicha diócesis en la causa que se ha seguido contra dicho monasterio por parte de los hijos y herederos de don Antonio Santibáñez, difunto, por la cual mandó que dicho monasterio pagase a los herederos seiscientos pesos de a ocho reales de resto de una escritura de obligación hecha a favor de don Antonio.

Autos seguidos por el capitán don Nicolás de Silva, marido de doña Úrsula de Toro, a fin de que se cumpla la sentencia dada por el provisor de Santiago, y que el monasterio antiguo de Santa Clara de dicha ciudad pague 7,118 pesos en que fue alcanzado por las cuentas de Juan de Toro Mazote, su suegro, del tiempo que fue síndico de aquel convento.

Autos de apelación que presenta el doctor don Felipe del Pozo y Silva en la causa seguida contra el capitán don José Damián de Cabrera por 946 pesos que le debe. Apeló contra la sentencia de remate.

Autos seguidos por doña María Ibáñez Dávila, vecina de la ciudad de Arequipa, contra los bienes de don Luis Ibáñez Dávila, su hermano, difunto, por 13,200 y tantos pesos.

Autos de apelación que presenta don Benito de San Juan de Ladrón de Guevara, en nombre del bachiller don José de Vera y Carbajal, presbítero domiciliario en la ciudad de Huamanga. Apela para que se revoque la sentencia que emitieron el deán y cabildo de dicha iglesia, mandando devolver cierta cantidad de pesos al licenciado don Diego Rondón, cura de la doctrina de Arma.

Certificado otorgado por Antonio Barba de Cabrera, quien da fe de la entrega de tres cuadernos originales de los autos seguidos con la orden de la Buenamuerte, casa de Santa Liberata, por cantidad de pesos, incluida la apelación seguida en segunda instancia en Huamanga; y da fe asimismo de su próxima remisión hacia “las provincias de arriba”.

Autos de apelación que presenta Juan Bautista Esquiaza, en nombre del convento de monjas de Nuestra Señora de la Concepción de Quito, en el pleito contra el albacea del canónigo Francisco Ortiz de Porras sobre los diez mil pesos que dejó para la fábrica de la iglesia de dicho monasterio, contra la sentencia del provisor y vicario general de Quito.

Autos de apelación presentados por Antonio Pérez, en nombre del bachiller don Lope de Torres y Guzmán, presbítero de Quito, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de dicha iglesia, en la causa que ha seguido con doña Juana de Salvatierra, por la que fue condenado en 4,000 pesos para dárselos a la susodicha como hija natural que dice ser del general don Pedro Baca, difunto.

Autos seguidos por el señor canónigo doctor don Francisco del Pino Argote contra el maestro don Juan de la Oliva por cantidad de pesos.

Autos de apelación presentados por Francisco Gómez Ortiz, en nombre de don Bartolomé de Astigarreta y la Villota, hijo legítimo y universal heredero de don Sebastián Astigarreta y doña Margarita de la Villota, vecinos de Quito, en la causa que sigue contra los bienes y herederos del doctor don Antonio González de Vega, dean que fue de la catedral de Quito, por cantidad de pesos. Apela de la sentencia pronunciada por el obispo de dicha ciudad, por la cual le denegó su pretensión de que le restituyan catorce mil pesos pertenecientes a doña Margarita de la Villota, difunta.

Autos de apelación que presenta el general don Luis Antonio de Oviedo y Herrera, caballero de la orden de Santiago, conde de la Granja, en nombre del maestro de campo Lucas Fernández de Oviedo, vecino de la ciudad de Pasto, jurisdicción de la de Quito, y alcalde provincial de la Santa Hermandad en ella, contra la sentencia pronunciada por el doctor don Andrés Herrero, cura de la villa de San Miguel de Ibarra y visitador general de aquel obispado, en la causa que sigue doña Sebastiana de Santa Ana, religiosa del convento de la Concepción de Pasto, por una deuda de cantidad de pesos.

Autos de apelación que sigue Pedro López de Toledo y Guarnido, vecino feudatario de la ciudad de León de Huánuco, contra la sentencia del vicario de dicha ciudad, en la causa con el licenciado Gonzalo de Lama, presbítero, sobre los 1,800 pesos por los cuales le demandó.

Autos de apelación seguidos por Pedro Cordero de Santiago, sargento mayor y vecino de la villa de Ica, contra unos autos que siguió el vicario de dicha villa a solicitud del bachiller Antonio de Ormeño sobre cantidad de pesos de un censo corrido que le pide, sin debérselos ni estar obligado.

Autos de apelación interpuestos por el licenciado Jacinto de Quesada, presbítero, albacea y heredero del presbítero Gonzalo de Lama, contra los autos proveídos por el licenciado Juan Delgado, cura y vicario de la ciudad de Huánuco, en que a solicitud de los naturales se pretende que por segunda vez pague a los indios de la provincia de Huamalíes un legado de 850 pesos.

Autos de acreedores seguidos contra los bienes del doctor Cristóbal de Varela, cura beneficiado de la parroquia de San Saturnino, quien quedó debiendo 250 pesos y otras cantidades a los padres mercedarios, y mandó por su testamento pagarlos con quinientas cabras de matanza y un esclavo. Incluye inventario de los bienes de Varela

Autos de apelación que presenta José de Arenas y Medina, en nombre del contador don Francisco Sorarte, vecino y hacendado en el valle de San Miguel de Azapa, anexo al curato de la iglesia mayor de la ciudad de San Marcos de Arica, contra un auto proveído por el licenciado Domingo de Castro, cura y vicario de la ciudad de Arequipa, en que condenó a su parte en 66 pesos de a ocho reales, por decir que le mandó cantar una misa en la iglesia de Azapa el día de la Concepción del año de 1704, no siendo cierto.

Autos de apelación que presenta José de Altuves, en nombre del gobernador don Antonio de Zamora Ramírez y Arellano, tesorero de la real hacienda de la ciudad de Huancavelica, albacea, tenedor de bienes y heredero del licenciado Lorenzo García de Lara, presbítero, contra un auto proveído por los jueces de diezmos y mesa capitular de la catedral de la ciudad de Huamanga, en la causa que el licenciado don Fernando Vásquez de Ávila, sacristán mayor de la iglesia parroquial de la villa de Huancavelica, y el capitán Mateo de Oviedo siguen contra los bienes del dicho licenciado García de Lara por 2,337 pesos que dicen se les debe de resto de la administración de los diezmos del partido de la provincia de Angaraes.

Autos de apelación que presenta el doctor don José Varela y Bohórquez en la causa seguida con doña Paula Almoguera por cantidad de pesos. Apela contra la sentencia definitiva que declara la insubsistencia del contrato.

Autos de apelación que presenta don Martín Garcés, en nombre del licenciado don Joaquín Vicente Garcés, presbítero, cura propio y vicario de la doctrina de Santo Domingo de Querobamba, en el obispado de Huamanga, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en la causa que contra él siguió don Basilio Guillén por cantidad de pesos, que supone le debe por el valor de una escritura.

Autos de apelación que presenta Estacio de la Cerna, en nombre de Antonio de Ripa, clérigo presbítero, vecino de la ciudad de Panamá, contra la sentencia definitiva que Gaspar de Almeida, provisor del obispado de Panamá, pronunció contra su parte condenándonle a pagar 250 patacones a Antonio de Escobar.

Autos de apelación presentados por Juan de Torres en nombre de la catedral de Panamá, por no haberse mandado pagar la cuarta funeral al cabildo en el pleito que sigue con el alférez Antonio García, albacea y tenedor de bienes de doña Petronila Ordóñez, su mujer.

Autos de apelación que presenta Tomás Romo, en nombre de licenciado don Luis Gómez de León, clérigo presbítero, vecino de la ciudad de Panamá, contra la sentencia acerca de la causa seguida por éste contra el licenciado Alonso García Cano, presbítero, sobre cantidad de pesos que le debe.

Autos de apelación presentados por el licenciado don Ventura Falconí, cura y vicario de la villa de Riobamba, contra los autos fulminados contra él a solicitud del capitán José de Villavicencio sobre ciertas palabras que dice haberle dicho, en que le condenaron a que pagase 500 pesos de costas y salarios, y que sea preso en la cárcel arzobispal.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina en nombre del doctor don Antonio González de Vega, canónigo de la catedral de Quito y comisario del Santo Oficio de dicha ciudad, en la causa que contra él sigue Juan de Lachica sobre cien pesos que le pide por deuda de Laureán de Vargas, difunto. Apela contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en que le condenó al pagar los cien pesos.

Autos de apelación que presenta Juan Bautista de Escobar, procurador del número de la real audiencia de Lima, en nombre de doña Ana de Aguilera y Veles, vecina de la ciudad de Quito, viuda del licenciado Diego Suárez de Figueroa, abogado de la real audiencia de dicha ciudad y contador del tribunal de la Santa Cruzada, en el pleito que contra ella siguen el capitán Pedro de Molina, alguacil mayor de la real audiencia de Quito y mayordomo de la fábrica de la catedral, y Francisco Ortuño de Larrea, colector de los naturales, a fin de que se imponga mil pesos de principal a censo en favor de dicha fábrica, manuales y capellanía de misas que dejó el licenciado Suárez por cláusula de testamento. Apela contra los autos proveídos por el Ilustrísimo señor doctor don Alonso de la Peña Montenegro, obispo de Quito, y por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en que se mandó que los dichos mil pesos se saquen de la caja real para que se impongan a censo y se cumpla con dicha obra pía y capellanía; y además se entregue 200 pesos más de corridos a Molina y Larrea.

Autos de apelación presentados por el capitán Pedro de Molina, albacea y tenedor de bienes del licenciado don Jacinto Tafur de Valenzuela, maestrescuela de la santa iglesia catedral de Quito, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en la cual le condenó a pagar en dos días dos pesos de a ocho reales al doctor don Pedro de Bohórquez.

Autos de apelación que presenta don Francisco de Alicante, en nombre del capitán don Manuel Inclán Valdés, vecino de la ciudad de Quito, en la causa seguida contra él por el promotor fiscal de dicho obispado, sobre oponerle haber contraído matrimonio con doña María de Castro sin que precediesen la licencia y las amonestaciones, condenándolos a él y a su mujer en mil pesos de ocho reales y diez años de destierro, cinco precisos y cinco voluntarios, a 40 leguas de dicha ciudad.

Autos de apelación que presenta Juan de Baeza, en nombre de doña Ana María de Aguilera, viuda de Diego Suárez de Figueroa, vecino de Quito, quien fue contador mayor del tribunal de la Santa Cruzada del reino de Quito, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicha diócesis, por el cual fue condenada en 275 pesos de réditos de cinco años y medio y en el principal de mil pesos de una capellanía que dejó fundada en la capilla de Nuestra Señora de la Antigua para la fábrica de la santa iglesia; sobre la causa seguida con el doctor don José del Castillo, colector de la catedral de Quito, y el capitán Pedro de Molina, mayordomo de la fábrica, sobre dicha cantidad de pesos.

Autos de apelación que presenta el maestro Cristóbal de Chaves San Martín y de la Cueva, presbítero, en la causa de demanda que contra él sigue doña María de Gracia y Castro, hija y heredera que dice ser de Alonso de Gracia, difunto, sobre más de 300 pesos que le pide, aduciendo que los cobró por poder. Apela contra la sentencia que lo condena a pagar dicha cantidad.

Autos seguidos por doña Josefa González Verdugo, viuda de don Tomás de Villanueva Oramas, contra el doctor don Pedro Javier de Santa Cruz, presbítero, quien cedió al Ilustrísimo señor don fray Bartolomé García, obispo electo que fue de la ciudad de Puerto Rico, de dos mil pesos que tenía en el gato de Chieltason, los cuales recayeron en ella por donación que le hizo dicho obispo. Los reclama el monasterio de la Concepción de Pasto.

Autos de apelación que presenta doña Antonia Moreno y Mena, vecina de Quito, viuda del escribano José Vizcaíno, pobre de solemnidad, contra una sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa civil seguida con el monasterio de la Concepción por cantidad de pesos. Esta causa fue seguida por sor Isabel de Santa Rita, su madre adoptiva, a fin de que se le declare la facultad de poder disponer libremente de los principales de un censo.

Autos de apelación seguidos por Juan Ramírez de Tarragona, en nombre de Alonso Romero, clérigo de menores órdenes, contra dos sentencias impuestas por el licenciado Diego Ruiz de la Torre, provisor y vicario general del obispado de las Charcas, en favor de Francisco Díaz, una sobre 580 pesos corrientes, que pide una cédula y memoria de que se hizo pleito y acumuló al pleito grande que se trató entre ambos, en razón de las cuentas y escritura de concierto, condenándole en 7,097 pesos corrientes y otras penas.

Autos de apelación contra la sentencia interpuestos por Gertrudis Gudillo, de Lima, en la causa que sigue con don Bonifacio de León, presbítero, sobre cantidad de pesos.

Autos de apelación que presenta el capitán don Cristóbal de la Huerta, del orden de Santiago, contra el agravio que le hizo el provisor de la Concepción, obispado de la Imperial de Chile, en la omisión con que procede en la causa seguida contra don Francisco Velásquez, luego fray Francisco Velásquez, a fin de que le pague cinco mil pesos de géneros que le fió.

4° cuaderno de los autos de apelaciones seguidos por el doctor don Francisco Alvarado, cura de Julcamarca, en la causa seguida contra don Felipe Cabrera, subprefecto de Angaraes, sobre calumnias que le ha levantado.

Autos de apelación que presenta el bachiller Gregorio Flores de Palacios contra la sentencia pronunciada por el provisor del obispado de Santiago de Chile en la causa que contra él siguió el padre Bernardo Gómez Pardo, presbítero, capellán de la real audiencia, sobre la calumnia que le pretendió hacer de unas tachas sobre las heridas que le dio con gran escándalo en la plaza pública de la ciudad de Santiago.

Autos de apelación presentados por don Sebastián Abambara y don Andrés Micho, indios principales del pueblo de Atun Cañar, en la provincia de Cuenca, contra la sentencia y autos pronunciados por el Obispo de Quito y su provisor, en la causa de capítulos que pusieron al maestro don Diego López Patiño, cura beneficiado de dicho pueblo, dándolo por libre y condenando a los indios por calumnia.

Autos de apelación que presenta fray Jerónimo de Ariza, procurador general y definidor de la provincia de Lima del orden de Nuestra Señora de las Mercedes, en nombre de fray Marcos Zea, residente en el convento de la ciudad de Arequipa, contra la sentencia dada por el provisor en la causa que ha seguido con el doctor don Francisco Javier Pacheco, presbítero, sobre la calidad de una capellanía y buena memoria de misas que mandó fundar doña María Herrera, y por la dicha sentencia se declaró como capellán a don Francisco.

Autos de apelación presentados por don Francisco de Trujillo en nombre del doctor Jerónimo Leal, presbítero, vecino de Quito, en la causa que sigue con Pedro de Aguayo sobre que se declare pertenecerle el tanto de dos caballerías de tierras y sus aperos, contra un auto pronunciado por el provisor de dicha ciudad, por el cual mandó que el notario del dicho juzgado le alcance los autos desde la foja 71, cuando son los primeros 70 folios los que contienen todos los antecedentes de la causa; lo cual es de notable perjuicio para el apelante.

Fragmento de los autos de apelación que presenta Baltasar de Aguilar Morales, en nombre del deán y cabildo de la santa iglesia de Lima, contra el auto que pronunció el licenciado García Martínez Cabezas, provisor y vicario general del arzobispado de Lima, en la causa que Francisco Rivadeneyra, platero, siguió contra el cabildo y sus bienes en razón de la plata de más que éste puso en los blandones de plata que hizo en servicio de dicha santa iglesia. Dicho auto ordenó a pagar al cabildo lo que pedía el platero.

Autos de apelación que presenta Diego de la Higuera, vecino de Quito, albacea testamentario de María de Bastidas, madre del licenciado José Sánchez Conejero, clérigo presbítero ya difuntos, en la causa con el convento de Santo Domingo de Quito y su procurador general, sobre el derecho que pretenden tener sobre todos los bienes de dichos difuntos, contra el auto emitido por el provisor de dicha diócesis, declarando al licenciado Sánchez Conejero como fraile de dicho convento y adjudicando sus bienes al convento de Santo Domingo.

Autos de apelación que presenta fray Simón López, procurador general del convento de San Agustín, en nombre del convento de Quito, en el pleito con los hijos naturales del capitán Diego de Medina Sotelo, difunto. Apela contra todo lo actuado por el provisor y vicario general del obispado de Quito y en especial de la sentencia que pronunció en dicha causa, declarando a los susodichos como ilegítimos.

Fragmento de los autos de apelación que presenta el doctor don Manuel de la Fuente, en nombre de don José Santiago Alvarado, vecino de la ciudad de Huamanga, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicha diócesis por el que declara el derecho de tanto a favor de don Manuel Mavila, de la hacienda nombrada Tomarenga, ejecutada por bienes del finado don Luis López de Rivera.

Autos de apelación que presenta el doctor don Gabriel Zenitagoya, abogado de la real audiencia, en la causa contra el convento máximo de la orden de Predicadores de Quito, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en la causa sobre los bienes que quedaron por fin y muerte del maestro don Alejo Navarro, padre predicador de la referida orden.

Autos de apelación que sigue Alonso de Castro, en nombre de Isabel Salmerón, viuda de Antonio de los Ríos, difunto, de quien es su heredera, contra la sentencia de ejecución dada por el corregidor de Ica sobre los bienes de su marido.

Autos de apelación seguidos por Juan de la Rocha, en nombre de Clara de Ayala, viuda de Pedro Ramírez, contra los autos proveídos por el vicario de la villa de Ica, en el pleito ejecutivo que allí comenzó sobre los bienes de don Nicolás Guerrero, presbítero, difunto, por 2,000 pesos que le quedó debiendo del precio de la viña que le vendió. Incluye escritura de venta y el testamento del licenciado don Nicolás Guerrero, presbítero, cura beneficiado de la iglesia parroquial de San Jerónimo de Ica, natural de Montánchez (Extremadura, España).

Autos de apelación que presenta José de Altubes, en nombre del general don Alonso de Septien, caballero del orden de Santiago, corregidor y justicia mayor de la provincia de Collaguas, contra lo autuado por el provisor de Arequipa en la causa ejecutiva que sigue contra los bienes del bachiller don José de Cárdenas, presbítero, difunto, por 2,500 y más pesos que le deben.

Autos de apelación que presenta el capitán Benito de Monroy, en nombre de Diego Bravo de Laguna, albacea del licenciado Pedro Ortiz Dávila, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa que Antonio Ortiz Dávila sigue contra los bienes del dicho difunto, sobre que se le aplique el quinto de ellos como nieto natural que dice ser; por la cual sentencia mandó se le diesen mil pesos.

Autos de apelación seguidos por el capitán Antonio Bernardo de Quirós, en nombre del bachiller Juan de Miranda, presbítero, contra un auto proveído por el vicario de la villa de Ica sobre la causa que sigue Juan Roldán de Quintanilla como albacea del maestro Juan de Esquivel, presbítero, en razón de la entrega de los bienes del difunto. Incluye inventario de dichos bienes.

Autos de apelación que sigue el capitán Alonso de Orellana, depositario de los bienes del capitán Alonso Muñoz del Castillo, de quien tiene poder, y el bachiller don Diego Muñoz del Castillo, acreedor a dichos bienes, contra unos autos proveídos por el vicario eclesiástico de la villa de San Clemente de Mancera, por los cuales ordena pagar 300 pesos de aquellos bienes a don Pedro de Borja, presbítero, como acreedor que dice ser a ellos por una capellanía impuesta en unas bodegas y casas que quedaron por muerte del dicho capitán Alonso Muñoz del Castillo en dicha villa.

Autos de apelación que presenta Francisco de Rojas y Mendoza, en nombre del señor conde del Castillejo, como marido y conjunta persona de doña Francisca de Luna y Sarmiento, condesa del Castillejo, en la causa contra Francisco de Acharte, albacea de los bienes del doctor don Antonio Calderón de la Barca, deán que fue de la catedral de Huamanga, y contra el licenciado don Diego Calderón de Barreda, presbítero, como interesado en la capellanía que mandó fundar el difunto, por 2,300 pesos de a 8 reales. Apela contra la sentencia.

Autos de apelación que presenta Fernando de Sotomayor, en nombre del capitán don Juan Núñez de Sotomayor, patrón de la capellanía y memoria que mandó fundar el licenciado don Álvaro Núñez de Sotomayor, presbítero, difunto, en la causa que sigue contra los bienes de éste el maestro de campo don Pedro de Castilla Manrique sobre más de mil pesos que le pide. Apela contra un auto proveído por el licenciado Pedro Lorenzo Azañero, canónigo de la santa iglesia de Huamanga en que mandó se diesen 200 pesos a Castilla.

Autos de apelación que presentan el dean y cabildo de la iglesia de Arequipa contra los autos proveídos por el Obispo de ella, sobre haber mandado dar cuenta ante su provisor del aumento de los diezmos a las personas del cabildo, habiendo condenado al dean y al canónigo Miguel Garcés a cada uno en cien pesos por haber hecho declaraciones que se juzgó haber hablado desacatadamente contra el respeto debido al Obispo. IIncluye cuentas de los diezmos que paga por especie cada uno de los valles del Obispado de Arequipa.

Arequipa. Autos ejecutivos seguidos por el cura de Puquina, de la diócesis de Arequipa, don Fernando Zúñiga, contra el cura de Aplao don Manuel Jiménez Rendón, por el arrendamiento que le hizo de una hacienda de viña.

Autos que sigue el doctor don Juan de Villache, tesorero de la catedral y provisor y vicario general del obispado de Quito, contra Lope de la Cruz, presbítero, fiscal del juzgado eclesiástico, por haber apresado a algunos clérigos sacerdotes y ordenantes, diciendo tener orden del deán y cabildo de dicha iglesia, por no haber acudido a la celebración de los divinos oficios.

Autos de apelación que presenta Carlos de Sebamanos, en nombre del maestro Matías Fernández, presbítero, en los autos con el licenciado Francisco de Olmos sobre los aperos de la hacienda de Pilcocancha y de los gastos del funeral del maestro Diego Moreno. Apela contra los autos pronunciados por el provisor y vicario general del obispado de Quito por el agravio que le hace.

Autos de apelación que presenta don Fernando de Herrera y Valdés en nombre del tesorero Juan de Vera Pizarro, vecino de Quito, albacea y tenedor de los bienes que quedaron por fin y muerte del capitán José de Suasti. Apela contra el auto que proveyó el juez de obras pías de Quito, en que ordenó hacer un inventario de los dichos bienes con intervención del promotor fiscal.

“Testimonio sacado del expediente original y diligencias practicadas en esta Curia y Juzgado Eclesiástico, que por apelación ocurrió doña María Josefa Paredes de Almendaris [sor Josefa de Santa Inés], ex religiosa del convento de Santa Clara de Quito, sobre anular su profesión de monja y restitución del quinquenio...” Apela contra la sentencia pronunciada por el Obispo de Quito, por la que se le mantiene ligada a los votos, no pudiendo así hacer uso de los bienes que le dejó su padre.

Autos de apelación que presenta Lorenzo Berrocal, procurador del número de la real audiencia, en nombre de don Pedro de Velasco, contra una sentencia pronunciada por el doctor don Calixto Miranda y Suárez, canónigo doctoral de la santa iglesia de Quito y gobernador de aquel obispado, en la que declara por firme y válido el matrimonio contraído por don Julián Mancheno con doña Manuela Velasco.

Autos de apelación que presenta Juan Guedeja Quiroga, en nombre de doña María de Jarava, patrona del aniversario de misas que dejó doña Luisa Bravo Coronado, contra una sentencia pronunciada por el provisor de Arequipa en la causa con don García Hurtado de Mendoza sobre el nombramiento de capellán hecho por doña María en don Pedro Fernández de Córdova, su hijo.

Autos de apelación que presenta el doctor don Francisco de Lascuraín, abogado de la Real Audiencia y clérigo de menores órdenes, en nombre del capitán don Diego de Espinosa de la Torre, patrón del aniversario que mandaron fundar Andrés Velásquez de Espinosa y el licenciado don Santiago de la Torre, en la causa por dicha propiedad contra el licenciado don Luis Clemente Vélez de Córdova. Apelan contra la sentencia emitida a favor de este último.

Autos seguidos por el doctor don Pedro de Aguiriano, arcediano de la catedral de Panamá, sobre un pedazo de tierra que para la ampliación del ámbito de la capilla mayor del santuario de su convento cogió el Reverendo padre prior del convento de Predicadores, y por ello ha más de un año que se halla suspensa la fábrica en perjuicio de la construcción y de sus materiales.

Autos seguidos por el doctor don Agustín de Carrión y Vaca, cura inter de la iglesia matriz de Quito, contra el general don José de Piedrahita, abogado de la real audiencia, quien lo injurió gravemente de palabra y por escrito, levantándole “quimeras muy infundamentales”, amenazándolo con aniquilarlo.

Autos criminales seguidos contra Leocadia Pacheco, natural de Loja, por el escándalo dado por público amancebamiento con el general don José de Piedrahita, abogado de la real audiencia de Quito.

Autos de apelación que presenta doña Mariana de Puelles y Sarmiento, viuda de Juan de Nápoles, vecina de la ciudad de Panamá, contra el auto proveído por el Obispo de dicha ciudad en la causa que se le siguió acusándola de estar amancebada con el licenciado don Juan Maldonado de Obando, presbítero.

Autos seguidos por el doctor don Francisco Alvarado, cura de Julcamarca, contra don Felipe Cabrera, subprefecto de Angaraes, sobre agravios personales y calumnias, acusándolo de faltar al cumplimiento de sus deberes. Incluye cartas y un ejemplar del periódico “El Síndico” de Huancavelica.

Autos de apelación que presenta el capitán Antonio Sánchez de Bahamonde, en nombre del licenciado don José González Manrique, abogado de la real audiencia, contra el agravio que le ha hecho el provisor del obispado de Santiago en la omisión con que procede en la causa ejecutiva que sigue su parte contra el doctor don Pedro Pizarro Cajal, tesorero de la catedral de Santiago, por cantidad de pesos que le debe.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Diego del Campo Merlo, cura y vicario de la doctrina de Conayca, en nombre del licenciado don Juan Bautista del Campo, su hermano, cura de Acobamba, en el obispado de Huamanga. Apela contra el agravio que le hace el provisor y vicario general de dicha diócesis en haber puesto edictos para la provisión de su beneficio, suponiendo que no le puede servir por estar impedido de la vista, siendo así que le había dado licencia para curarse en Huamanga.

Autos de querella seguidos por el licenciado don Diego de Osorio de Herazo, maestrescuela de la catedral de Panamá, contra el maestro fray Francisco de la Cámara, obispo de ella, quien lo maltrató golpeándolo delante de mucha gente en la puerta de la iglesia. Incluye bula de Papa Pío V con sello.

Fragmento de los autos de apelación que presenta el padre Juan Navarro, de la Compañía de Jesús, procurador de la Provincia de Chile, por lo que toca al Colegio de la Concepción de Chile, contra el agravio que hace a dicho colegio el provisor de dicha diócesis, en la omisión con que procede en la causa que el capitán don Martín Ormeño, alguacil mayor de aquella ciudad, pretende seguir contra dicho colegio sobre la posesión de unas casas.

Autos de apelación que presenta don Francisco de Trujillo y Godoy en nombre del doctor don Pedro de Gámiz, maestrescuela de la santa iglesia de Quito, contra el agravio que le hace el doctor don Francisco del Pino Argote, deán y provisor de dicha iglesia, en proceder contra él teniéndole preso con guardas, costa y vejaciones, por un disgusto que ambos tuvieron como prebendados en el mismo coro.

Autos de apelación que presenta José de Llano y Valdez, procurador del número de la real audiencia, en nombre del general don Francisco Pareja, corregidor y justicia mayor de la ciudad de Cuenca, contra el agravio que le hace el provisor y vicario general del obispado de Quito, por el auto en que ordenó se le confiriese la absolución exhibiendo antes 200 pesos que le impuso de multa por la culpa que le imputaba.

Autos de apelación que presenta el doctor Diego Hurtado de Mendoza y Quiroga, presbítero, residente en la villa de Huancavelica, contra el agravio que le hace el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en el auto que le ordena no salir de su casa, interponiéndole censuras en la causa seguida contra los sobrinos y herederos de don Pedro Cuicapusa, cacique que fue del repartimiento de Conaica, de quien es su albacea.

Autos de apelación que presenta don José de Urbina y Quiroga, en nombre del doctor don Diego Hurtado de Mendoza, su hermano, contra el agravio que le hace el provisor del obispado de Huamanga en mandarle salir de la villa de Huancavelica y que prosiga en la suspensión de celebrar misa.

Autos de apelación que presenta Juan Asencio de Esterripa contra el agravio que le hacen el licenciado don Félix de Rivas Escalante y el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en la omisión con que proceden al no entregar las declaraciones que por censuras han hecho algunos testigos, negándole también el testimonio que ha pedido, en la causa con los albaceas y tenedores de bienes del capitán Pedro Navarro García.

Autos de apelación que presenta el padre Juan Bautista Calderón, de la Compañía de Jesús, procurador general de la provincia, por lo que toca al colegio de la Compañía de la ciudad de Huamanga, contra el agravio que hace el deán y cabildo de dicha catedral en la omisión con que ha procedido en la causa sobre el concierto de los diezmos que pertenecen a dicha iglesia, en algunos casos omitiendo el proveer, otros repeliendo los escritos y proveyendo diversos autos para preparar el remate de los diezmos contra el pacto hecho.

Autos de apelación seguidos por don Manuel Grande de Zárate de un auto proveído por el bachiller Juan Sánchez de Bahamonde, cura, vicario y juez eclesiástico en la villa de Pisco, en que mandó se le notificase al bachiller don José de Rivera, presbítero, que luego le pagase 350 pesos al bachiller Juan de Quiñones y a Antonio de Quiñones, su hermano, en que le hizo notable agravio.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Antonio de Novoa y de las Marinas, presbítero, cura propietario de la doctrina de los Cerros de Huamanga, contra el agravio que le haze el provisor y vicario general de dicha diócesis en una causa de capítulos seguida contra él sin fundamento y sólo con ánimo de molestarlo, despojándolo de su beneficio, para lo cual proveyó un auto en que le ordena no entrar a su curato hasta que fenezca el pleito.

Autos de apelación que interpone Alonso Moreno contra los autos seguidos por el licenciado Alonso Menacho, visitador eclesiástico, por los cuales, en virtud de una provisión despachada mandó que como persona a cuyo cargo está la administración del obraje de Tauca, pague 828 pesos y tres reales de a ocho el peso al beneficiado Francisco Gutiérrez Pizarro, y haga iglesia y ornamentos, vinajeras y crismeras. Aduce que en dicho obraje no hay necesidad de esto para administrar los sacramentos a los indios, porque está fundado en el mismo pueblo de Tauca, donde hay iglesia y cura.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Pedro de Cárdenas, presbítero, contra todo lo actuado por el Obispo de Arequipa, en la causa que contra él se siguió como patrón y administrador de las obras pías que fundó don Baltasar de Cárdenas, su tío, en la hacienda de viña de Maran. Incluye carta de dote fechada en 1696 otorgada por doña Andrea de Cárdenas a su hija doña Juana Dávila y Cárdenas, cuando contrajo matrimonio con don Juan Francisco Rosel y Cansino. También contiene el testamento del bachiller don Baltasar de Cárdenas Zapata, cura y vicario del pueblo de Pampacolca, provincia de Condesuyos, que data de 1691. Además presenta las cuentas del licenciado don Francisco de Cárdenas y Cáceres, cura y vicario del pueblo de Lluta, como patrón y administrador de la hacienda de viña de Maran, en el valle de Majes, con fecha de 1734.

Autos de apelación que presenta el licenciado Juan Carrasco, presbítero, vecino de Quito, en la causa criminal seguida contra el licenciado Pedro Santos de Amaya, presbítero, vecino de la villa de Riobamba, sobre la muerte que dio al alférez José Carrasco, su hermano. Apela contra la sentencia que absuelve a dicho cura y éste solicita la habilitación de administrar los santos sacramentos. Incluye cartas probatorias.

Autos de apelacón que presenta fray Cristóbal Pecador, hermano mayor del hospital de San Antonio de Padua de la ciudad de San Marcos de Arica, contra la sentencia otorgada por el doctor Antonio de Vargas, gobernador del obispado de Arequipa, por la cual, de cierta limosna que tenìa recojida para el hospital de Garachico, de la isla de Tenerife, en cuyo nombre la pidió, sin razón alguna la dividió, adjudicando de ella mil pesos al hospital de la ciudad de San Marcos de Arica, y le mandó regresar a España.

Autos seguidos por don Mariano Masías Jiménez Lancho, con don Bernardo Bustamante sobre la subsistencia de la adjudicación que se le hizo de dos capellanías eclesiásticas fundadas por su abuelo don Juan Jiménez Lancho, y por su tío el doctor don Juan Francisco Jiménez Lancho.

Autos de apelación que interpone don Antonio de Cáceres, presbítero, contra don Cosme de Guzmán, cura del pueblo de Pararín, quien ha procedido contra él y contra el doctor don Francisco Dávila, vicario del pueblo de Huaraz, acusándolos de portar armas.

Autos seguidos por el beneficiado don Felipe de Lara, cura por el Real Patronato del medio beneficio del Sagrario de la catedral de León y examinador del obispado de Nicaragua, en nombre de su hermana doña Petronila de Lara, quien ha sido abandonada por su marido don Juan Luque, el cual se embarcó al Perú con toda su dote y por once años no ha visto por su familia.

Autos de apelación que sigue Martín Vásquez, en nombre de Francisco Ventura, residente en la villa de Carrión de Velasco, contra los autos proveídos por Antonio Lebrato, cura y vicario de la dicha villa, quien lo acusa de ser casado en la ciudad de Trujillo de este reino y estar diez meses fuera de su casa, todo por odio y enemistad que le tiene.

Autos de apelación que presenta Tomás de Paredes, en nombre de Juan de Azurza Arandia, escribano de su Majestad y del cabildo de la ciudad de Huamanga, contra los autos pronunciados por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en la causa que contra él sigue fray Diego de Sotomayor, del orden de San Francisco, vicario del monasterio de Santa Clara de dicha ciudad, sobre pretender que Azurza, siendo mero patrón de las capellanías y aniversario que fundó Francisco Luis Limpio, le sanee y haga buena la renta y fincas de uno de los aniversarios y patronazgo de legos que sirve dicho religioso. Los autos ordenan ponerlo en la tablilla con censuras yexcomunión.

Autos de apelación que presenta Alonso Gómez de la Montaña, en nombre de don Pedro de Cárdenas, deán de la santa iglesia de Huamanga, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en la causa seguida contra el licenciado don Antonio Delgadillo, clérigo presbítero, cura beneficiado de la provincia de Andahuaylas, sobre unas casas y tres tiendas situadas en Huamanga. La sentencia ampara a Delgadillo en la posesión de dichas casas y tiendas y dio por ninguna la venta de ellas hecha por Delgadillo al deán.

Autos de apelación que presenta don José María de la Rosa, en nombre de don Miguel Ruiz de la Vega, en la causa de nulidad de matrimonio seguida contra doña María Josefa de Olano, su mujer. Apela contra la sentencia que declara no haber lugar dicha nulidad.

Autos de apelación que presenta Pedro González, promotor fiscal del Arzobispado de Lima, en la causa de nulidad de matrimonio seguida en Huamanga entre Andrés Docto, vecino de Castrovirreyna, y Lorenza García, su mujer, natural de Huamanga. Apela contra el auto proveído por el gobernador eclesiástico de dicha diócesis, el cual declaró no haber diserción de ella y concedió nuevo término.

Autos de apelación presentados por Juan Pérez de Llanos en nombre del bachiller Francisco Sánchez de Prado, clérigo presbítero, vecino de Quito, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa criminal que de oficio siguió contra èl el bachiller Bernardo de la Bastida, promotor fiscal, sobre imputarle culpa en la muerte del maestro don Lucas de Legarda.