Autos seguidos contra don Francisco Alonso de Septien, caballero de la orden de Santiago, gobernador del asiento de Caylloma, acerca de las cuentas de los sínodos de los curas de la doctrina de Collaguas.
Autos de apelación interpuestos por Alonso Durán, en nombre del maestro don Ignacio de Zepeta, clérigo presbítero, cura propio del asiento de Chocaya y sus anejos, en el arzobispado de los Charcas, residente en la ciudad de Santiago de Chile, contra los autos que le ordenan servir curato en dicha ciudad, adonde está solamente con licencia de sus prelados.
Autos de apelación que presenta Pedro de Llaguno Gómez, procurador del número de la real audiencia, en nombre de fray Juan de Cárdenas, de la orden de Predicadores, domiciliario en el obispado de Quito, en los autos seguidos con el licenciado don Melchor Cuadrado de Vargas, presbítero, sobre el servicio de la capellanía fundada por doña Melchora Cuadrado de Vargas, de la cual fue capellán el padre Cárdenas. Apela contra un auto pronunciado por el dean provisor y vicario general de la diócesis de Quito, en que declaró haber corrido el medio tiempo del litigio hasta el día en que se notificó el despacho expedido en esta materia.
Autos de apelación presentados por Diego de Medrano en nombre de Andrés de Sevilla, vecino de Quito, contra la sentencia definitiva emitida por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa de separación de matrimonio de doña Juana Requejo de los Ríos, por la cual se declaró no haber lugar a la dicha separación pedida por doña Juana, condenándola en costas. Incluye la sentencia.
“Autos en raçon de aberse sembrado el trigo en la chacara del Santisimo Sacramento.”
Autos de apelación presentados por el doctor Jerónimo de Herriega y Alarcón, cura de la iglesia de Arequipa, contra los autos por los que se halla preso y secuestrados sus bienes.
Sigue la causa anterior: Autos de apelación presentados por el doctor Jerónimo de Herriega y Alarcón, cura de la iglesia de Arequipa, contra los autos por los que se halla preso y secuestrados sus bienes.
Autos de apelación que presenta el contador Juan de Herrera de la Cerda, en nombre del licenciado Pedro Matías Bermeo, presbítero, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de Quito, en la causa seguida por doña Magdalena Telles de Alvarado, mujer legítima del capitán Francisco González de Narváez, sobre la revocatoria del aniversario y buena memoria de misas que ella instituyó, por el cual auto se ordenó que Bermeo cesase en decir las misas de dicho aniversario.
"Compulsa de los autos seguidos a instancia del Síndico Procurador General de la ciudad de Arequipal a nombre del Ayuntamiento de dicha ciudad, como patrono del hospital de San Juan de Dios, contra su Provincia, sobre la restitución de la chacra del Callejón de Calula, correspondiente a sus pobres enfermos".
Autos de apelación presentados por Tomás de Paredes, en nombre de doña Catalina Zambrano, contra la sentencia del provisor de Quito en la causa de divorcio que siguió contra el capitán Isidro Martínez, por la cual se declaró haber lugar el dicho divorcio, mandándose restituir la dote en especie.
Autos seguidos por don Luis de Vitoria, en nombre del doctor don Pedro de Zumárraga, arcediano de la catedral de Quito, gobernador, provisor y vicario general de su obispado, a fin de que se le restituya en dicho cargo.
Autos seguidos por la madre María Francisca de San Nicolás, priora del convento del Carmen Antiguo de la ciudad de Quito, en la causa de apelación que interpuso el maestro don Matías Fernández, presbítero, por habérsele ordenado restituir los aperos que sacó de la hacienda de Pilcocancha.
Autos seguidos por don Juan Antonio Martínez, comerciante de Quito, en nombre del doctor don Santiago Carbajal, cura propio de la doctrina de Monte Christi, en el obispado de Quito, a fin de que se le reponga de su curato, de donde fue sacado por los capítulos puestos contra él por los indios de su doctrina.
Autos de apelación seguidos por el bachiller Jacinto de Quesada, en nombre de Gonzalo de Lama, presbítero, vecino de la ciudad de Huánuco, contra la sentencia pronunciada por el licenciado Juan de Vega y Laguna, juez y vicario de dicha ciudad, en la causa que siguió Francisco Pérez, mercader, sobre los corridos del censo impuesto sobre las casas que fueron de Alonso de Vargas Urbaneja.
Autos de apelación seguidos por Antonio Valencia de Cisneros, clérigo presbítero, contra un auto proveído por el vicario eclesiástico de la villa de Pisco, en que mandó embargarle la renta de las capellanías que tiene en ella, por acusarlo de deber a los bienes del licenciado don Francisco de Andújar, presbítero.
Segundo cuaderno del testimonio de los autos de concordia entre el gobernador vicepatrono real y el provisor y vicario general de Panamá sobre la remosión de los curas de la Mesa, don Miguel de Iglesias, y de Penonomé, don Pedro Lombardo.
Autos seguidos por don Juan José del Rivero, vecino de Arequipa, a fin de que se remueva el arrendamiento y administración de sus chacras de la otra banda del río, que están secuestradas, a fin de que pasen de Pedro de Chaves, a ser administradas por don Isidoro de Mendiburu, para que de su fruto se pueda terminar de pagar la deuda a la fábrica de la catedral de Arequipa. Incluye relación de alhajas secuestradas.
Interrogatorio para la causa seguida en grado de apelación por el capitán Juan Gutiérrez Silvestre, vecino de Quito, contra la sentencia del provisor en que declaró no haber lugar la demanda de engaño que alegó y opuso contra el remate y la venta que se le hizo de las ovejas que quedaron por muerte del canónigo García de Valencia.
Segundo cuaderno de la causa seguida sobre el remate de la hacienda La Ensenada, sita en el valle de Tambo, hecho en don José Delgado, cuyo retracto pretende el capitán don Pedro Murga.
Autos de apelación que presenta don Joaquín Ignacio de Ormaza, a nombre de don José Delgado, vecino de la ciudad de Arequipa, en la causa que siguió sobre la subsistencia de un remate hecho en su persona de la hacienda nombrada La Ensenada, sita en el valle de Tambo, de propiedad del monasterio de Santa Rosa, a la que hizo también postura el capitán don Pedro de Murga. Apela contra la sentencia del Juez comisionado a favor de don Pedro.
Autos de apelación que presenta José de Altuves, en nombre del tesorero Francisco de Acharte, vecino de Huamanga, contra los autos proveídos por el deán y cabildo de dicha diócesis, en que le denegó las censuras generales que pidió para que declarasen las personas en razón de la demanda de veinte mil pesos que le tiene puesta don Melchor Palomino por el remate de los diezmos de los años 1675 y 1676.
Autos de apelación interpuesosa por el licenciado don Melchor de Orihuela y Eguiluz, presbítero, oponiéndose al remate de bienes que se ha dictaminado acerca del derecho que pretende a la hacienda del bachiller don José de Palma, en el valle de Vítor, de quien fue albacea y tenedor de bienes y patrón de una capellanía.
Autos de apelación que presenta Juan Bautista Ordóñez, en nombre de Pablo de Saavedra, vecino de Castrovirreyna, contra un auto que el gobernador eclesiástico del obispado de Huamanga proveyó contra él en razón de ciertas relajaciones de los juramentos que hizo en un compromiso que otorgó juntamente con don Fernando de Castor, caballero del orden de Santiago.
Fragmento de los autos de apelación presentados contra el auto proveído por el Obispo de Arequipa en la causa que sigue el licenciado don Luis Vélez de Córdova, presbítero, sobre los réditos de una capellanía.
Autos de apelación interpuestos por Pedro de Llaguno Gómez, en nombre de don Juan Bautista Zevallos y Alarcón, vecino de la villa de Moquegua, albacea del comisario Andrés Velásquez Dávila, contra un auto proveído por el Obispo de Arequipa en la causa que sigue el licenciado don Luis Vélez de Córdova, presbítero, por los réditos de una capellanía.
Autos de apelación que presenta don Ignacio Sagredo, en nombre del licenciado don Francisco Javier Gallego, cura de la doctrina de Luricocha, contra un auto de ejecución y embargo proveído por el Ilustrísimo señor doctor don Alfonso Roldán, obispo de Huamanga, contra la hacienda nombrada Santa Ana, propia del sargento mayor don Diego Gallego, padre del apelante, intentando cobrar 750 pesos de los réditos de unas capellanías que posee el apelante como legítimo capellán.
Autos de apelación que presenta don Manuel Antonio de Ocampo, vecino de la ciudad de Huamanga, contra los autos pronunciados por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en la causa ejecutiva que el síndico de San Francisco ha seguido contra la hacienda de Cochabamba por los réditos de un aniversario.
Autos que sigue Manuel de la Herrán, clérigo presbítero, cura de la parroquia de Santa Ana y heredero del licenciado don Juan Baltasar Domínguez del Bosque, también clérigo presbítero, contra el alférez don José Domínguez del Bosque sobre un patrimonio de 805 pesos y sus réditos impuesto sobre casas que éste posee.
Autos seguidos por Miguel Pérez de Aragón en nombre de doña María de Arce, viuda de don Alonso de Mesa y Ayala, oidor que fue de la real audiencia de Quito, demandando al bachiller Jacinto López, clérigo presbítero, y pidiendo la redhibitoria de la venta de un esclavo nombrado Francisco Angola, en 450 pesos, quien tiene un asma tan grande que con ella no es de provecho alguno.
Fragmento de los autos de apelación que presenta Juan Ochoa de Ugarte, vecino de Huamanga, en nombre de Bartolomé Ortiz de Guzmán, presbítero, morador en Lima, contra una sentencia pronunciada contra él por el provisor y vicario general del arzobispado de Lima en razón de un pleito seguido con Miguel Pablo sobre la redhibitoria de un negro llamado Antón.
Autos de apelación que presenta el licenciado don Luis de Castañeda, en nombre del licenciado Bernabé Ponce de León, presbítero, colector del obispado de Arequipa, quien quedó por albacea, tenedor de bienes y heredero del licenciado don Francisco Ortuño de Unzueta, chantre de la catedral de Arequipa, contra los autos pronunciados por el provisor y vicario general del obispado de dicha diócesis, quien no reconoce a su parte como tenedor de bienes, como lo indica una cláusula del testamento de Unzueta.
Autos de apelación seguidos por Miguel Rodríguez Bueno, en nombre de Gonzalo de Lama, presbítero, contra el auto proveído por el doctor Fernando de Avendaño, visitador de la ciudad de Huánuco, en el que le mandó reconocer un censo impuesto sobre unas partes que Lama compró de don García de Garay, que están libres de dicho censo.
Autos seguidos por el doctor don José Isidro de Quiroz Vozmediano contra el presbítero don Mariano López y Nates, quienes reclaman la capellanía de cinco mil pesos de principal y 250 pesos de renta anual impuesta sobre la hacienda de Huancargui, en el valle de Majes, que le dejó su tío el licenciado don Melchor de Quiroz Vozmediano.
Autos de apelación que presenta Diego de la Lastra Madraza, residente en Lima, a nombre de doña Juana Baños, residente en Quito, contra la sentencia dada contra ella para que haga vida maridable con Juan de Pumina, su marido.
Autos de apelación que presenta Juan Lorenzo de Cela, en nombre del capitán don Gonzalo Farfán, vecino feudatario de la ciudad de San Miguel de Piura, contra un auto proveído por el Obispo de Quito, en que después de haber concedido muchos términos a doña Catalina de Mora, mujer legítima de Farfán, para que de la ciudad de Cuenca fuese a Piura a hacer vida maridable con él, le concedió otros nueve meses más después de doce años de ausencia.
Autos de apelación que presenta el bachiller don Agustín de Urquiza y Arce, presbítero, vecino de la villa de Riobamba, contra un auto del provisor y vicario general de Quito, en la causa que contra él sigue el licenciado Juan Ramos de Miranda, en la que pide que le entregue un libro de caja, escrituras y recibos, por el cual dicho auto le apremió con censuras agravadas y citación para la tablilla y pena de mil pesos, a que exhiba dicho libro, escrituras y recibos de doña Alfonsa Fernández de Córdova.
Autos de apelación contra la sentencia en la causa que sigue don Antonio de Cervantes y Pérez, clérigo presbítero, en nombre de su padre don Antonio Cervantes, quien reclama la capellanía que mandó fundar su abuelo don Juan de Cárcamo Valdés en unas chacras de pansembrar, en la cual sentencia se adjudicó dicha capellanía a fray Juan Antonio de Rivero, provincial de la provincia de Santa Isabel, de la orden mercedaria.
Autos de apelación presentados por Gaspar Ochoa, en nombre de doña Catalina de Aday y doña Francisca de Betancor, contra la sentencia del provisor y vicario general de Quito en la causa que siguen contra Juan Vásquez de Solórzano, presbítero, sobre un mulato llamado Pedro y una caldereta de plata y cierta cantidad de almidón que le entregó.
Autos de apelación que presenta el licenciado don Miguel Fermín de Aguirre, presbítero, vecino de Quito, en la causa por la que solicita licencia para recaudar los diezmos de los partidos de Puembo y Rifo. Apela contra la sentencia de los autos criminales que por querella de don Salvador Guerrero y don Félix de Luna se ha seguido contra él y su hermano el doctor don Juan Fermín de Aguirre, sobre imputarles varios excesos en la administración de los santos sacramentos en los referidos pueblos.
Autos ejecutivos seguidos por doña María de la Oliva y Silva contra don Pedro Bermúdez de la Torre, sobre la recaudación de 2,450 pesos que impuso en una capellanía sobre la huerta y tierras que en el valle de Ate posee don Pedro Bermúdez de la Torre.
Resumen de los autos de demanda seguida por el bachiller Francisco Murillo alegando tocarle la propiedad de unas casas en el barrio de las Mercedes de la ciudad de Quito, contra el bachiller Manuel Martínez de Espinosa, presbítero. Murillo apela contra la sentencia que concede la propiedad a Martínez.
Autos de apelación que presenta Martín de Urbina, en nombre del alférez Juan Sánchez de Valencia, por sí y como uno de los herederos e interesados en las tierras que dejó el padre Salvador de Valencia en el valle de Azapa, y en nombre de doña Isabel de León, viuda, como madre y curadora de Bernabé de Saravia, menor de catorce años, contra los autos proveídos por el licenciado don Juan de Villarroel, visitador y juez eclesiástico del obispado de Arequipa, y por el provisor de dicha diócesis, por los cuales mandaron se impusiese la capellanía sobre una pedazo de tierras de su propiedad y que no han sido nunca de doña María de Valencia.
Autos de apelación que presenta Juan de Cárdenas, en nombre del licenciado don Juan Bautista Palomino, presbítero, contra el auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en que declaró pertenecer al licenciado don Lorenzo Guillén de Mendoza un pedazo de tierras de Yucay.
Autos de apelación presentados por Pedro Pérez de Guzmán, en nombre del licenciado don Francisco de Vargas Machuca, cura y vicario del pueblo de Viraco, obispado de Arequipa, en la causa que ha seguido el licenciado don Agustín Hernani de Santa Cruz, presbítero, sobre la propiedad de la capellanía que fundó el licenciado don Pedro de Vargas, presbítero. Apela de la sentencia proveída por el Obispo de Arequipa.
Autos de apelación presentados por el padre maestro fray Diego Muñoz, prior del convento de la orden de Predicadores de Arequipa, contra la sentencia pronunciada por el licenciado don Rodrigo de Villegas y Barreda, dean de la catedral de Arequipa, en la causa que sigue contra dicho convento María Gregoria del Pino, por sí y en nombre de sus sobrinos sobre la hacienda de Tomaca, en el valle de los Majes.
Autos de apelación que presenta Alonso Durán Vicentelo, en nombre del maestro don José Sarcuela, contra una sentencia emitida por el provisor y vicario general de Quito por la cual lo condenó a que reciba una estancia según y como la vendió del capitán Diego Pazmino, condenándolo además en costas; en la causa que Pazmino sigue contra él a fin de rescindir el contrato y venta de la mencionada estancia, la misma que está en ubicada en términos del pueblo de San Antonio de Pomasque, y que le devuelva los 9,000 pesos que dio por ella.
Autos de apelación presentados por don Julián Calle, marido de doña Josefa Goyzueta, vecinos de Arequipa, en el litigio seguido con el licenciado don Luis Lazo, cura y vicario de la doctrina de Yanque, sobre la propiedad de una chacara y tierras de Chullu, del pago de Porongoche, en el que se pronunció sentencia definitiva por el provisor de Arequipa, declarando que dicha chacara y tierras pertenezcan a don Luis. Incluye el testamento de don Diego de Tapia y Peralta, natural de Arequipa, y el de doña Catalina de Goyzueta, su mujer; y medición y tasación de las tierras.
Autos de apelación que presenta el bachiller Diego de Rivas, presbítero, en la causa que contra él sigue José Martínez Matamoros para que se declare que le toca y pertenece el tanto de una chacra que compró el apelante del licenciado don Nicolás Rondón, presbítero, en el valle de Pachacamac. Apela contra la sentencia que declara pertenecer dicha parte a Martínez.
Autos seguidos por fray Juan de Zavalaga, de la orden de la Merced, acerca del despojo que ha sufrido de la posesión del aniversario de misas que mandó fundar doña Juana Ruiz Merino, su tía, habiendo nombrado el Obispo como capellán al doctor don Juan Bautista de Taborga y Durana, canónigo doctoral de la santa iglesia de Arequipa.
Autos de apelación que presenta don Pedro de Ulloa Tavera, vecino de la villa de Moquegua, contra el auto definitivo del provisor y juez eclesiástico del obispado de Arequipa en la causa que siguió en nombre de sus hijos menores con don Luis de Acevedo sobre la propiedad de la capellanía que instituyó don Antonio de Checches, situada su renta en la viña de Lacacollo, del valle de Moquegua, en que declaró pertenecer la propiedad de dicha capellanía a don Antonio de Acevedo, hijo natural de don Luis de Acevedo.
Autos de apelación que presenta don Pedro Guerrero y Ontañón contra la sentencia del provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa seguida con don José Antonio de Mena y Nieto sobre el servicio propietario de la capellanía de 6,000 pesos de principal fundada por el general don Simón de Ontañón, caballero de Santiago, y doña Juana Romo de Córdova, su mujer, imponiéndola sobre la hacienda de Colimbuela, jurisdicción del asiento de Otavalo. La sentencia otorgó la capellanía a Mena.
Autos de apelación que presenta el bachiller don Nicolás Carreño de Torres, presbítero, en nombre del licenciado don Andrés Velásquez Dávila, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Arequipa por la cual declaró por capellán propietario de una capellanía que fundó el capitán García de Castro al licenciado don García Hurtado de Mendoza.
Autos de apelación que presenta el maestro fray José Pacheco de Santillán, procurador general de las provincias de la orden de la Merced, en nombre del padre predicador fray Francisco Ramírez, religioso de dicha orden, contra la sentencia pronunciada por el Obispo de Arequipa, en que declaró que al licenciado José de Talavera Rendón le pertenecía en propiedad un aniversario que fundó doña Catalina de Monteagudo.
Cuaderno cuarto de los autos que promueve Dominga Gutiérrez, monja secularizada del monasterio de Carmelitas Descalzas de Arequipa, para obtener la declaración canónica de la nulidad de sus votos religiosos.
Expediente sobre la causa anterior.
Autos que sigue Carlos de Larraín, en nombre de don Francisco Román, vecino de la ciudad de Cuenca, contra el padre predicador fray José Palacios del Real, mercedario, quien se ha introducido en sus propiedades. El demandante dice estar amparado por la real audiencia en las 58 cuadras de tierras en cuestión, por título de merced que le hizo el cabildo de dicha ciudad a Alonso Durán en el sitio de Burgai, en un pedazo de llano con dos quebradas pequeñas, en un sitio llamado Nason, concediéndosele una acequia de agua que cae de una chorrera para regar dichas tierras. Incluye dibujo a colores de las tierras y hatos en litigio
Autos de apelación que presenta fray Juan de Ayala, procurador general de la orden de San Juan de Dios, en nombre del convento de San Juan de Dios de Arequipa, contra el auto otorgado por el provisor y vicario general de dicha diócesis acerca de la causa seguida por el cura de la parroquia de Santa Marta, en cuanto pretende despojarles del privilegio que gozan de enterrar a las personas que quisieren sepultarse en su iglesia, haciendo los divinos oficios sin intervención de los curas; y asimismo de enterrar a los que mueren en su hospital de Nuestra Señora de la O.
Autos de apelación que presenta el sargento mayor don Juan Antonio Tagle Bracho, de la orden de Calatrava, en nombre del licenciado don Juan Sánchez Mazero, arcediano de la catedral de Arequipa, contra lo actuado por el Obispo de Arequipa en la causa en la que le ha fulminado por no haber asistido a cierto cabildo, privándole de la presidencia y gobierno del coro de laa catedral, que le toca por su dignidad, y apercibiéndole que le suspendería la posesión y ascenso al deanato.
Autos de apelación presentados por Sebastián Cueto de Figueroa, en nombre de Luis de Mora, presbítero, beneficiado de la provincia de Nicaragua, del partido de Dina y Dioromo, contra la sentencia del canónigo Nicolás de Santa María, provisor del obispado de Panamá, quien le privó de dicho beneficio, sólo por decir que es extranjero y portugués.
Autos de apelación que presenta don Pedro Pardo de Villarde, presbítero, cura propietario del pueblo de Nuestra Señora de la Concepción de Cachi, en la provincia de Andahuaylas la Grande, contra la sentencia proveída por el juez eclesiástico de Huamanga, en que le condenó a privación de su curato, por causa criminal que se le hizo, por haber salido todos sus indios en una ocasión a pretender quitarle la vida, habiendo herido al cabecilla para defenderse, ocasionándole la muerte.
Autos de apelación presentados por el doctor don Sancho de Paz, racionero de la iglesia de Lima, en nombre de doña Juana de los Ríos, vecina de la ciudad de Quito, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa que trató sobre pretender entrar en religión, habiendo contraído matrimonio con Alonso Peláez.
Autos de apelación que presenta el bachiller Pedro de Quintanilla y Guevara, en nombre de Bartolomé Martín de Quintanilla, depositario general de la villa de Moquegua, contra la sentencia que el provisor de Arequipa pronunció en la causa que siguió su parte y el fiscal eclesiástico contra Hernando Calderón, acerca de la usura de doce mil pesos que le prestó.
Autos de apelaciones en segunda instancia que presenta el licenciado Antonio Guerrero de Espinar, beneficiado de San Jerónimo de Surco, corregimiento de Huarochirí, en la causa que sigue contra el licenciado Tomás Sedano, presbítero, sobre la mula de camino que le prestó para ir al Cuzco y que no le ha devuelto. Apela porque Sedano no cumplió con la sentencia que ordena que devuelva la mula o su equivalente en dinero.
Autos de apelación que presenta el doctor don Joaquín de Sotomayor y Unda, prebendado de la santa iglesia de Quito, contra la sentencia de la causa que siguió con doña Estefanía de la Cerda, vecina de Quito, por 2,000 pesos que le prestó con el plazo de cuatro años.
Autos de apelación seguidos por Bernardo de Vicuña contra un auto que lo declara por excomulgado por no haber entregado las cuentas de lo cobrado de los diezmos del partido de Santa.
Autos de apelación que presenta el monasterio de la Concepción de Quito contra la sentencia definitiva de la causa con don Cristóbal Albán sobre las cuentas que presentó el tiempo que administro los bienes del monasterio.
Autos de apelación que presenta doña Mayor de Mendoza, en la causa con Alonso Martínez de Pastrana, contador de las cuentas del tribunal del reino del Perú, sobre los autos de cuentas fenecidos y acabados que éste dio de los bienes del doctor don Juan Velásquez, arcediano que fue de la santa iglesia, de quien fue albacea, que le fueron adicionadas por doña Mayor de Mendoza, su sobrina, por el legado que le dejó. Apela contra la sentencia emitida por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga contra la sentencia que dio por libre al referido contador.
Autos de apelación seguidos por José y Jacinto de León, hermanos, vecinos de la ciudad de Huánuco, contra un auto proveído por fray Antonio de Berolla, de la orden de San Francisco, cura de la doctrina de San Miguel de Guacra, por el cual los declaró excomulgados por decir que no le habían presentado las cédulas de confesión, no siendo sus feligreses sino de los curas de la ciudad de Huánuco.
Autos seguidos por don Antonio Ticona, curaca de los indios Omates, contra don Lorenzo de Esquiagola, cacique general del pueblo de Quiniscata, provincia de Colesuyo, sobre la prelación y preeminencia en la celebración de las fiestas religiosas.
Autos de apelación presentados por el doctor don Antonio González de Vega, tesorero de la catedral de Quito, contra un auto del provisor de dicha diócesis por el cual mandó auxiliar un mandamiento despachado a solicitud de Francisco y Felipe de la Parra como herederos de Hernando de la Parra y Catalina Sánchez, para que se les otorgue posesión de un solar y dos casas pequeñas bajas de teja, en perjuicio de la propiedad y posesión en que se halla el apelante.
Autos que sigue fray Cristóbal de la Cruz, procurador general del convento de los descalzos agustinos de San José de Panamá, contra el capitán Tomás Palomino, albacea y tenedor de bienes del capitán Gonzalo Mateo del Corro, sobre la posesión de siete negros para la fábrica que dejó del Corro.
Solicitud que presenta el capitán Pedro de Guzmán, marido y conjunta persona de doña Aldonza de Arbieto, pidiendo que el cabildo de Huamanga no dilate más los autos seguidos contra el provisor don Antonio de Loaiza, chantre de la catedral de dicha ciudad, quien se ha adueñado de la capilla y huerta de San Cristóbal, que fundó Rodrigo de Segura, abuelo de su mujer.
Autos seguidos por el doctor don Diego Ortega Hurtado de Mendoza, chantre de la catedral de Huamanga, en nombre del deán y cabildo, contra don Francisco Gallegos, por la posesión de la capellanía que fundó el doctor don José Santiago Treviño, chantre que fue de dicha iglesia.
Autos de apelación que presenta el licenciado don Luis Cornejo Calderón, colegial del Colegio Real de San Martín y abogado de la Real Audiencia de Lima, contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Arequipa, en la que declara tocar y pertenecer al bachiller don Miguel Cornejo la capellanía que fundó el veinticuatro Cristóbal Carbonera Villarroel, vecino y regidor perpetuo de la villa de Moquegua, de misas rezadas sobre la hacienda, viña, tierras, esclavos y aperos de Catalina de Vargas, viuda de Antonio Rodríguez Corte Real, en la villa de Moquegua.
Autos seguidos por don Gabriel de Borda, de la orden de Santiago, padre legítimo y administrador de don Ignacio de Borda, a quien se le ha nombrado por capellán propietario de la capellanía fundada por doña Isabel Hurtado de Mendoza, viuda de don Andrés de Madariaga, de la orden de Calatrava, por el patrón fray Tomás Barreto, de la orden de la Merced. Pide dispensa de la edad para poseer dicha capellanía, pues es menor de catorce años. Incluye el testamento de doña Isabel Hurtado de Mendoza, natural de Lima.
Autos de apelación que presenta Salvador Apelo, en nombre del licenciado don Antonio Novoa de las Mariñas, cura y vicario de las minas de Castrovirreyna, contra los autos proveídos por el Ilustrísimo señor don Cristóbal de Castilla y Zamora, obispo de Huamanga, en los que le desposeyó de su beneficio nombrando interino que le sirviese.
Autos de apelación presentados por don Juan de Vergara y Bocanegra, en nombre del bachiller don Lope de Torres y Guzmán, clérigo presbítero, contra un auto emitido por el provisor y vicario general de Quito contra su parte, sobre un pleito de capellanía que ha tenido con el padre Mateo Pinto, cura y vicario de la ciudad de Zamora, en el cual se hizo notable agravio al apelante.
Autos de apelación que presenta Santiago Cristóbal de la Cueva, en nombre de don Bartolomé García Blásquez, escribano de su Majestad público de cabildo y real estanco de la ciudad de Huamanga, contra la sentencia proveída por el Obispo de dicha diócesis, en la causa que ha seguido el promotor fiscal contra él sobre el castigo a varios eclesiásticos “perturbadores de la paz pública”.
Carta de poder que otorga el doctor don Pedro Miguel de Argandoña, canónigo magistral de la santa iglesia de Quito, a don Domingo Granados, vecino de Lima, para que siga en su nombre contra los autos de apelación que ha interpuesto don Patricio Antonio de Villamil y Tapia, escribano de cámara y gobierno de la real audiencia de Quito, contra el auto proveído por el Ilustrísimo señor don Andrés de Paredes y Armendáriz, obispo de Quito, quien declaró que a Argandoña le pertenecía el patronato de las capellanías y obras fundadas por García de Valencia, canónigo de la santa iglesia de Quito, como a descendiente legítimo de Diego de Valencia León.
Autos seguidos por el licenciado don Norberto de Bendezú con don Simón Bellido, por la permuta del curato de Laramati, en el obispado de Huamanga, con dos capellanías de 4,000 pesos de principal, las cuales son nulas y no tienen permanencia. Incluye tasación de objetos de pintura, lienzos, láminas y estampas de la casa de don Domingo López Bellido, padre de don Simón Bellido; también la tasación de los géneros de su pulpería; y de todo lo que se halló en la hacienda de Mollepampa, asimismo propiedad de López Bellido
Autos de apelación que presenta el licenciado Juan Díez de Fuenmayor, cura del pueblo de Lari, contra los autos proveídos por el dean y cabildo eclesiástico en que le mandaron tuviese su casa por cárcel so pena de excomunión mayor; y contra otro auto en que se le manda otorgar fianzas de lo juzgado y sentenciado en razón de unos capítulos que los indios de su doctrina le tienen puestos.
Autos seguidos por los feligreses del pueblo de Characato, pidiendo la separación del cura propio doctor don Mariano Zegarra, por los malos procedimientos en el desempeño del beneficio, así como el mal ejemplo que da a sus feligreses.
Autos de apelación que presentan Francisca de Santa Margarita y Manuela de San Agustín Miranda, hijas legítimas de don Félix Miranda y religiosas del monasterio de Santa Clara de Quito, en los autos con don Antonio Pintado sobre el patronato de las capellanías que fundaron el doctor don Manuel de Legarda y don Miguel Fernández Rivero. Apelan contra la sentencia que concede la propiedad de las mencionadas capellanías a Pintado y a ellas sólo el patronato al ramo de 500 pesos. Ellas aducen que les debe pertenecer por sucesiòn legìtima de lìnea directa y por derecho de sangre.
Autos de apelación que presenta fray Esteban Grande, procurador general de la provincia de San Juan Bautista del orden de Predicadores, en nombre del convento de San Pablo de la ciudad de Arequipa, en la causa seguida por fray Juan José Priego, prior y vicario provincial de dicho convento, en nombre de los religiosos fray José, fray Francisco y fray Pedro Muñoz, contra el licenciado don Diego de Silva, presbítero, a fin de que se traigan a división y partición las chacras del pago de Chilina. Apela contra la sentencia definitiva. Incluye el testamento del capitán García Muñoz Madueño, capitán de la Sala de Armas de la ciudad de Arequipa.
Autos de apelación que presenta Julián de Cepeda, procurador de la real audiencia, en nombre del alférez don Miguel Onorato, vecino de la ciudad de Santiago de Chile, contra la sentencia definitiva que pronunció el provisor de dicha diócesis, en la causa que siguió contra él doña Josefa Mandujana, por haberle dado palabra de casamiento, en que le condenó que en seis días se leyese las amonestaciones y se case con ella.
Sentencia de los autos seguidos por doña Petronila Vallejo contra el capitán don Juan de Urueta sobre el cumplimiento de la palabra de casamiento.
Autos de apelación que presenta el marqués del Villar del Tajo, de la orden de Santiago, en nombre de Pedro Sáenz del Pozo, vecino de la ciudad de Panamá, contra el auto proveído por el doctor don Juan Antonio de Medina, maestrescuela de la catedral de Panamá, en la causa que su parte sigue contra Francisca de la Quintana sobre que le cumpla la palabra de casamiento.
Autos de apelación que presenta el doctor don Antonio Díez de San Miguel contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, que le ordena pagar las misas de una capellanía, en la causa seguida contra el convento y religiosos de Santo Domingo de dicha ciudad.
Autos seguidos por Pedro Ortiz de Valdelomar en nombre de Damiana de Solís, madre y heredera de Juan Velásquez de Obando, difunto, a fin de que se le pague 6,000 pesos de dicha herencia, por auto del Obispo de Huamanga y confirmación del juez de apelaciones de Trujillo.
Autos seguidos por el licenciado don Antonio Lazo de la Vega, cura y vicario del asiento de Otoca, pidiendo el pago del sínodo que le corresponde a la administración de los sacramentos, que deben satisfacerle los mineros azogueros. Incluye traslado de la real provisión del conde de Castellar, virrey que fue del Perú, que señaló el jornal de los indios que trabajaren en las minas o moliendas.
Autos entre el combento del señor San Francisco de la ciudad de Panamá y el cavildo eclesiástico de la dicha ciudad y prevendados della sobre las quartas funerales", para que dicho convento pague la cuarta de las misas y ofrendas que en él se mandaren decir por los difuntos.
Autos de apelación que presenta Francisco Machado en nombre del licenciado Fernando Vásquez Dávila, sacristán mayor de la iglesia parroquial de la villa de Huancavelica, en la causa que le sigue don Juan Valentín Ramos del Manzano para que costee la paga del indio que le ayuda en la sacristía y que no lo haga la fábrica de la iglesia. Apela contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga.
Autos de apelación que presenta doña Manuela Monteserín, albacea y heredera legítima del doctor don Nicolás Pastrana, en la causa seguida con don Pedro Ceballos Donoso sobre el pago del precio de la hacienda de Cuscungo. Apela contra el auto que falla a favor de Ceballos, perdiendo ella el precio de la hacienda.
Sentencia de los autos seguidos en segunda instancia en grado de apelación entre el doctor don Francisco del Pino Argote, canónigo de la santa iglesia catedral de Quito contra el maestro Juan de la Oliva, cura del pueblo de Cajabamba, sobre 2,964 pesos que le pide por otros tantos de lastos y pago por la dote de las hermanas de dicho maestro Juan de la Oliva para que se les diese la profesión en el convento real de la Concepción.
Autos de apelación que presenta Antonio Pérez, en nombre del colegio de la Compañía de Jesús de la ciudad de Arequipa, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicho obispado, por el que ordenó cumplir la requisitoria despachada por el Obispo del Cuzco, quien mandó pagar los diezmos de la hacienda de Yanarico.
Autos de apelación que presenta el capitán Tomás de Urquiza, vecino de Riobamba, contra un auto del provisor y vicario general del obispado de Quito, en que da por libres al general don Antonio López de Galarza y a sus hijos del pago de unos diezmos
Autos de apelación que presenta el bachiller Juan Ratera, presbítero, en nombre de Francisco de Acharte, en la causa seguida con la mesa capitular de la catedral de Huamanga, a fin de que se le pague los diezmos de todas las haciendas que las religiones han arrendado a seglares, por haber sido siempre diezmables y no estar exemptas. Apela contra dos autos en que se declaró no haber lugar la apelación ni el cobro a dichas haciendas.
Solicitud que presenta Gaspar Gómez en nombre de Asencio de Porras, vecino de Latacunga, pidiendo el testimonio de la apelación de la causa seguida por el capitán Juan Díaz Candilejo de lo proveído en razón de los diezmos que éste le debe pagar.
Autos de apelación que presenta José de Altubes, en nombre de fray Miguel Mesía, religioso de la orden de la Merced, contra los autos proveídos por el Obispo de Arequipa en la causa que sigue con el bachiller Andrés Sánchez Sirgado y don Melchor de Mundaca, presbíteros, sobre el aniversario de legos que instituyó y fundó doña Isabel María de Valencia, de doce mil pesos de principal, por los cuales declaró no haber lugar la declinatoria interpuesta por Mesía.
Autos de apelación que presenta don Bartolomé de Silva y Mendoza, en nombre de doña Josefa Beltrán y Amézquita, viuda de don Juan Yáñez de Montenegro, y en el del licenciado don Pedro Yáñez de Montenegro, su hijo, contra la sentencia pronunciada por los jueces de la mesa capitular de las rentas decimales de la ciudad de Arequipa, en que se condenó a doña Josefa y a don Pedro a pagar 3,634 pesos y dos reales que quedó debiendo don Juan. Incluye inventario de los bienes de don Juan Yáñez de Montenegro.