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Autos por los cuales el bachiller Gabriel de Alvarado, fiscal eclesiástico del obispado de Huamanga, hace presentación de la provisión despachada por el cabildo de Huamanga contra el bachiller Marcos Gutiérrez de Aldana, cura propietario de Corculla, en la provincia de Parinacochas, quien fue coadjutor de la de Chipao, en la de Andamarcas, el cual en lugar de ir a servir en Corculla se fue a Huamanga y luego a Lima sin licencia

Testimonio de los autos seguidos por don Juan de Medina y Risco, marido de doña Jacoba Bucaro, contra el doctor don Nicolás Ildefonso Serrano y contra María Bucaro sobre la posesión y servidumbre de la entrada y salida por un callejón que media entre sus casas y para la restitución de su uso. Los demandados, por propia iniciativa, habían construido una valla con tablones, lo que impedía el libre tránsito por el pasaje. Inserta declaraciones de testigos sobre los hechos.

Sentencia de los autos seguidos por Lorenzo Dorado, mulato, y Pedro de Salazar, su curador, contra el licenciado Antonio Fernández de Quiroz, canónigo de la catedral de Quito, sobre su libertad.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina, en nombre del doctor don Pedro Gómez de Sanabria, en la causa que contra él sigue José Gómez de Sanabria, mulato, su esclavo, sobre la libertad que pretende. Apela contra una sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, en que declaró haber probado José Gómez su demanda y le concede la libertad, condenando en cien pesos a don Pedro Gómez.

Autos seguidos contra el maestre de campo don Francisco Morante, corregidor del valle de Quillota, sobre el incurso y menosprecio de las excomuniones que se le impusieron para poner en libertad y sacar de la prisión al padre predicador fray Juan de Ugalde, agustino.

Autos seguidos por doña Lucía de Amaza, viuda del capitán don Bartolomé de Rojas, como tutora y curadora de sus menores hijos, contra doña María de Córdova, su suegra, quien ha entrado de religiosa en el monasterio de Carmelitas Descalzas de Nuestra Señora del Carmen de Santiago, y pretende hacer testamento disponiendo del tercio de sus bienes a favor de dicho monasterio y de su hija doña Marina de Rojas, monja profesa en él, sin tener en cuenta el voto de pobreza de ésta.

Autos de apelación que presenta Juan Antonio Dávila Saavedra, en nombre de don Andrés Maldonado y Liñán, en la causa seguida sobre los bienes legados por el licenciado don Agustín Maldonado y Liñán, cura de la doctrina de Conayca, quien lo nombró al apelante como uno de sus herederos.

Autos de apelación presentados por Gaspar de León, presbítero, residente en la ciudad de Santiago de Chile, contra una sentencia y autos pronunciados por el provisor de dicha diócesis contra él y en su perjuicio, en el pleito sobre las oposiciones y concurso a la sacristía de la catedral de Santiago de Chile.

Autos de apelación contra la sentencia acerca de la causa seguida por el licenciado don Benito de la Cruz, presbítero, contra el capitán Juan Gutiérrez de Casaverde, sobre la venta de unas casas.

Autos de apelación presentados por Lorenzo Merino Varona, en nombre de Francisco Rebelo, regidor perpetuo de la ciudad de Quito, contra una sentencia pronunciada contra éste por el bachiller don Fernando Gutiérrez de Haro, tesorero de la santa iglesia de dicha diócesis y provisor de ella, en la causa seguida con el doctor Melchor Báez Martínez, clérigo presbítero, sobre la venta de un tejar.

Autos de apelación que presenta Alonso de Meneses, vecino de la provincia de Angaraes, contra la sentencia que declaró por subsistente la segunda venta de los diezmos de las haciendas de Auqui, Pacti y Andabamba, que hizo a Bartolomé Flores el licenciado Fernando Vásquez, presbítero, diezmero de Angaraes.

Autos de apelación que presenta Alonso Gómez de la Montaña, en nombre del deán y cabildo de la santa iglesia de Quito, contra una sentencia y autos del provisor de dicha diócesis, sobre el pleito que siguió don Francisco de Cabrera, canónigo de ella, contra el deán y cabildo sobre la renta de las distribuciones cotidianas que el dean pretende no debe gozar Cabrera. La sentencia le da la razón a Cabrera.

Traslado de los autos de apelación interpuestos por don José Antonio del Villar, en la causa seguida contra él por Baltasar de los Reyes, en nombre del monasterio de la Concepción de Lima sobre la rebaja del canon de la hacienda de la Taboada.

Autos promovidos por el bachiller don Francisco Fernández Dávila sobre la nulidad de dos sentencias pronunciadas por el provisor de Arequipa, en la causa que siguió sobre la provisión de seis capellanías que vacaron por muerte de don José Vicente de la Torre.

Autos de apelación que presenta doña Magdalena de Covarrubias, viuda del maestre de campo don Luis Varas, vecina de la ciudad de Santiago de Chile, contra el auto pronunciado por el provisor de dicha diócesis contra ella, en los autos con el monasterio de la Concepción sobre la posesión de una negra criolla nombrada Ana y sus hijos, en que declaró el derecho a manumisión de dicho monasterio.

Autos de apelación que presenta el bachiller Jacinto de Palacios, cura propietario de la doctrina de San Pedro de Guacaña, en el obispado de Huamanga, en la causa seguida contra el licenciado don Pedro de Arango y Sotomayor, cura de la doctrina de la Santa Cruz de Cabana, sobre la pertenencia de la administración de los sacramentos en el sitio de Uyupacha. Apela contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, que declaró pertenecer dicha administración al cura de Cabana.

Autos seguidos por doña Fabiana de Sotomayor contra don Francisco de Chavarría, albacea y tenedor de bienes de don Ambrosio de Zavala y Lasao, difunto, sobre la nulidad de una escritura de venta de los esclavos que vendió Zavala a doña María de Sotomayor.

Autos seguidos por el doctor don Juan González Durán, cura de Huanta, provincia de Azángaro, contra el licenciado don Pedro del Campo, cura de Guancarayllo, provincia de Vilcas, sobre la nulidad de permuta de dichos beneficios. Incluye los autos de permuta; los autos de capítulos seguidos contra el licenicado don Pedro del Campo; la apelación contra la sentencia sobre dichos capítulos; y la causa criminal de oficio contra el licenciado del Campo sobre haberse resistido y perdido el respeto al licenciado don Juan Gómez de Loaiza, gobernador, provisor y vicario general del obispado de Huamanga.

Autos de apelación presentados por Dionisio de Montenegro, escribano público del número de la ciudad de Quito, contra la sentencia emitida por el provisor y vicario general del obispado de Quito, en la causa seguida con doña Rosa Cecilia de Sosa sobre la nulidad de su matrimonio.

4º cuaderno sobre la causa anterior.

Autos de apelación que presenta Francisco Gómez Ortiz, en nombre del convento de monjas de Nuestra Señora del Carmen de Quito, contra los autos emitidos por el provisor y vicario general de dicha ciudad y su obispado en la causa que sigue con el deán y cabildo de dicha iglesia y su procurador en su nombre, sobre el entrego de una escritura de dos mil pesos de principal. El auto dictamina que el deán y cabildo de Quito no están obligados a sanear la referida escritura.

Autos de apelación que presenta Antonio Pérez, en nombre de los señores dean y cabildo de la catedral de Panamá, contra la sentencia en que se concluye que al maestro fray Fernando Ramírez, del consejo de Su Magestad y obispo de la ciudad de Panamá, le pertenece la cuarta funeral episcopal que le tocó y perteneció a don Cristóbal Martínez de Salas, su antecesor, desde el día de su muerte hasta que entró en su Obispado.

Autos de apelación presentados por los doctores don Francisco de la Barra y don Domingo Sarmiento, curas rectores propietarios de la catedral de la Concepción de Chile, contra la sentencia emitida en la causa con el visitador don Juan de Lagos, sacristán mayor de dicha iglesia, sobre su asistencia en los entierros.

Autos de apelación que presenta el padre Lucas de Cuenca, religioso coadjutor de la Compañía de Jesús, en nombre y en voz del licenciado don Diego de Cuenca, presbítero, albacea y tenedor de bienes y tutor y curador de la persona de don Pedro de Santiago, colegial del real colegio de San Cristóbal de Huamanga, e hijo legítimo y heredero del capitán don Gabriel de Santiago Argomedo, difunto. Apela contra la sentencia emitida por el juez apostólico de apelaciones del obispado de Huamanga, en la causa seguida por el licenciado don Pedro Carrasco, cura y vicario de la doctrina de Chupamarca, a fin de que se declare por nula la cláusula de patrones y capellanes de la capellanía que instituyó y fundó don Pedro de Santiago, por la cual dicha sentencia se revocó la fundación de la mencionada capellanía.

Autos de apelación en segunda instancia en la causa seguida por María Francisca de Chaves, mujer legítima de Pedro Ravelo, y heredera con beneficio de inventario de Alonso González de Quiroz, su hijo, contra don Antonio de Acevedo, como padre legítimo de don Bartolomé de Acevedo, a fin de que se declare por nula la fundación de la capellanía que mandó fundar el capitán Juan de Quiroz del Riego, de 3,000 pesos de principal.

Ejecutorial de la causa que siguió en primera instancia en el juzgado eclesiástico del obispado de Huamanga el doctor don José de Tapia, cura de la doctrina de Quinua, con el muy Reverendo Padre predicador fray Diego de Miranda, de la orden de Predicadores, cura de la doctrina del Tambillo, sobre la administración de sacramentos en los parajes nombrados Pichos Palcayaco, Rumichaca, Niñoneque y La Estancia, y Yucay del Espíritu Santo, en los anexos de Ochoytoco. Apela contra la sentencia emitida a favor del padre Miranda.

Autos de apelación presentados por Norberto Alfaro de Ibarra, notario mayor del tribunal de la Santa Cruzada del obispado de Huamanga, en nombre de doña Isabel Caballero, monja profesa en el monasterio de Santa Catalina de Lima, en la causa seguida por la propiedad de un negro nombrado Mariano con María Josefa Flores, madre de María Venancia, difunta, religiosa donada profesa que fue de dicho monasterio, quien le dejó todos sus bienes a su madre. Apela contra la sentencia que fue proveída a favor de Josefa Flores.

Autos seguidos por don Manuel González Castellanos, presbítero, contra don Juan Francisco Carrión, sobre la hacienda San José de Perequete.

Autos de apelación presentados por el comisario general don Pedro Luis de Ulloa, en nombre del licenciado don José Coloma, contra una sentencia pronunciada contra él por el provisor del obispado de la Concepción en una causa sobre tomar cuentas y residencia al visitador don Juan de las Roelas Sandoval, gobernador que fue del dicho obispado, en cuya defensa se le declaró por incurso en la bula In Cena Domini y se le multó en cien pesos, para cuya cobranza le embargó ciertos bienes, además de ponerle otra multa con aplicación a la Santa Cruzada. Y el provisor sólo le ha absuelto de una de las multas, siendo ambas de la misma calidad.

Autos de apelación que presenta el comisario general don Pedro Luis de Ulloa, en nombre del licenciado don José Coloma, contra la sentencia que pronunció contra él el provisor del obispado de la Concepción en una causa de cuentas y residencia al visitador don Juan de las Ruelas Sandoval, gobernador que fue de aquella diócesis. Se incluye la causa del visitador

Traslado de los autos seguidos acerca de la invalidación del matrimonio contraído entre José Nazario e Hilaria Josefa, esclavos del coronel don Tomás de Arias.

Autos que sigue Joaquín Santos Rey con don Juan de Dios Icaza, quien le ha puesto causa sobre invalidación del contrato de venta que se celebró en su favor el arcediano don Francisco de Borja Arosemena, de las tierras de Pequeni y Capiresa.

Autos seguidos por don José Santiago Carrasco, en nombre del doctor don Carlos Orbea, canónigo de la catedral de Lima, contra el monasterio de la Concepción, sobre la insubsistencia de una venta enfitéutica hecha en 1695 a la señora doña Francisca Lucía Sarmiento, condesa viuda de Castillejo, por cuatro vidas naturales.

Autos de apelación que presenta Diego Esteban Berrocal, en nombre del padre maestro fray Juan del Caso, del orden de San Agustín de la provincia de Chile, contra la sentencia y demás autos proveídos por el Ilustrísimo señor doctor don Bernardo Carrasco, obispo de Santiago de Chile, en que declaró por capellán al licenciado don Juan Pinto de Escobar y mandó se le diese colación y canónica institución de la capellanía y patronato de legos que instituyeron y fundaron sus abuelos el capitán Blas Pinto de Escobar y doña Luisa de Cáceres.

Autos de inmunidad eclesiástica seguidos por Juan Manuel de la Huerta, como curador ad liten de Francisco Quintana, mulato, contra el promotor fiscal del arzobispado de Lima, a fin de que sea restituido al convento grande de San Francisco.

Autos de apelación que presenta el capitán Mateo de Arango, alcalde provincial de la ciudad de Huamanga, y Pedro Jorge de Acuña, fiscal nombrado, contra una sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga en la causa de inmunidad eclesiástica que pretende Diego de Miranda Valdés por haber sido sacado de la iglesia donde estaba. Dicha sentencia lo mandó restituir a la iglesia.

Autos de apelación que presenta don Luis de Eyzaguirre, en la causa contra José Jacinto Palomino, a quien se le imputa la muerte de su mujer, doña Josefa Berrocal. Apela contra la sentencia que ordena que Palomino goce de inmunidad eclesiástica.

Autos seguidos acerca de la extracción que se hizo de la prisión del convento de San Francisco de Quito de la persona del Reverendo padre fray José Morrón, quien allí se hallaba encarcelado por su prelado, al cual se le condujo al convento de Predicadores, infringiéndose la inmunidad eclesiástica.

Autos de apelación que presenta el licenciado Blas de Torres Altamirano, fiscal de su Majestad en la real sala del crimen, contra la sentencia pronunciada por el Obispo de Quito en la causa que siguió Pedro Zagre, mulato, sobre la inmunidad que pretende.

Autos de apelación en segunda instancia sobre la inmunidad que pretende gozar el ayudante don Lucas de Vivanco y Alcocer, quien fue sacado de la iglesia del pueblo de Ñeque, en el obispado de Humanga.

Autos que sigue don Pedro de Loma Portocarrero a fin de que se haga información de cómo el obraje de comunidad del pueblo de Mulachaco tiene y ha tenido como administradores a los corregidores del asiento de Latacunga; y de cómo los caciques principales ganaron una real provisión para que los indios de aquellas comunidades que estaban presos en obrajes particulares por deudas fuesen llevados a sus respectivas comunidades.

Autos de apelación que sigue Juan Bautista de Escobar, en nombre del doctor Juan Martínez de Orbe, en la causa que le sigue el convento de las Mercedes de la villa de San Miguel de Ibarra sobre la imposición de una capellanía y el reconocimiento de un censo de 2,000 pesos de principal, por decir que lo dejó puesto así el capitán Juan Martínez de Orbe, su padre; contra unos autos pronunciados por el provisor y vicario general de Quito, en que mandó que hecha la cuenta de los pesos que se presenten al convento de San Diego de la villa de Ibarra, y en lo que restare del precio de las casas que se remataron por bienes del capitán Martínez, se imponga la capellanía y lo reconozca todo el apelante.

Autos de apelación que presenta el bachiller Juan Francisco de Valladolid, presbítero, ministro del Santo Oficio, albacea y tenedor de bienes del licenciado don Álvaro Núñez de Sotomayor, presbítero, difunto, cura que fue de Cangallo, provincia de Vilcashuamán, contra unos autos pronunciados por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, por los que ha denegado que se le entregue 6,000 pesos de a ocho reales que por cláusula testamentaria de Núñez ordenó que se impongan en una capellanía. Se incluye dicho testamento e inventario de bienes.

Autos de apelación seguidos por don Manuel Grande de Zárate contra el auto proveído por el cura y vicario de la villa de Pisco, por el cual le ordena pagar a Juan de Quiñones lo que importan cien botijas de vino, por ser el heredero forzoso de su hija Victorina, a quien le fueron legadas dichas botijas en el testamento de doña María Ortiz de Zárate. Incluye el testamento de ésta, natural de la ciudad de Granada, en Andalucía.

Autos de apelación que presentan los herederos de Antonio del Campo, en la causa que este siguió contra Carlos de Larraín, procurador de los del número de la real audiencia, apoderado de los albaceas de doña Juana del Campo, su hermana, viuda de don Jacinto Mosquera, maestre de campo, vecina que fue de la ciudad de Popayán, sobre la herencia que pretendía Antonio del Campo por mitad con la cofradía del Santísimo Sacramento de la catedral de Popayán.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina, en nombre del colegio de la Compañía de Jesús de Santiago de Chile, en la causa que contra el referido colegio sigue el capitán Melchor de Arcaya sobre la herencia de los bienes del licenciado Juan de La Torre, quien a su vez apeló a la sentencia proveída a favor del Colegio. Car.,

Prosigue la causa sobre la hacienda de San José de Perequete.

Autos de apelación que presenta el capitán Domingo González, curador de Francisco y Tomasa Sáez, nietos de doña Jacinta Sáez de Mena, acerca de la causa seguida por una estancia de viña de 10,120 plantas de San Miguel de Guiganco, con doscientas cuadras de tierras, en el partido de Rere, junto a la Estancia del Rey, un majuelo de mil quinientas sepas, en el camino del molino inmediato a la estancia y 500 cuadras de tierras en el Salto de la Laja, que pertenecen a dichos menores, sobre la cual su abuela mandó fundar una capellanía de 2,000 pesos de principal. Apela contra la sentencia del provisor del obispado de la Concepción que aprueba dicha capellanía, por ser agravio para los dichos menores.

Autos seguidos por doña Leonor Vélez de Guevara sobre la fundación de una capellanía de misas rezadas por Luis Vélez de Córdoba, su viuda y su albacea y curadora de sus hijos. Incluye el testamento de don Luis, natural de la villa de Moquegua.

Autos seguidos por Francisco Dávila y Torres, en nombre del licenciado don Clemente de Medina, presbítero, acerca de la apelación que tiene interpuesta de la sentencia pronunciada por el Obispo de Huamanga sobre la capellanía que fundó Pedro Fernández de Medina.

Autos de apelación seguidos por Miguel de Medina, en nombre de Antonio Martínez, vecino del pueblo de Mito, en el valle de Jauja, contra lo hecho y autuado por el licenciado don Diego Barreto, visitador de la idolatría, y en particular de la excomunión y la censura en que le tiene declarado, y del auto que proveyó para ello por decir que no había querido consentir en su jurisdicción sobre el conocimiento de la capellanía y patronazgo que mandó fundar don Antonio Paytanguala, indio natural del pueblo de la Concepción de dicho valle. Incluye la demanda de engaño de la capellanía y buena memoria de don Antonio Paitanguala, cacique principal que fue del repartimiento de los Luringuancas, fundada en la iglesia de la Concepción, contra los bienes de doña Paula Carrillo, difunta, y Antonio Martínez, su albacea y síndico general de los religiosos de San Francisco de la provincia de Jauja. También se adjunta parte del testamento de don Antonio Paytanguala, en la que se encuentra la fundación de la referida capellanía.

Autos de apelación que presenta el doctor don Francisco de Castro, presbítero, capellán de las capellanías que fundaron el general Asencio de Zavala y doña Marina de Amésquita, sus abuelos, y de otras que fundaron parientes suyos, en la causa seguida sobre las dichas capellanías con el padre definidor fray Fernando Zavala, mercedario, apela contra la sentencia pronunciada por el provisor del obispado de Santiago de Chile, por la que declaró pertenecer a dicho padre las capellanías que fundaron Pedro Gutiérrez Carrillo, el general don Asencio de Zavala y doña María Zavala, religiosa que fue del monasterio de la Concepción; y al demandante las que fundaron doña Marina de Amésquita y doña Jerónima Zavala.

Autos seguidos por don Manuel de Maluenda, albacea y tenedor de los bienes que quedaron por muerte del maestro don Nicolás Maluenda, cura y vicario que fue de la doctrina de Renca, acerca del cumplimiento de sus disposiciones testamentarias y la fundación de una capellanía. Incluye el testamento, el codicilio y la tasación de los bienes del maestro don Nicolás de Maluenda Calatayud, presbítero, cura propietario de la doctrina de Renca. Además contiene dos croquis
hechos en cartulina (f.178); uno de ellos está suelto (folio 206).

Autos de apelación en segunda instancia interpuestos sobre la capellanía colativa que fundaron don Juan Antonio Reyes y doña Ana Sánchez Rebata, con un principal de 4,000 pesos, en la causa seguida por don Mariano Flores, en nombre de don Domingo Sánchez Rebata, hijo mayor de los fundadores.

Autos seguidos por doña Fabiana de Sotomayor contra el maestro don Ambrosio de Zavala, sobre ser declarada por hija natural de doña María de Sotomayor.

Autos de apelación que presenta el maestro don Luis de Alderete, presbítero domiciliario del obispado de Santiago de Chile, en nombre del capitán don Sebastián de Herrera, contra un auto pronunciado por el provisor de dicha diócesis en la causa que sigue con el general don Francisco Antonio de Abaria sobre la cobranza de quinientos pesos que suponen deben pagar doña Nicolasa Cortés, suegra del apelante, por haber faltado a la calidad de un compromiso.

Autos de apelación seguidos por Felipe de Matos, mayordomo de la fábrica de la iglesia de la villa de Huaura, contra un auto proveído por el vicario de Huaura en la causa que con la dicha fábrica sigue Manuel Riveros sobre la obra.

Autos seguidos sobre los expolios de don Antonio de la Peña Montenegro, quien fue obispo de Quito.

Fragmento de los autos de apelación que presenta el licenciado don Pedro de Prado y Escobar, deán de la catedral de Huamanga, contra un auto pronunciado por el Obispo electo y gobernador de dicha diócesis, el cual, sin haberlo oído en juicio, le ordena exhibir una cama de damasco carmesí y una cuja dorada pertenecientes al expolio de don Agustín de Carbajal, que el cabildo mandó vender y él compró en 470 pesos, que están pagados.

Fragmento de los autos de apelación que presenta el licenciado don Juan Ordóñez Flores, cura propietario de la doctrina de Chupamarca, en el obispado de Huamanga, contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general de dicha diócesis, en que le ordena comparecer so pena de excomunión y de doscientos pesos.

Autos de apelación que presenta José Antonio de Castro, en nombre de José Palomino de Castilla, vecino de Huamanga, contra todo lo actuado por el provisor y vicario general de dicho obispado sobre cierto auto que proveyó conminándole con la pena de cien pesos y de excomunión mayor para que haga vida maridable con Paula Jacinta, su mujer, en la villa de Huancavelica. Y aun obedeciendo dicho auto, no ha conseguido la absolución.

Autos de apelación a la sentencia emitida por el Obispo de Panamá, en la que condenó a al licenciado don Diego de Velasco, cura del pueblo de Penonomé, en 400 pesos aplicados para la fábrica de la iglesia del pueblo en privación perpetua de su beneficio y destierro por seis años por dicho obispado y en las costas de la causa. Y en cuanto a la causa de capítulos por exceso de cobros en el arancel de derechos parroquiales seguida por Domingo Díaz, procurador general de dicho beneficio, se le condenó a pagar a las partes interesadas las cantidades de derechos parroquiales que supusieron les había llevado de más.

Autos seguidos por José de Llano y Valdés, en nombre del maestre de campo don Francisco Pizarro y Velarde, contra el licenciado don Jerónimo Garay y Jáuregui, cura y vicario de la doctrina de Huamanguilla, jurisdicción del obispado de Huamanga, sobre pretender que sea viceparroquial una capilla que tiene Pizarro en su hacienda de Huayllapampa.

Autos seguidos por Juan de la Rocha, en nombre del licenciado Miguel López Manzano, fiscal de la santa iglesia de Arequipa, en los cuales hace presentación de la requisitoria del provisor y vicario general de dicho obispado, para que le haga saber a Juan de Torrejón del estado de la denunciación que el fiscal tiene hecha contra el licenciado don Luis de
Losada Quiñones, sobre la usura y logros de que está acusado.

Autos de apelación que presenta Matías del Pozo y Murillo, en nombre del doctor don José Pantoja, presbítero, albacea y tenedor de bienes de don José Galindo Berrocal, difunto, contra el agravio que le ha hecho el Ilustrísimo señor don Francisco de Deza y Ulloa, obispo gobernador de Huamanga, por el auto en que mandó cumplir el testamento de Galindo y entregar a Sebastiana Berrocal la hacienda y tierras de Chacabamba y Acraybamba.

Autos que sigue doña Beatriz Cortés de la Serna, viuda del licenciado don Pedro Casela de Valdés, del consejo de su Magestad, oidor que fue de la real audiencia de Panamá, contra doña Francisca de Irriberri, religiosa de velo negro del monasterio de dicha ciudad, para que le entregue una mulata, su esclava, nombrada Josefa.

Autos de apelación presentados por el doctor don Matías Guerra de Latras, presbítero, contra la sentencia definitiva pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Panamá, acerca de la causa que contra él siguió Alonso de la Cruz Moreno, escribano del navío “La Santa Cruz de Mayo”, para que le entregue los 37 cajones de tinta añil o el valor de los mismos, los cuales le entregó por la aduana de Cruces para que los llevara junto con unos negros a Cartagena; y que se perdieron porque lo cogieron los piratas.

Autos de apelación seguidos por Lucas de Alagueros, en nombre del capitán don Gaspar de Rivera, vecino y alcalde provincial de la Santa Hermandad de la villa de San Clemente de Mancera, en el puerto de Pisco, a fin de que se le entreguen 16 peruleras de aguardiente que se le embargaron por bienes de don Lorenzo Valentín de Zárate, por el racionero don Agustín de Sifuentes Guerrero, como juez de comisión para las cobranzas de las cantidades de diezmos que se están debiendo a la Santa Iglesia en el partido de Pisco.

Autos de apelación que presenta el Reverendo Padre Maestro fray Agustín Fuerte de Torres, en la causa seguida contra él por don Antonio Rodríguez Guillén, marido y conjunta persona de doña Francisca Villaverde, Matías y Leonardo de Villaverde, menores de 14 años de edad, herederos de don Francisco de Villaverde, difunto, a fin de que el apelante entregue las cuentas del albaceazgo y tenencia de bienes que tuvo don Juan Fuerte de Torres, su padre, de los pertenecientes a don Francisco de Villaverde; y de la recaudación que hizo de cantidad de 12,242 pesos y 5 reales de las personas que constan en una memoria y en su libro manual de cuentas. Apela contra un auto proveído por el Obispo de Huamanga en que ordenó embargar una casa que quedó entre los bienes de su madre.

Autos seguidos por Pedro Llaguno Gómez, en nombre del doctor Dionisio de Oré Peña de Chaves, canónigo magistral de la iglesia de Huamanga, provisor y vicario general de su obispado, acerca de su elección como tal. La causa fue apelada por el deán de dicha iglesia.

Autos de apelación que presenta Diego Esteban Berrocal, en nombre de las religiosas del monasterio de la Concepción de la ciudad de Santiago de Chile, contra todos los actos judiciales y extrajudiciales precedentes y subsecuentes a la elección de abadesa de dicho monasterio en persona de doña Mariana Pastene; y solicita se declare por nula dicha elección.

Autos de apelación presentados por el capitán Juan de Garay Otáñez, en nombre de doña Antonia de Escobar, religiosa del monasterio de Santa Clara de Santiago de Chile, y de las demás religiosas, contra todo lo hecho y obrado por el provisor del obispado de Santiago en la elección de abadesa de dicho monasterio, procediendo irregularmente, privando de voz activa a dieciocho vocales. Incluye la prueba de la legitimidad del nacimiento de la religiosa electa.

Autos de apelación que presenta Francisco de Escobar Mendoza, en nombre de Tomás de las Cuevas Mendoza, clérigo de menores órdenes, contra un auto proveído el 6 de julio de 1622 por el doctor don Juan de La Fuente, maestrescuela de la catedral de Santiago de Chile, provisor y vicario general de aquel obispado, en la causa que siguió para que se declare que debe gozar del privilegio del fuero eclesiástico. Aduce que no pudo apelar antes por la inseguridad de la navegación debida a los piratas.

Autos de apelación que presenta Salvador Apelo, en nombre de José Gutiérrez, vecino y hacendado en la provincia de Andahuaylas, contra un auto proveído por el Ilustrísimo señor don Francisco de Godoy, obispo de Huamanga, en la causa seguida por el licenciado Francisco de Barrientos y Cadenas, sobre la paga de los réditos de la capellanía, que fundó e instituyó Francisco de Barrientos, su abuelo, sobre las tierras y cañaveral que eran de Fernando Gómez Boza, de la cual tiene es su capellán.

Autos seguidos por don Manuel Fontanes como representante de don Juan Conde, contra el doctor don Melchor Factor Guzmán, como apoderado del Síndico del monasterio de Santa Teresa de la ciudad de Arequipa, sobre el pago de mejoras hechas por Conde en una chacra y huertas nombradas de León, situadas en el valle de Tiabaya, de propiedad del monasterio.

Autos de apelación que presenta el capitán Juan de Garay Otáñez, en nombre del maestro de campo general don Martín Ruiz de Gamboa, vecino de Santiago, contra un auto pronunciado por el provisor del obispado de Santiago, en que le mandó pagar al licenciado don Francisco del Pino 290 pesos y dos reales en la causa que éste sigue sobre que pague el estipendio de los indios de su encomienda, del tiempo en que el licenciado del Pino fue cura de ella.

Autos de apelación que presenta Francisco Pérez Pastor, en nombre del licenciado don Juan de Astorga, presbítero, contra un auto pronunciado por el provisor del obispado de Santiago de Chile, en que se declaró que el apelante no está obligado a decir misas en la estancia de Liray, y que cumple con decirlas en el altar de Santa Ana de la iglesia de San Francisco de la ciudad de Santiago.

Autos de apelación presentados por el cabildo, justicia y regimiento de la ciudad de Huamanga sobre el modo de dar la paz. El Obispo de dicha diócesis otorga llanamente la apelación y ordena que so pena de excomunión mayor y de 200 pesos ensayados a cada uno, no reciban la paz con patena, ni de diácono, ni de subdiácono, sino con portapaz y de un acólito, aunque fuese en iglesias regulares. El promotor fiscal eclesiástico de la audiencia episcopal de Huamanga pide que se revoque dicho auto y se observen los sinodales y una de las constituciones del Concilio Provincial.

Autos de apelación que presenta Miguel de Medina en nombre de la religión de la Compañía de Jesús, por lo tocante al colegio de la ciudad de Quito, contra un auto proveído por el Obispo de dicha ciudad en una causa que se siguió contra el capitán Francisco Terán, justicia mayor de la villa de San Miguel de Ibarra, y un negro esclavo suyo y otros cómplices, sobre el despojo y violencia que hicieron a dicho colegio, sacando a un religioso novicio hijo del dicho justicia mayor.

Autos de apelación que presenta Pedro Pérez de Guzmán, en nombre del capitán Lucas Chacón, hacendado de la isla de Tayacaja, de la provincia de Huanta, en los autos que sigue con el licenciado Bartolomé Flores sobre el deslinde de unas tierras nombradas Mantacra. Apela contra un auto pronunciado por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, por el cual anuló el deslinde y amojonamiento que había hecho de las dichas tierras el licenciado don Juan González Chamorro, juez que nombró para dicho oficio; y mandó volverlo a hacer, lo cual perjudica al apelante.

Fragmento de los autos de apelación que presenta el padre Pedro de Toro, de la Compañía de Jesús, procurador general de la Provincia de Chile, en nombre del licenciado don Domingo de Contreras y Oñate sobre el derecho de una casa y solares. Solicita se le entregue los autos.

Autos de apelación que presenta don Isidro de Torres, en nombre y como apoderado de los herederos del general don Luis de Molina, en la causa seguida contra el licenciado don Domingo de Contreras sobre el derecho a un solar de tierra ubicado a tres cuadras de la Plaza Mayor.

Autos de apelación que presenta el capitán don Francisco Isidro de Torres, podatario del padre visitador fray José de Molina, agustino, en la causa que ha seguido por su convento con el licenciado don Domingo de Contreras, albacea, tenedor de bienes y heredero de doña María de Herrera, sobre el derecho y propiedad de un solar. Apela contra la sentencia definitiva que declaró pertenecer dicho solar a los bienes de doña Mencia de Herrera y a su heredero.

Autos de apelación que presenta don Antonio de Jáuregui, en nombre del padre predicador fray Justo de Prado, del orden de Predicadores, contra un auto definitivo pronunciado por el obispo de Santiago señor doctor don Alonso del Pozo y Silva, y electo arzobispo de la Plata, en el pleito y causa que ha seguido con el padre predicador fray Pedro Nolasco de Ureta, del orden de Nuestra Señora de la Merced, por el derecho a una capellanía.

Autos de apelación presentados por el doctor don Antonio de Astorga, canónigo de la catedral de Santiago, en la causa seguida con el licenciado don José de Espejo sobre el derecho a las capellanías que mandó fundar el alguacil mayor Alonso del Campo Lantadilla. Apela contra la sentencia.

Autos de apelación que presenta el doctor don Juan Velásquez de Covarrubias, cura y vicario foráneo del puerto de Valparaíso y comisario del Santo Oficio, en la causa seguida contra don Antonio de la Cuadra y demás dueños de bajeles, sobre los veinte pesos de anclaje que debe pagar cada navío. Apela contra la sentencia pronunciada por el provisor del obispado de Santiago en los dichos autos.

Autos de apelación que presenta don Antonio de la Cuadra, en nombre de don Antonio Verdugo, contra un auto proveído por el Obispo de Santiago en la causa de cumplimiento del testamento de doña Lorenza Pastene, en que le mandó afianzar 657 pesos y dos reales que ha cobrado por el derecho de alcabalas que deben sus bienes que se han rematado.

Autos de apelación que presenta el capitán Pedro Delzo, en nombre del visitador don Nicolás de Arruz, clérigo presbítero, domiciliario en la ciudad de Santiago de Chile, contra la sentencia pronunciada por el doctor don Pedro Pizarro, arcediano de la catedral de dicha diócesis y su provisor, en la causa que siguió contra él el padre José de Bozo, clérigo presbítero, sobre el derecho a una capellanía que fundó el capitán Alonso del Campo.

Quinto cuaderno de los autos seguidos por don Cipriano Tamayo y Cáceres y su madre doña Gregoria Cáceres, y don Pedro Toribio Pastor y Tamayo, y el padre fray Narciso Cácres, de la orden de San Juan de Dios, sobre el derecho a una capellanía de cuatro mil pesos de principal y doscientos de renta anual que fundó doña Margarita Tamayo, instituyéndola sobre una chacra en el pago de Yumina.

Autos de apelación que presenta el licenciado don Diego Quintanilla y Berrocal, en la causa seguida por don Lorenzo de Berrocal, clérigo presbítero domiciliario del obispado de Huamanga, sobre el derecho a dos capellanías que le cedió el licenciado don Fernando de Berrocal, una de 4,200 pesos de principal y la otra de 3,000; y asimismo la del doctor don Juan Urbano de Alarcón, cura propio y vicario de la doctrina de Lircay, quien también le cedió una de 5,000 pesos.

Autos de apelación que presenta Juan de Aliaga, en nombre de Antonio de Mañoco, clérigo presbítero, su sobrino, residente en la ciudad de Huamanga, contra un auto proveído por el Obispo del Cuzco, que ordena que Mañoco vaya a dicha ciudad a oír los casos de conciencia que quiere leer y para examinarle sobre el ejercicio de sus órdenes.

Autos seguidos por don Juan de Céspedes y Toledo, caballero de la orden de Santiago, en nombre de Antonio Jiménez de Notal, presbítero, colector de los manuales de la catedral de Panamá, contra el deán y cabildo de ella, a fin de que le permita ejercer su oficio libremente, administrando los referidos manuales como colector de dicha santa iglesia.

Autos seguidos por doña Manuela de la Encarnación, monja profesa de velo negro del monasterio de la Concepción de Panamá, contra el sargento mayor don Miguel de Sobenes Barreda, como albacea de don Baltasar de Mantilla, sobre 1,500 pesos pertenecientes a los bienes de don Baltasar, impuestos a censo en las casas de Sobenes, quien no ha cumplido con entregar el valor de dos negras que ofreció don Baltasar para la profesión y toma de hábito de la demandante.

Folio suelto acerca de los autos seguidos por Pedro Pérez de Guzmán, en nombre de Clara Gómez Pedrero, contra don Diego Mejía de Cabrera a fin de que le devuelva la cantidad de la dote que llevó a su poder.

Autos que sigue doña Francisca de Toro y Erazo, mujer del depositario general don Martín González de la Cruz, contra los bienes y albaceas del maestro don Juan de Olivares, canónigo que fue de la catedral de Santiago, sobre una dote de seis mil pesos de principal que dejó en su testamento. Incluye inventario de bienes del canónigo.

Autos de apelación presentados por don Francisco Cuber, residente en Santiago de Chile, en nombre de doña Francisca de Toro y Córdova, viuda del capitán don Martín González de la Cruz, en la causa que ha seguido contra los bienes de don Juan de Olivares, canónigo de la catedral de Santiago, difunto, por seis mil pesos que le prometió con instrumento público para su dote. Apela contra la sentencia que absuelve a los bienes de la demanda. Incluye inventario de bienes y testamento del maestro don Juan de Olivares, canónigo de la catedral de Santiago, natural de dicha ciudad; y también carta de dote.

Autos de apelación que presenta el doctor don Domingo Sarmiento, deán de la catedral de Santiago, en la causa seguida contra doña Antonia de Godoy y Figueroa, viuda del maestre de campo Felipe de León, sobre los bienes de éste y como su heredero que dice ser, por dos mil pesos de la dotación y mitad de lo lucrado y adquirido durante el matrimonio. Apeló contra la sentencia, por la cual se le anuló el pago de dos mil pesos.

Autos de apelación que presenta el doctor don José de Irigoyen, en nombre del monasterio de Carmelitas del Arcángel San Rafael de la ciudad de Santiago de Chile, en la causa seguida contra el monasterio antiguo de Carmelitas de San José, sobre los réditos y principal de la dote de la madre María Josefa de los Dolores, fundadora de dicho convento. Apela contra la sentencia.

Autos de apelación que presenta Gonzalo Fernández, en la causa de divorcio por malos tratamientos que ha seguido su mujer doña María de Aguilar. Apela contra la sentencia pronunciada por el provisor y vicario general del obispado de Huamanga, que declara el divorcio y le ordena restituir la dote.

Autos de apelación que presenta el licenciado Juan de León, en nombre de doña Bernardina Enríquez, mujer de Marcos Seriche de Roa, contra la sentencia del provisor de Santiago de Chile, por la que declaró no haber lugar al divorcio que intenta la apelante.